~Capítulo 18

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[Harry]

 

Tanía que hacer algo, en definitiva...

Todos los estudiantes estaban saliendo del Instituto, estire el cuello entre la multitud hasta que localice a Nate, al pasar junto a mi puse mi mano en su pecho para detenerlo.

-¿Qué pasa?- me pregunta

-Hoy en la tarde...

-No, hoy iré a ver a Dana- me interrumpe- ¿Por qué no vienes?- dice con una sonrisa en el rostro

-No puedo- respondo, agachando la cabeza

-Vamos Harry desde hace ya cinco semanas que no quieres ir a verla ¿Qué te pasa? ¿Acaso no es tu amiga?- pregunta con el ceño fruncido

-Si es solo que...- me rasco la nuca, en realidad no quería decirle la verdadera razón, seguramente dejaría de hablarme para siempre- no puedo, hare cosas

-¿Qué cosas?

-Cosas

Salgo corriendo, tratando de evitar que me haga más preguntas

-¡Maldito raro!- me grita

 ***

-Estás muy callado hoy- comenta mi madre

-Estoy algo cansado, hoy tuve practica de lacrosse- digo revolviendo mis vegetales en el plato con mi tenedor

-¡¿De qué?! ¡Solo tienes que pasar la pelotita con una red!- exclama Gemma, haciendo ademanes con los brazos.

El resto de la conversación fue sobrellevada por mi madre y Gemma, hasta que mamá tuvo que irse a trabajar y mi hermana a la Universidad, entonces me quedo solo de nuevo. "Tenía que hacer algo, en definitiva" eso fue lo que me repetí por toda la tarde, cambiaba de canales en el televisor, por más que intentara distraerme no podía, tenía que hablar, hacer algo, soltar la verdad.

***

Antes de poder arrepentirme ya me encontraba frente a su casa, estaba oscura y apenas alumbrada por la plateada luz de la luna, viéndola de lejos tenía un aspecto escalofriante, los dos autos se encontraban en la entrada. Siempre me he preguntado que le habrá pasado al padre de Jude.

Trago saliva y cruzo la calle, mis dedos están entumecidos y mis dientes castañea, será posiblemente por el frio o por los nervios, las luces amarillentas del interior están encendidas, puedo ver a la madre de Jude y a su hermano sentados en la sala, menos a ella. Mi dedo se posiciona delante del botón del timbre, antes de presionarlo escucho un ruido en la parte superior de la residencia, me alejo un poco para poder apreciarla con más claridad, la luz de una de las habitaciones traspasa la transparencia de las ventanas al encenderse, su habitación.

Pongo un pie en los ladrillos desiguales de la pared, mis dedos se colocan en una saliente y poco a poco voy escalando la pared de ladrillos, me sostengo del barandal de cristal de su balcón, sin embargo, el sudor de mis dedos y el roció que había dejado la lluvia de la noche anterior no hicieron una buena mezcla, pues a los pocos segundos de haberme sujetado mis manos se resbalan haciéndome caer, la parte más dolorosa se la había llevado mi trasero. Me pongo de pie y me dispongo a intentarlo una vez más, esta vez, uso toda mi fuerza para subir, paso una pierna arriba del barandal y luego la otra, asegurándome de guardar total silencio, a través de la gran ventana y la semitransparente cortina blanca la veo secar su húmedo cabello con una toalla blanca, en ese momento me sentía como Romeo escalando al balcón de Julieta, lo más cursi y ridículo que pude haber hecho. Entonces recordé la frase "mariposas en el estómago" menuda metáfora de mierda. Con suma lentitud abro la puerta corrediza de su ventana, con cuidado abro las cortinas, tratando de no asustarla; al parecer me equivoque. Suelta un agudo chillido y deja caer la pequeña toalla con la que secaba su cabello al piso.

-¡¿Qué diablos...

Me apresuro y corro hacía ella, tapo sus labios con mis manos antes de que explote en gritos y trato de explicarle, aunque ella no deja de moverse.

-He venido a hablar contigo- digo, destapando su boca

-La última vez que has querido hablar conmigo me has encerrado en un armario de limpieza y no me has dicho nada

-Quiero explicarte...

-¡¿Explicarme qué?!- me interrumpe- o acaso has venido a burlarte de mí otra vez

-No he venido a...

-¡Lárgate Harry! Te apuesto a que usaras tus encantos de chico sexy para asegurarte de que caiga y al día siguiente ir a la escuela a informarle a todos que ni siquiera Jude Hemmings se resiste a ti, si has venido a eso...

-¡No he venido a eso!- esta vez, soy yo el que grita

-¡¿Entonces a qué?!- pregunta furiosa

-¡Era mentira! ¡Todo! ¡Todo lo que te he dicho!

-Si claro- exclama irónica cruzándose de brazos- no eres más que un mentiroso, patán, tan frio como el hielo y duro como roca, te aseguro que no tienes sentimientos

-Si tengo sentimientos- digo con expresión severa

-¿Cómo cuál? ¿Crueldad?

Entonces la furia explota dentro de mi como lava caliente que se esparce lentamente por todo mi sistema, camino apresurado y en tres pasos me encuentro frente a ella, sosteniendo su rostro entre mis grandes manos, las cuales abarcan casi toda su cara.

-Te quiero ¿Eso cuenta como sentimiento para ti?

Ella toma aire, por un momento creo que va a decir algo, pero no dice nada, sus ojos brillas bajo la luz artificial de su techo como rocas de río empapadas por agua cristalina, esos bellos ojos grises, parece atónita, entonces lleno el silencio juntando sus labios con los míos, la beso desesperadamente, como si fuera la ultima vez que lo hago.


 




cáncer | harry stylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora