No puedo olvidarte...

- Stella - 23

-¿Por qué tardaron tanto? - gruñe al vernos llegar.

-Había tráfico - dice Luc colocando una mano en mi hombro al ver mi intención de contestarle.

¡Debí matarlo cuando tuve la oportunidad!

-¿Tienes algo que decirme? - sonríe y me dan ganas de meterle un plomazo entre las cejas - Veo que estás muy roja.

-Creo que ya sabes por qué - escupo.

-Sí, así que recuerda que todo esto es por tu culpa, si tan solo te hubieras quedado callada nada de esto estaría pasando.

Tiene razón, pero no me arrepiento, mi Ali merecía justicia por lo que le hicieron esos dos. Lo volvería a hacer y en la primera oportunidad que tenga voy a matar a mi padre.

-No me sirves en ese estado, te quiero aquí en cinco días - ladeo la cabeza confundida.

-¿¿Entonces para que me querías aquí hoy?! ¡Pude haber tenido más días con mi familia!

Mi padre se levanta de golpe y no rompo el contacto visual.

-Stella... - dice Luc por lo bajo.

-No, ya no soy la misma Stella que conocieron - digo firme y el estúpido me fulmina con la mirada.

-¡A mi no me levantas la voz! - saca un cuchillo y lo avienta con fuerza clavándose en mi hombro - ¡Que no se te olvide quién manda aquí!

Siento tanta adrenalina que es como si me hubiera picado una abeja.

-¡Llévatela antes de que haga otra cosa! - le dice a Luc.

Entrelaza nuestros dedos y me dirige a la salida.

-Antes de que se vayan - volteamos en su dirección y le avienta un celular a Luc - Creo que ahora tendrás otro motivo más por el cual llorar.

Luc me enseña un video que fue tomado afuera de la casa, es de Ali llorando a lado de la ambulancia y mi esposa en camilla...

No.

No.

No.

-¡Dijiste que no les harías nada! - suelta la carcajada y corro en su dirección - ¡Eres un desgraciado, te voy a matar!

-¡Stella! - Luc corre detrás de mí.

Mi padre sigue riendo y antes de que siquiera le pueda tocar el traje dos de sus hombres me detienen.

-Quiero ver que lo intentes - me suelta una bofetada tan sonora que Luc se pone a lado de mí - Ni se te ocurra meterte que te irá peor - le dice.

Dios... estoy nuevamente en este infierno.

-No les hice nada, yo no puedo controlar todo lo que tú hiciste al abandonarlos, la perra no soportó y ahora van rumbo al hospital.

Mi esposa...

Mi hija...

Toda mi familia...

-¡Suéltenme! A ver si eres tan homb-

Comienza a golpearme por todo el cuerpo como saco de boxeo, lo peor es que esta vez no puedo ni siquiera poner las manos en mi rostro.

-Padre... - dice después de un rato - Si sigue así la va a matar.

-Me lo estoy replanteando.

Solo quiero saber si ella está bien, no me importa lo que me pase.

-Ella conoce los negocios y es de confianza, la necesitamos - Luc se coloca frente a mí.