Cuarta leccion.

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"Harás lo que yo te pida cuando te lo pida.....

Era una mierda, todo era una mierda; estaba molestó, cansado y hambriento.

Tenía tres días que no comía adecuadamente porque su delicado cisne tenía una de sus alas lastimadas, aún quería golpear a Taehyung y agradecía a dios que Hoseok se lo llevara ese día porque de lo contrario habría una persona menos en el mundo.

Pero ahora tenía un problema; era noche de reunión y tenía que llevar a su bebé; presentía que esa en reunión saldrían las cosas mal.

Esa sensación extraña y pesada que obligaba a todos sus sentidos estar alerta se le filtraba por cada uno de los poros de su piel como si fuera arenilla del desierto.

Fijó su vista en el reloj de su ordenador; tenía exactamente cuatro horas antes de tener que estar presente en el salón especial de la casa de sus padres.

Soltó un sonoro suspiro de resignación y tomó sus cosas para salir de su oficina.

Viró sus ojos marrones cuando escucho la  voz chillona de su asistente.

—Yoongiiii te estoy hablando—

Molesto por esa voz enfadosa, volteo a ver a la mujer que le hablaba.

—mire señorita Kim; tengo prisa cualquier cosa que requiera mi atención la veré mañana a primera hora —

—Yoongiiii, soy tu prometida tenemos que hacer oficial y pública nuestra relación—

El pelinegro volvió a rodar los ojos en forma de fastidio; ya se le estaba volviendo costumbre aquello. Nunca fue partidario de golpear a una mujer; no al menos que esta estuviera amarrada a una cama y estuvieran desempeñando sus roles de domo y sumisa; pero con esa mujer le apetecía darle un derechazo en su cara solo por el puro placer de callarla.

—Min, te he dicho que me llames con formalidad; ahora ese compromiso me importa lo mismo que el polvo que flota en el aire y lo único que voy a hacer público va ser tu despido si sigues con esas ideas estúpidas en tu cabeza, ahora me voy a ir y tú vas a dejar de fastidiarme si sabes lo que te conviene—

La chica se quedó de pie a lado de su escritorio haciendo el berrinche de su vida, su padre siempre le había dicho que ella sería la esposa del niño de piel pálida con el cual la llevaban a jugar desde sus 5 años; pero el comportamiento del ahora joven de 22 no le ayudaba en nada.

Mientras aquella mujer se quedaba como la niña berrinchuda que era en la empresa; Yoongi se dirigía a su hogar.

Al llegar al portón de su casa; esperaba con todo el corazón que su pequeño colibrí estuviera esperando en la puerta para recibirlo.

Esos tres dias que pasaron desde que el niño llorón decidió hacer su exhibición, su cisne no había salido de su habitación; esa donde había estado durmiendo desde que hospedaron a Taehyung en su estadía en esa residencia.

Suspiro y abrió esa puerta y la imagen de su precioso bebé estaba ahí arrodillado mostrando con orgullo su símbolo de pertenencia le hizo que su mal humor desapareciera.

—bienvenido señor; me disculpo por no haber sido de servicio en los días pasados pero en realidad me era difícil moverme—

Señor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora