I'm yours

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Los días eran extraños; de pronto el amo y señor de aquella gran casa ya no era el joven empresario.

El de ojos color chocolate ahora se desvivía por atender y complacer a su bebé.

Y no era como si el rubio pidiera y se aprovechara de la situación pero si era evidente que la dinámica en la relación había cambiado.

Si bien era cierto que el menor era quien seguía haciendo funcionar la casa como si fuera la maquinaria de un reloj suizo; era Yoongi quien se encargaba de mimarlo con abrazos y besos hasta quedarse dormido, le preparaba el desayuno y se lo llevaba hasta la cama; pero no acabo ahí, no hubo anillo, pendiente y diamante que no fuera adquirido por el mayor para regalárselo a su bebé, las más finas y costosa casas de moda fueron convocadas para vestir el delicado cuerpo del precioso cisne.

Y claro está que la sociedad no se quedó al margen de ello.

La alta sociedad comenzó a parlotear acerca de los lujos y sobretodo de la relación que podría tener ese par, porque si, Yoongi ahora llevaba a su cisne a todos lados, no solo a las reuniones de la sociedad a la que pertenecía.

Para cierta castaña aquello fue como un gancho directo al hígado que la sofocó. No era posible que su prometido presentara a ese don nadie como su chico; ¿qué significa aquello? Y sobretodo ¿en que lugar la dejaba a ella?.

Es por eso que ahí estaba en la oficina del joven empresario esperando una explicación del por qué demonios se estaba comportando de aquella manera.

—¿y bien? ¿Vas a seguir ignorándome? Necesito explicaciones Yoongi y espero que sean una muy buena para sea lo que sea que has estado haciendo—

—Kim jamás he dado explicaciones a nadie de mis acciones ¿que te hace pensar que será a ti a quien se las dé?—

—porque soy tu prometida Yoongi, por eso, ademas la primera semana te deje que te divirtieras con sea lo que sea  que ese muerto de hambre  represente para ti, además ya es hora de que hagamos oficial nuestro compromiso y fijemos fecha para la boda—

—ten cuidado de cómo hablas de mi chico, si no quieres conocerme realmente de lo que soy capaz; ahora Kim, tu, el compromiso y tu familia se pueden ir a la mierda, el único decente en esa porquería a la que llamas familia, es tu hermano, ahora largo tengo trabajo que hacer—

El tono empleado por el de cabellos oscuros hicieron que los vellos del cuerpo de la chica se erizaran y no de la manera en que ella quisiera.La joven bufó de molestia y salió de la oficina dando un portazo que escuchó probablemente hasta la recepcionista en el primer piso.

En la mente del joven solo estaba presente lo que iba a ocurrir al llegar a su hogar.

Así que sin más salió de su oficina para dirigirse a su casa para preparar la sorpresa que le tendira a su bebé, aprovecharía que a esas horas el rubio salía a comprar la despensa.

Cuando llegó a su destino pudo relajarse un poco al darse cuenta que el vehículo que había asignado con todo y chofer para el uso de su cisne no estaba.

Más calmado se bajó y entró a su hogar para prepararse para el paso tan grande que iba a dar.

Por otro lado Jimin se sentía un poco; a decir verdad bastante, asfixiado con todo.

Su señor cada día llegaba con algún costoso regalo para el, cada noche antes de dormir le pedía perdón y lo abrazaba para que durmiera bien.

Pero era demasiado para él; si bien era cierto que amaba a su señor, le aturdía que ahora lo llevará con él a todos lados, que lo presentará como su chico ante el mundo, también estaba el hecho de que ahora contaba con un chofer que más que eso parecía su guardaespaldas y no le dejaba solo cuando el de cabellos oscuros no estaba a su alrededor.

Señor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora