~Capítulo 22

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No tenía  idea de que hacía ahí, simplemente quería distraerme, no quería hablar  con Gwen, no quería hablar con mi madre,  con el único con la que me sentía cómoda era Luke; no quería estar ahí,  odiaba la playa, los únicos que conocían al anfitrión era Gwen y Luke.  Me sentía fuera de lugar, arriba de una manta de lana y abrigada con un  chaleco con los dedos de mis pies descalzos jugando con la marrón y fría  arena húmeda. Andrew estaba contando otra de esas bromas baratas que  había leído en algún libro de chistes, pero mi mente se encontraba en  otro lado, pensaba en que le habría dicho mi padre a mi madre. Andrew  levanta la mano y con su dedo índice señala detrás de nosotras.

-¿Qué ese no es el chico que estaba en tu cuarto Jude?- pregunta Andrew

Gwen  y yo giramos la cabeza, estaba parado frente a su auto, el imponente  viento movía su cabello de un lado a otro, le dedique una mirada frívola y  me gire de nuevo, tratando de entablar una nueva conversación con  Andrew, Gwen y Luke.

El  cielo se tiñe de gris oscuro, más de lo habitual, esperaba que no  lloviera ya que el frió extremo podría causarme alguna clase de ataque respiratorio, si eso pasaba, recordaría este momento con vergüenza durante toda mi vida, si es que no moría claro; me sentía atrapada, no podía hacer deporte de demasiado  rendimiento físico, no nadar en agua fría, no exponerse mucho tiempo a  la lluvia y cosas así o mis pulmones podrían explotar, como cuando pinchas un globo con un alfiler. En la  orilla caminando al borde de la arena más húmeda y con el agua fría  rozando sus descalzos pies, Abi y Niall caminaban con sus zapatos en  ambas manos, una rabia recorrió como corriente eléctrica toda mi espina dorsal,  mis mejores amigos me ocultaban su extraña relación.

Después de unos minutos la temperatura comienza a descender, me cuesta trabajo respirar y una tos agrede mi garganta.

-Creo que deberíamos irnos- sugiere Luke al ver mi repentino ataque de tos.

Se  levanta y sacude sus pantalones haciendo que los pequeños granos de  arena se esparzan por la manta, me extiende la mano, al tomarla tira de  mi hasta que quedo de pie.

Gwen y Adrew se adelantan al auto mientras que Luke y yo guardamos la manta.

Caminamos unos cuantos metros, entonces Luke comienza a palpar sus pantalones, luego su camisa y por último sus bolsillos

-¿Qué pasa?- pregunto

El  agua comenzaba a caer del cielo y pequeñas gotas de agua fría  resbalaban por mi piel, sería mejor que nos fuéramos antes de que  lloviera más fuerte.

-Mi celular- exclama- ya regreso, quédate aquí

El  sale corriendo, la llovizna leve se incremente poco a poco hasta  volverse una lluvia torrencial, todos los invitados corren a  resguardarse bajo el techo de una de las muchas cabañas esparcidas a un  lado de la costa.

-¡Rayos!- grita Luke a varios metros de distancia- ¡se va a joder el móvil!

Comienza  a revolotear en la arena, buscando desesperadamente su teléfono, sentía  como el aire frío invadía mis pulmones y una tos seca salía de mi  garganta, me dolía el pecho; necesitaba calentarme de inmediato pues la  lluvia no favorecía mi estado. Me arrodillo en el suelo inclinándome un  poco hacía adelante, tratando de despejar mi garganta, la lluvia  torrencial se clava en mi espalda como pequeñas piedras que caen del  cielo.

Por  un momento pensé en dejar a Luke solo y correr a algún lugar seco, pero  mi pensamiento fue interrumpido por algo, o mejor dicho alguien que  tiro tan fuerte de mi brazo hasta levantarme de nuevo. Lo único que  logro ver detrás de la espesa niebla y mi visión siendo segada por la  abundante lluvia en el húmedo cabello de Harry y unos hilos de agua  cristalina cayendo de cada uno de sus rizos. Llegamos a una cabaña alejada  de las demás y por lo visto vacía. Abre la puerta de madera vieja y  desgastada de una patada, esta se detiene a medio camino por lo que nos  vemos obligados a entrar por esa pequeña ranura que ha dejado.

Al  entrar el suelta mi mano y se dirige a la cómoda antigua y revisa cada  uno de los cajones, me apoyo sobre mis rodillas y trato de llenar mis  pulmones con el cálido aire de la cabaña, tengo la respiración agitada,  mi piel se ha erizado y mis labios se han amoratado, mis dientes  castañean y mi ropa entera esta empapada.

-¿Qué haces?- pregunto en un hilo de voz

-Shhh, callate- del último cajón saca unas mantas polvorientas- siéntate

Lo  único que diviso es una cama con un colchón gastado y unos cuantos  resortes que sobresalen a los costados, me siento en el duro acolchonado  y Harry pone todas las mantas a un lado mío.

-¿Pero que...

-¡Que te calles joder!- demanda

Esta  vez me quedo quieta y callada, el deshace los dobleces de las mantas y  las coloca a mi alrededor, pienso en insistir para saber qué demonios hace, pero  prefiero guardar silencio.

Después de unos minutos, una vez mi cuerpo ha entrado en calor, decido preguntar:

-¿Por qué me has traído aquí?

-¿Crees que iba a dejar que te murieras ahí afuera?...

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Como siempre, perdonen la tardanza, peeeeero, ya me gradué y mis vacaciones comenzaron, así que podré subir más seguido.

cáncer | harry stylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora