Concordancia

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El pelinegro sabía muy bien el porque estaba su padre ahí enfrente de él; sabía lo que se avecinaba.

Algún  lengua floja le ha de ver comentado del pequeño canario que tenía viviendo con el; solo quería saber hasta qué punto su padre estaba enterado y cuán interesado estaba en ello.

Su asistente  interrumpió en la oficina y así como entro salió, nadie en SG Entretainment había sobrevivido; laboralmente hablando, al enfrentamiento de los dos pelinegros.

Dios los amparará a todos en ese edificio cuando ese par se juntaba estando de malas, aún consideraban a la señora Min una santa pues lograr domar a esos dos demonio; eso en definitiva ha de haber sido nada fácil.

La dirección administrativa de SG Entretainment era una guerra de egos, por un lado estaba el señor Min, siempre con su perspectiva tradicional de hacer las cosas y por el otro el joven Min, con ideas revolucionarias y frescas muy alejado de lo tradicional.

Por eso cuando la asistente iba a dejarle unos documentos a su jefe se le fue la sangre de golpe a los pies cuando los encontró juntos; ellos la intimidaban mucho por separado y juntos la aterraban, así que prefería lidiar con un molesto Yoongi a tener quedar en medio fuego cruzado, cuando la guerra comenzara.

Para nadie era un secreto cuando discutían y los dos se mantenían firmes en sus ideas y creencias; los gritos en la sala de juntas lo confirmaban.

Pero la realidad era otra; el señor Min estaba más que complacido de saber que su hijo tal vez por fin se haya decidió con seguir con la tradición familiar y por fin retirase tanto de la empresa como del puesto de domo maestro.

—¿y bien?—

—¿quien? ¿ cuando? ¿Y donde?—

—Park Jimin; hace un mes a las afueras de un restaurante en Gangnam—

—¿está de acuerdo con esto? ¿Está listo?—

—aún no lo sabe, y lo voy a comenzar a entrenar, aún es menor de edad—

—¿ compra? ¿Rapto? ¿ trata?—

Esa era la parte de la que Yoongi no estaba muy orgulloso de la historia familiar.

El imperio Min se creó a base de sufrimiento de muchos inocentes y aún así su familia estaba orgullosa de su herencia y ni decir que dentro de aquella "comunidad" todavía quedaban vestigios de esas prácticas. Muchas familias vendían a sus hijos por favores entre empresas y otros pues bueno; que orgullo que tu hijo sea el sumiso de un hombre tan importante.

Vaya mierda.

—huyó de su hogar—

—¿habrá problemas con sus padres?—

—No, a su madre le envié de nuevo a Busan de donde son originarios, se le dio una compensación con la única condición de que jamás busque a su hijo, y su padre, bueno es aún se ahoga de borracho—

—lo comparaste, al final lo compraste—

—se podría decir—

El menor de ambos sabía que parte era verdad y la otra, bueno estaba un poco distorsionada; pero de eso se encargaría después.

—bien ¿cuando lo presentaras?—

—cumplirá su mayoría de edad a principios de octubre; lo presentaré en la reunión de fin de ese mes—

—eso es en dos meses; no puedes entrenar a alguien en dos meses—

—no lo voy a entrenar para pasearlo como mi perra para el agrado de los demás, lo voy a preparar para que ese día acepte su destino junto a mi—

Señor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora