No puedo olvidarte...

- Mi estrella perdida -

Alisson

No la encuentro... no encuentro a mi Stella y tengo miedo de que algo malo le esté pasando. Ella no es así, ella nunca me abandonaría...

La conozco casi desde que tenemos memoria, es mi hermanita y hemos hecho muchas promesas a lo largo de la vida... ¿Por qué se fue? ¿Por qué no me llevó con ella? ¿Hice algo mal?

Desde que se fue he marcado cada día a su teléfono y nunca responde... ¿Por qué me haces esto? Ni en mi peor momento me abandonaste ¿Por qué lo haces ahora que creí que estábamos bien?

-Amor, debes descansar - me rodea con sus brazos por la espalda y solo me quedo viendo al cielo estrellado.

-No sé que hacer, la he buscado y nadie ha podido encontrarla... - mis lágrimas caen con fuerza y mi esposa me voltea para limpiar mis lágrimas con sus pulgares - ¿Y si se perdió?

-Ella va a volver, mi amor. Debes ser fuerte, vamos a cuidar a su más preciado tesoro en lo que vuelve y concéntrate en nuestra nueva estrellita que se nos va a unir a esta constelación - acaricia mi mejilla - No me gusta verte así...

-Duele mucho su partida, necesito a mi Stella - me rodea con sus brazos y lloro lo que no he podido llorar desde que se fue.

A los niños les dijimos que Stella está de viaje y que va a tardar en regresar, por eso debo ser fuerte y no dejar que me vean así, debemos estar todos unidos.

Levanto la mirada al cielo y miro a las estrellas como si pudieran darme respuestas sobre el paradero de ella.

-Recuerda lo que dijo Stella - rompe el silencio - "Cada que te sientas sola y no esté ahí, solo ve a las estrellas y me encontrarás" - asiento con la mirada nublada.

Veo su constelación y sigo notando que faltan estrellas, además de que ya no brilla con la misma intensidad.

-Mi Stella... mi estrella perdida... esta constelación necesita de ti para volver a brillar. Vuelve a casa...

Nos dirigimos a la habitación y me acomodo en el pecho de mi esposa buscando consuelo de algo que me seguirá doliendo hasta que ella esté con nosotros.

En la madrugada me levanto como todos los días para asegurarme de que Deb esté bien. No he querido decir nada, pero últimamente he escuchado murmullos en su habitación, como si estuviera hablando con alguien más.

¿Será posible?

No creo, ella ya nos hubiera dicho algo, aunque la he visto con mejor humor en los últimos días y me alegro por ella.

Se supone que esta etapa de su embarazo era para que todas estuviéramos desbordando de la felicidad esperando a nuestra nueva estrellita, pero nada es igual si no está mi Stella.

A los siguientes días les propuse a todos ir a un pequeño lago que está a las afueras de la ciudad para que todos tuviéramos un día familiar y de cierta forma distraer a los niños.

Dylan todo el tiempo me está preguntando sobre su Mami y aunque le he dicho que está de viaje siento que ya no me cree. Es un niño muy listo, pero no quiero que cargue con este dolor de abandono.

-¿Ya tienes todo listo? - le digo a Deb al verla con la mirada perdida.

Hoy la he visto más distraída de lo normal. ¿Qué estará pensando?

No he querido hacerle preguntas para darle su espacio, pero me preocupo por ella tanto física como emocional. Ella cree que no me doy cuenta, pero con el paso de las semanas se nota que ha bajado de peso.