No puedo olvidarte...

- Stella - 20

Después de la boda nos fuimos de luna de miel a Europa ya que siempre quiso hacer un viaje así conmigo. Le mostré mis lugares favoritos y nos quedamos en las últimas dos semanas del viaje en Francia, justo en el mismo pueblo donde estuvimos Ali y yo, un lugar tranquilo donde podíamos desconectarnos de todo.

Al regresar no pasó mucho tiempo cuando Ali y Chris se embarazaron, estuve muy interesada en cómo fue su proceso, desde que tenemos a Dylan he querido embarazarme y ahora que estoy casada con el amor de mi vida es que quiero hacer más grande a esta familia.

No quise decirle nada a mi esposa porque la vi muy enfocada en Dylan, además los meses pasaron muy rápido y llegó la pequeña Harper, así que no quise opacar esa felicidad. Ellas se tomaron una licencia para disfrutar a su hija y nosotras tomamos nuevamente el mando de la empresa, así que no hubo momento para decirle mi intención de embarazarme.

Pasaron dos años muy rápido y supe que nosotras debíamos hacer lo mismo porque nunca habría tiempo de tener un hijo a menos de que nosotras tomáramos un descanso.

Cuando le dije que quería tener un hijo mi esposa se desmayó y cuando recobró la conciencia lloró de la felicidad, fue gracioso de ver porque ella sintió que estaba soñando, pero le confirmé mis deseos de tener un hijo con ella.

Inicié mi tratamiento, claro que también mi sexy ex esposa me dio consejos para manejar mi embarazo, me di cuenta de que no era algo tan sencillo, yo en realidad creí que era como cuando uno tiene sus días del mes que está toda hormonal y que tiene sus cambios de humor, pero estaba completamente equivocada.

El embarazo fue una montaña rusa de emociones, podía estar un momento feliz con mi familia y al siguiente molesta con Deb por no decirme "Mi amor" o decirme cuanto me ama aún si ya lo había dicho cinco minutos atrás.

Henry llegó a nuestras vidas y no pude evitar sentirme muy feliz por lograr tener la familia que siempre soñé. Estar con el amor de mi vida, tener hijos con ella y ser parte de la vida de mi Ali.

Aunque debo decir que el día que nació Henry me llegó un mensaje muy alarmante:

Desconocido: Felicidades, disfruta todo lo que puedas de tu familia porque no lo harás por mucho tiempo.

¿Qué significa eso?

No quise alarmar a las demás, pero si dejé en la biblioteca de mi oficina en la casa evidencia de ese mensaje, si volvía a recibir más de ese tipo les contaría.

Dos años pasaron de ese mensaje y ya no recibí más de ese número.

En todos estos años que llevamos de casadas me he sentido feliz de tenerla a mi lado, no puedo decir que todo ha sido color de rosas, hemos tenido discusiones fuertes, pero hemos aprendido a comunicarnos de mejor forma, no queremos estar separadas otra vez.

Al ser vecinas de mi Ali tengo la oportunidad de seguirlas viendo todo el tiempo, aunque siguen poniendo el seguro de su habitación. ¿Quién se creen que son para dejarme fuera?

Mi venganza ante eso fue educar a Dylan para que él fuera el encargado de interrumpirlas, claro, siempre y cuando yo sepa que no las va encontrar desnudas, tampoco quiero traumar a mi hijo.

Dylan ha crecido bastante y a pesar de que es un niño es alguien muy maduro para su edad, se encarga de cuidar a sus hermanitos y es muy disciplinado en cuanto a la escuela.

-Te amo - digo rodeándola con mis brazos - Pronto seremos más - digo deslizando mi mano por su vientre.

-Yo también te amo, mi vida - se ríe - Aunque sí quiero un descanso antes de que me sigas dando hijos.