No puedo olvidarte...

- Stella - 5

No me había sentido así de feliz en mucho tiempo.

Amo mucho a mi Ali, tenemos muchos momentos felices o que intento que lo sean, pero con Deb es diferente.

Han pasado varias semanas desde que nos besamos y no ha habido día donde no pueda sentir esos labios. Para evitar levantar sospechas de Ali y los demás decidimos que lo mejor es que solo me quede en su departamento dos días a la semana.

Claro que yo quisiera que fueran más días, pero es lo mejor...

-¿Por qué ya no quieres salir tanto conmigo, cariño? – dice Jon acercándose lentamente.

-Hemos salido, pero tengo muchos proyectos y tareas pendientes – evito su beso.

-¿Qué pasa? 

-Nada... sólo no quiero tener problemas en tu escuela – miento.

Deb...

Ella ha comprendido un poco mi situación en la que no me pueden ver con otra mujer por las personas que me tienen vigilada. Casi siempre nuestras salidas han sido a las afueras de la ciudad o nos quedamos en su departamento viendo películas, haciendo experimentos culinarios, incluso me ha puesto a estudiar y a ayudarme con cosas que no entiendo por completo de la escuela.

He intentado comprender lo que siento por Jonathan, llevamos juntos casi dos años y es un buen hombre, pero no siento lo mismo por él que cuando estoy con Deb. Con ella me siento feliz, me siento segura, me gustan sus besos y sus caricias...

¿Por qué es diferente?

Pasar tiempo con ella me encanta, siempre espero que mi día termine para poder ir a su departamento y verla, aunque sean unos minutos. Con el tiempo he ido entendiendo que no está mal lo que siento, pero a la vez mi miedo se hace cada vez más grande de que mi padre se entere de esto.

Ninguna ha definido lo que tenemos, sólo somos amigas... ¿Qué se besan?

-¿Por qué no terminas con tu novio? – dice Ali mientras hace tarea – Se ve a kilómetros que no lo quieres. Se me hace raro que alguien como tu quiera seguir con algo así.

-¿Alguien como yo?

-Alguien que es muy libre para tomar sus decisiones.

Si supieras... me muestro así para que tu puedas ser feliz a mi lado, pero la realidad es que estoy en la misma situación que tú, sólo que no me vigilan físicamente y eso es peor... nunca sé si hay alguien del otro lado de la calle, alguna cámara oculta en las habitaciones...

No puedo confiar en alguien que no sea Ali o Deb...

-Es difícil Ali, sabes qu-

-Hola...-dice Deb en voz baja al llegar con nosotras.

-Creí que ya no vendrías – se levanta Ali contenta.

Ellas se han vuelto cercanas y me alegro por las dos. No es sencillo encontrar en quien confiar y mucho menos sentirte cómoda en el círculo social en el que estamos. 

Deb ha cambiado desde que nos conocimos, al inicio ella era un poco reservada, pero ahora puedo ver esa sonrisa que me enamora sin que se tenga que contener. Ya toma la iniciativa de platicar con nosotras de su día, invitarnos a salir, así como mi Ali que también se está desenvolviendo más con alguien que no sea yo.

La amo, pero no voy a estar todo el tiempo a lado de ella, necesita empezar a socializar un poco más y eso la ayudará para que en un futuro pueda tener pareja.

-Tengo una idea – le susurro a Deb.

-¿Nos vas a meter en problemas? – susurra.

-No lo sé, ¿No quieres intentarlo o tienes miedo? – su mirada se oscurece.