Eva se encontraba en una habitación oscura sin nada que poder hacer, estaba encadenada al suelo intentando poder moverse aunque fuera un poco, sentía sus brazos arder debido a las cadenas que estaban hechas de material angelical.
Eva: ¡Lucifer, sé que puedes verme! ¡Ven aquí!
No escuchaba nada, todo era pura oscuridad, algo que a ella no le gustaba, ese horrible silencio ayudaba a que pudiera escuchar sus propios pensamientos, podía escuchar muy bien las voces de sus hijos que mantenía en sus recuerdos.
Eva: Por favor, ven aquí, no quiero sentirme así.
Al final una puerta se abrió dejando ver a Lucifer con su chaleco puesto, la liberó esperando a que ella intentara atacar pero no sucedió nada, ella solo se quedó de rodillas llorando por todo lo que había recordado.
Eva: Gracias.
Lucifer: ¿Por qué me agradeces?
Eva: Cada vez que estoy sola yo solo...revivo los momentos en que estaba con mis hijos, y la forma en como me alejaron de ellos.
Lucifer: En serio lamento mucho todo lo que te pasó, nunca fue mi intención provocar todo esto.
Eva: Yo intenté matarte, ya estamos a mano.
Lucifer le ayudó a levantarse y ella lo acepta para que ambos se vieran fijamente, Lucifer solo la abrazó sintiendo como ella correspondía.
Lucifer: Eva, ¿quién te dio esta arma?
De su sombrero saca el arma que ella usó para intentar matarlo.
Eva: Una persona me pidió matarte.
Lucifer: ¿A cambio de qué?
Eva: A cambio de que pudiera ver a mis hijos.
Lucifer: Fue Miguel, ¿verdad?
Eva: Sí.
Con toda su fuerza destruyó el arma pensando en todo lo que su hermano le dijo, dándole ideas que obviamente no eran verdad.
Eva: ¿Y ahora que harás?
Lucifer: No lo sé, con esto el cielo me declaró la guerra, y tengo que darle una respuesta.
Volvió a verla solo para enfocarse en su mirada preocupada.
Lucifer: ¿Tienes miedo de algo?
Eva: No lo sé, desde hace mucho que no me siento tranquila con algo.
Lucifer: ¿Qué harás?
Eva: He hecho muchos enemigos en este anillo que tarde o temprano me alcanzarán, mejor me voy preparando.
Al querer salir Lucifer la sujetó con fuerza, sabía que no podía dejarla sola, no quería que estuviera sola.
Lucifer: Puedes quedarte con nosotros, tenemos demasiados cuartos aquí como para perderte.
Eva: Espera, ¿estoy en tu casa?
Lucifer: Sí, obviamente.
Al salir de esa oscura habitación solo vio el enorme pasillo vacío.
Eva: Se ve te gusta exagerar con las cosas.
Lucifer: Ven, déjame presentarte a mi familia, te gustará conocerlas.
Eva: No creo que sea buena idea, después de todo lo que...
Lucifer: Lo que pasó ya pasó, ¿no? No hay que enfocarnos en los errores que cometimos sino en cómo podemos mejorar en ello, y eres de lo poco que tengo de mi tiempo en el cielo.
ESTÁS LEYENDO
El Rey Y La Soberana: Lazos Infernales
RomanceUna historia que explora la relación entre Lucifer, el rey del infierno, y Carmilla, la soberana de un poderoso territorio infernal. Después de años de separación y tristeza por el abandono de su esposa, Lucifer se encuentra buscando un nuevo propós...