~Capitulo 40

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—Es preocupante que te vayas en los autos de chicos extraños Jude —escucho decir a papá una vez entro en el auto.

—No, preocupante es no saber nada de tu padre por cuatro años.

—Deja de molestarlo Luke —digo, ya enfadada con mi hermano— preocupante es que orines sentado.

—Preocupante es que usaras los bras de mi mamá a las 12 años.

—Lo preocupante es que tú a los 13 también lo hicieras.

—Jude, shhh —dice Luke avergonzado.

Mi papá simplemente nos calló con una reprimenda, mi hermano y yo nos cruzamos de brazos y ambos miramos hacia lados opuestos.

—Espero que no les importe, tengo que pasar a dejar a la hija de mi esposa a la escuela —dice mi papá, doblando en un retorno.

—No sabía que tu esposa tuviera una hija —digo.

— ¿Otro medio hermano? Como si no tuviera suficiente con los dos que ya tengo —refunfuña Luke, desde ayer el chico se había comportado de una manera irritante y cansina.

Por lo general hacíamos nuestro mayor esfuerzo para no pelear y llevarnos bien, pues si no, mi mamá se molestaba y nos castigaba a ambos. Pero particularmente hoy había estado insufrible, y sabía que la causa era mi padre. Comprendo que mi madre no se lleve bien con él pues es su ex esposo, sin embargo nunca comprendí porque Luke lo odiaba tanto, a tal grado de llegar a renegarlo como su padre y llamarlo por su nombre.

— ¿Dos hermanos Luke? —pregunta papá.

—Se refiere a mí y a Charlie, el hijo de Richard, aunque técnicamente Charlie no es nuestro hermano, mamá y Richard aún no están casados.

Aparcamos en la entrada de una casa enorme, no sé qué había hecho mi papá estos cuatro años para conseguir una casa de esta magnitud mientras que nosotros vivíamos en una pequeña pocilga de ladrillos en los suburbios ingleses.

Luke y yo bajamos del auto.

—Luke —el rubio se dio media vuelta al escuchar la voz de papá— toma.

Arroja unas llaves desde el interior del auto, las cuales Luke atrapa en el aire.

—Entren en la casa y díganle a Melissa que la estoy esperando afuera.

Mi hermano pone los ojos en blanco y se dirige a la casa. Mete la llave en la cerradura y habré la puerta, nos encontramos con una sala de estar enorme, una mujer rubia, de cabello color mantequilla se encontraba en un sofá elegante pintándose las uñas, a su lado una chica más joven de misma complexión se encontraba enviando mensajes de texto. La rubia usaba un uniforme escolar, al parecer de una escuela privada, costosa y prestigiosa.

— ¿Melissa? —pregunta Luke.

La menor del par de mujeres levanta la mirada, posando sus ojos marrones en mi hermano, lo observaba con un rostro furioso.

— ¿Y tú quién eres? —pregunto la chica con desdén.

—Eso a ti no te importa —respondió Luke de la manera más cortante y borde posible— Ross te está esperando afuera.

Con un rostro de indignación Melissa se levantó del sofá y tomó su bolso, pasando al lado de nosotros salió de la casa no sin antes dedicarnos una buena mirada de odio.

—Ustedes deben ser los hijos de Ross —dice la mujer mayor, levantándose del sofá— soy Katherine, su esposa.

La mujer tenía una expresión dura, aun así su mirada era un poco más dócil y amable de la que yo suponía, era su hija. Katherine extendió su mano con firmeza para saludarnos.

cáncer | harry stylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora