Después de dos días el momento llegó, Lucifer estaba bajando al lobby con su traje formal para dirigirse a la embajada del cielo en donde se vería con Sera, él no estaba muy contento con eso, no deseaba verla, no quería saber nada de ella pero era algo inevitable.
Charlie: Buenos días, papá. ¿Vas a desayunar con nosotros?
Lucifer: Hoy no podré, Charlie, tengo que ir a la embajada del cielo. Sera quiere verme.
Charlie: ¿Por qué?
Lucifer: No lo sé, tal vez sea porque el acuerdo que hicimos se ha roto, me pregunto qué tipo de castigo voy a recibir.
Charlie: ¿Castigo?
Lucifer: El acuerdo decía que Adam y los exorcistas solo podían matar pecadores, si ellos llegaban a matar a un ser que no tenía un alma humana o alguien de mi familia entonces el acuerdo se rompía. Pero también pusieron otra cláusula de que si yo me involucraba en el exterminio el acuerdo también se rompía y recibiría un castigo.
Charlie: ¿Puedo ir contigo?
Lucifer: No, esto solo tiene que ver conmigo.
Charlie: Pero si esto involucra el exterminio entonces yo también debo estar ahí.
Lucifer: No te preocupes, yo me encargaré de esto, encima no quiero que me veas enojado estando allá, no soporto a los ángeles, menos a Sera.
Charlie: Pero...
Lucifer: Tranquila, todo estará bien, lo prometo.
Enfrente de la puerta apareció un portal para que así Lucifer cruzara la puerta llegando a la entrada de la embajada, pero en eso escuchó a alguien quejarse atrás suyo por lo que al voltear se fija que Charlie había cruzado el portal antes de que se cerrara.
Lucifer: ¿Qué parte de que no vengas es lo que no entiendes?
Charlie: Necesito saber esto, también es mi responsabilidad, por favor.
Lucifer intentó decirle algo hasta que ve la expresión que estaba haciendo Charlie, la expresión de cachorrito triste, esa era su debilidad desde que ella era una niña.
Lucifer: Está bien, puedes venir.
Charlie: ¡Gracias!
Los dos Morningstar ingresaron al edificio para dirigirse a la única sala que había ahí, en ese lugar ya se encontraban Sera y Emily, otro ángel Seraphim como Lucifer.
Sera: Samael, hace mucho que no nos veíamos.
Charlie: ¿Samael?
Lucifer: Soy Lucifer Morningstar ahora, solo respondo a ese nombre.
Emily: Hola, Charlie.
Charlie: Emily, ¿cómo has estado?
Emily: Bien, aunque tengo una gran noticia que contarte.
Sera: Emily.
Emily: Lo siento.
Lucifer: ¿Ella es la joven Seraphim de la que me hablaste?
Charlie: Así es.
Lucifer: Mucho gusto Emily.
Emily: El gusto es mío, Lucifer, he oído hablar mucho de ti.
Lucifer: ¿Todo sobre mí?
Emily: No te preocupes, yo no te juzgo.
Sera: Muy bien, es hora de que iniciemos con esta reunión.
Tanto Lucifer como Charlie se sentaron para poder ver como en el centro de la mesa aparecía un holograma en el que se visualizaban imágenes de lo sucedido en el último exterminio.
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El Rey Y La Soberana: Lazos Infernales
RomanceUna historia que explora la relación entre Lucifer, el rey del infierno, y Carmilla, la soberana de un poderoso territorio infernal. Después de años de separación y tristeza por el abandono de su esposa, Lucifer se encuentra buscando un nuevo propós...