No puedo olvidarte...

- Stella - 10

En estas semanas que han pasado no he dejado de pensar en ella y en cómo la he lastimado.

El imbécil de Jon me ha obligado a besarlo enfrente de ella, sino revelaría las fotografías a todos.

Aprovecho las fiestas para beber sin control y así poder acostarme con él. Tengo que aguantar un poco más y al fin me podré deshacer de él.

-Es una lástima que solo quede una – dice mientras se viste – Tienes que venir mañana.

-Ya lo sé – gruño – Es mi último día aquí en Chicago, vendré después de clases- azoto la puerta.

Odio hacer esto.

Sus toques son bruscos, al igual que sus besos que no me provocan nada. Sólo ella me ha hecho sentir viva, querida y protegida siendo vulnerable.

-¿Qué tanto haces que llegas tarde? – dice Ali acomodándose en mi pecho.

-Unas cosas... - digo en voz baja.

-Stella – toma mi mentón para que la vea a los ojos – Recuerda que siempre estaré para ti y no me gusta verte así de apagada.

-Lo sé, Ali – suspiro - ¿Cómo estuvo tu día?

-Bien, hoy fui al departamento de Deb y estuvimos estudiando juntas, aunque muchas veces la tuve que ayudar.

-¿Ayudar? – asiente.

-Sí, estas últimas semanas ha estado muy distraída y aunque no me lo quiera decir puedo sentir que algo le está afectando.

-¿Por qué lo dices?

-Ya no sonríe y a veces siento que está un poco a la defensiva si trato de indagar. Prefiere contestar con respuestas cortas o cambia el tema y muestra esa sonrisa fingida.

Es mi culpa...

La he lastimado tanto que volvió a ocultarse bajo su caparazón.

No se merece esto.

Sé que me he equivocado, me dolía que Jon me arrastrara a las habitaciones en las fiestas y ella nos veía. Nunca dijo nada, pero su mirada siempre reveló decepción.

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Hoy es el último día aquí en Chicago, es todo o nada.

Quiero que Seattle sea un nuevo inicio para las dos, una nueva oportunidad para que puedan sanar estas heridas.

Me dolió mucho cuando la encontré besándose con Ali ¿Qué era lo que pensaba al hacerlo? 

Podrá lastimarme de otras maneras, pero nunca le perdonaría que lastime a mi Ali, es mi hermana y todo mi ser, ella no merece estar en el medio de nuestra pelea.

Sé que me odia, su mirada solo refleja rencor y no es para menos con todo lo que le he hecho.

No sé cómo disculparme y que me crea. 

Me quedo en el auto llorando intentando de qué forma puedo hablar con ella y arreglar este asunto. La extraño demasiado y no quiero que estemos distanciadas en Seattle, quiero que estemos juntas o que por lo menos nos llevemos mejor.

No la quiero perder otra vez, aunque no merezco su cariño por todo lo que he hecho.

Salgo del auto y la veo a lo lejos, cada paso que ella daba hacia mi era como una daga al corazón. Su mirada estaba oscurecida y me veía con mucho odio.

Me duele ser la causante del cambio que tuvo. Ella siempre se veía animada, cariñosa y ahora su semblante es frío, casi como si no la reconociera.

-Deb... necesito hablar contigo – sollozo.