Pasado

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El hombre de cabello castaño salpicado con algunas canas veía con detenimiento la habitación que con esmero había preparado durante tanto tiempo.

Por fin había logrado lo que tanto había soñado, vencer en algo a Min Seojun.

Toda su vida había sido comparado con el, cómo odiaba cuando su padre le decía deberías ser más como Jun, Jun lo hizo mejor, Jun logró abrir otra compañía, Jun es un gran hombre que logró incrementar la riqueza de su familia; todo era Jun esto y Jun aquello, su padre lo tenía harto.

Pero lo que le colmó el plato y terminó de romper esa "amistad" fue que Min "hijo de puta" Seojun se robó a la mujer que amaba convirtiéndola en su esposa.

Él amaba con locura a Choi Ji Hye, estaba enamorado de esa chica pelicastaña cobrizo de ojos marrones y labios en forma de corazón, era su todo.

El día que se anunció su compromiso con su "amigo" fue el día más amargo de su vida.

Odio con su alma el siempre estar de tras de ese bastardo, no importaba que hiciera siempre era Seojun el mejor, siempre el primero y ¿el? ¿Donde quedaba el?

Él también era alguien inteligente, él también se logró comprometer con una joven de buena familia, no tan flamante como su Ji hye pero los Song también eran alguien en esta pútrida sociedad. Tal vez llegaría a amar a Hyuna o no, pero eso ya no importaba.

Si en algo se vanagloriaba era que por lo menos él tuvo a su primogénito primero, su heredero llegó un dos años antes que él de aquel hijo de puta.

Y no solo en eso logró ser mejor, él tuvo un segundo hijo, mientras él idiota aquel solo uno.

Es era otro dolor de huevos para el, Min "petulante " Yoongi, maldito hijo de papi, arrogante, altanero y egocéntrico.

Pero de él se encargaría después, primero quería probar la delicada piel del cisne.

De solo pensar en ese lindo jovencito se ponía duro.

Jamás había deseado a nadie después de su adorada Ji Hye, pero ese niño le había robado el aliento.

Piel perfecta, labios hermosos, cuerpo sacado de un relato de la mitología griega, mitad nifa mitad dios, ese niño era lo más hermoso que había visto.

En el pasado pensó haber encontrado por fin al sumiso perfecto pero ese mocoso de los Jung lo apartó primero, pero ahora entendía el porqué había sucedido eso, la vida le había aguardado un tesoro mejor.

Por fin había servido de algo el compromiso que había planeado entre su hija y aquel bastardo, ¿quien diría que para zafarse de aquel compromiso el petulante le había dado algo con lo que había soñado toda su vida? logró hacerse del poder de la sociedad donde estaban los hombres y mujeres más ricas e influyentes del país; y todos tenían cola que les pisen; pero la verdad el único monstruo ahí era el.

Él quien secuestraba a niños y niñas para venderlos como exclusivos sexuales, él quien controlaba la prostitucion de aquel país, él quien no le importaba haber asesinado a uno que otro sumiso por no respetar los límites de estos.

Él era lo pero que le había podido pasar a su país, tal vez aquellos hombres y mujeres eran corruptos, habían hecho malversaciones, algún que otro fraude, pero él; bueno alguien tenía que ser el malo de la historia.

Su linda esposa Hyuna le había dicho que era un asco de persona y el mal encarnado cuando lo descubrió golpeando a una chiquilla de no más de 15 años que esperaba un hijo de él, ese bebé era producto de una violacion; esa noche no solo callaría a esa niña y a su bastardo, sino que también quedaría viudo.

Señor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora