Stand Up // Ziam

4

La luz solar impactó contra los soñolientos e infinitamente doloridos ojos de Liam, quien con dificultad los abrió.

Permanecía acostado en una confortable cama y enfocando la mirada, observó hacia el lado de la habitación que su posición le permitía. ¿En dónde estaba?

Se enderezó en la cama mirando el techo, no podía reconocer aquel lugar y estaba más que claro que no era la habitación de una chica. El dolor de cabeza que lo azotó en aquel momento, le hizo revolver los pensamientos, y alterado, pegó un brinco, mirando a todos lados, buscando rastros de cualquier otra persona.

Al estar de pie, bajó la mirada hacia su propio cuerpo, dándose cuenta de que estaba en bóxers, y entrándole repentinamente el pánico, intentó hacer memoria de la noche anterior, lo que sólo le costó un dolor de cabeza mayor.

Lo único que lograba recordar era salir de la cafetería con aquella amable y guapa chica, luego de largarse de Carl's. Su pecho subía y bajaba agitado, y mirando sus brazos y palpando su rostro, en busca de moretones o posibles golpes, sintió como sus ojos tomaban brillo. El dolor y el enojo haciendo explosión en él.

El sonido de una puerta lo hizo girar su cabeza, atento. Pudo observar a un chico de cabello negro, saliendo de lo que él supuso, era el baño. Al igual que él, yacía en sólo ropa interior, y al observar su rostro, lo reconoció de inmediato. Sofocó un grito y el moreno se percató de lo que estaba pasando, al observar la mueca descompuesta de Payne. Liam negó rápidamente y dio un paso hacia atrás.

-Buenos días, dormilón -dijoMalik, divertido ante la expresión del más alto. El ojimarrón lo miraba atónito, no lograba comprender nada y eso le preocupaba. ¿Qué mierda hacía en la habitación del chico molesto del bar, y aun peor, en bóxers?

-Tú... -Susurró, observando al moreno con rostro sorprendido y el ceño ligeramente fruncido. Estaba enfadado con él, consigo mismo y con el mundo entero.

-Hola -sonrió desinteresado, pasando por el lado del castaño, éste enseguida se alejo, pegando un brinco-. ¿Hombre, qué te pasa?

-¿Qué estoy haciendo aquí? -Pronunció, una voz débilmente autoritaria. El ojimiel no pareció comprender hasta que recordó su borrachera. En la madrugada, parecía tenerlo bajo control, pero increíblemente, Liam ahora estaba siendo víctima de la amnesia que en ocasiones, solía acompañar a la resaca.

Zayn soltó una carcajada, y cruzándose de brazos, decidió que se divertiría un poco con él. De alguna manera, se tendría que cobrar el mal sabor de boca que le hizo pasar aquella madrugada.

-¿No recuerdas nada? -Preguntó el moreno, ofendido. Liam negó con nerviosismo.

-¿Me puedes explicar, por favor? -Soltó el castaño, asustado y quizás, a punto de echarse a llorar. Que terrible, que terrible.

-Ouch, Liam -negó el pelinegro, chasqueando la lengua. Liam se sorprendió al escuchar su nombre de los labios rosados. ¿Cómo se llamaba él? ¿Zian..., Zayan?-. Te dije que no lo hiciéramos ya que seguramente no lo recordarías..., pero me has insistido y ve, fue justo lo que paso -con tono triste, Zayn suspiró. Los ojosde Liam se vieron alarmados. -¿Q-qué hicimos? -Preguntó con un hilo de voz, Zayn no pudo aguantar su sonrisa malévola y Liam tembló, pensando que, aquello no le podía estar pasando a él, y que quizá, sólo tal vez, era un mal sueño.

-Debería estar molesto porque no lo recuerdas -el pelinegro se posó a su lado, evitando su pregunta mientras reía por dentro, lleno de satisfacción-. Pero no puedo molestarme contigo, leoncito -le acarició la mejilla, Liam retrocedió con el rostro pálido-. La verdad es que después de aquellas súplicas... me he quedado enganchado.