Oscuridad

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⚠️SE RECOMIENDA DISCRECIÓN ⚠️

Los días eran como una hermosa novela de amor para Jimin.

Desde que Yoongi había confesado que lo amaba, todos los días eran un sueño.

Yoongi era su príncipe azul.

O bueno; eso había sido hasta la noche anterior.

Se miraba en el espejo; esas marcas en su cuello que quedaron de anoche cuando su amo lo tomó en el comedor; dolían pero dolía más su corazón.

Un escalofrío le recorrió el cuerpo al recordar eso.

Se sintió como si su bello jardín de esmeraldos se convirtiera en un espantoso pantano en un abrir y cerrar de ojos.

Nunca pensó que en lugar de tener una cena tranquila y amorosa con el hombre que amaba, viviría una pesadilla hecha realidad.

La verdad no sabría que era él en la vida de Min; porque la noche anterior solo lo hizo sentir como una cosa cuando lo tomó de la manera tan horrible como lo hizo y no importó cuantas veces le grito azul; ese hombre no se detuvo.

Se limpió la lágrima que salió de sus ojitos irritados.

Con cuidado salió del baño de la habitación donde trató de dormir, ya que el dolor en su cuerpo y su garganta no le dejó.

En absoluto silencio se adentró a la habitación de ese hombre para ver que este seguía dormido abrazado de la almohada como lo dejó anoche antes de salir de ahí; no quería verle la cara, mucho menos sentir el calor de su cuerpo en el suyo. Ni siquiera quería oler el aroma de su piel;  se le revolvía el estómago de solo imaginarlo.

Se adentró al closet y preparó la ropa que utilizaría ese hombre para ir a trabajar ese día.

Una vez termino se dirigió a su próxima tarea.

Entro al comedor y el terror lo invadió, era traumático estar ahí; platos rotos, su ropa rota y manchada de sangre  tirada en un lado de una silla; cerró sus ojos y se pudo escuchar así mismo gritar con las pocas fuerzas que su cuerpo tenía la palabra azul  antes de caer inconsciente debido a la falta de aire; instintivamente llevó su mano a su cuello.

Era una escena de horror; su nuevo infierno personal, una pesadilla hecha a la medida.

Con cuidado de no cortarse comenzó a recoger los pedazos de los platos que aún tenían comida en ellos; al parecer no solo su corazón y cuerpo salieron  dañados.

Se dirigió a tomar una bolsa para la basura al igual que la escoba y una pequeña pala para recoger lo que estaba en el piso.

Las lágrimas salían sin control; porque él recogía el desastre de anoche; limpiaría y listo nada habría pasado; pero ¿quien lo limpiaría a el? ¿Quien lo dejaría como si nada hubiera pasado?

Puso todo en un rincón; ya después lo sacaría al contenedor de la basura; junto a lo que quedaba de su corazón.

Se dispuso a preparar el desayuno, colocó la mesa como le habían enseñado desde pequeño.

Y mientras servía el café dejó salir más lágrimas.

Fue un tonto al creerle a su amo; estúpidamente le creyó  cuando le dijo su segunda lección y sobretodo sus palabras de amor; un amor falso y vacío.

Pero está bien, después de todo el era un Park, su abuelo siempre le dijo que no importara que tan roto estuviera jamás debía hacérselo saber al mundo. Porque el orgullo va por delante y lo demás no importa.

Así que solo se permitió llorar unos minutos más y ya después seguirá siendo la figurita de porcelana que su abuela le dijo que tenía que ser.

De Niño su abuela le había inculcado que el solo serviría para ser el adorno de su futuro esposo. El solo se encargaría de parir hijos y verse bonito cuando fuera Jeon Jimin.

Señor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora