26

44 6 4
                                    

Liam pasó los siguientes días sin dirigirle la palabra a Louis, dándole a entender lo molesto que estaba con él, el mayor tampoco mostró mucha importancia ante aquel no-trato que le estaba propiciando su primito. Sabía, de algún modo, que lo que sea que Liam escondiese no era algo fácil para él, no quería que se sintiera atosigado, pero él también quería saber y ayudar.

Tampoco le habló a Kathryn, nada más formal que un mensaje explicando su ausencia, lo que enseguida la ojiverde calificó como un rechazo inteligente.

No quiso insistir, pero tampoco se quedó de brazos cruzados.

-No sé qué hice mal, simplemente, después de ese día me dejó de visitar en la cafetería. No me escribe casi y rechaza mis llamadas a menudo –dijo Kathryn, enrollando y desenrollando un bucle de cabello en su dedo índice. Oriana la escuchaba atenta, acostada en la cama de la ojiverde-. Dudo que Zayn haya cumplido con su amenaza, y así lo haya hecho estoy segura de que a Liam no le importa lo que sea que pase entre mi hermano y yo.

-¿Y si sí? –Preguntó la más alta, pensativa. Su amiga había estado actuando extraño, ya lo sabía, pero también le daba curiosidad saber sobre el tema. Aunque no apoyara la mayoría de las retorcidas ideas de Kathryn. Mejor dicho, no apoyaba ninguna-. Si antes le importaban, ¿por qué ahora no?

-Porque se supone que Liam lo odia.

-Ambas sabemos que eso no es cierto. ¿Acaso Liam te ha confirmado que lo odia? –Levantó una ceja, mirando la cara mortificada de la castaña.

-Liam ni siquiera habla de Zayn conmigo, eso es bueno. Quiere decir que no le importa en lo absoluto. Si quisiera saber de él, me preguntara al menos cómo está, pero nada –sonrió satisfecha. Oriana negó levemente con la cabeza.

-Eso no quiere decir nada. Podría ser, también, que a Liam no le importas tú y por eso no te cuenta sus cosas. También por eso ha dejado de buscarte –le dijo, tratando de que cayera en cuenta, pero aquello puso aún más eufórica a su amiga.

-¡Nada de eso! Sé que le importo, Ori. Sólo por eso somos novios.

-No son novios –contraatacó.

-Bueno, pero nos besamos. Es lo mismo –consternada, soltó un fuerte suspiro.

-Zayn y Liam se besaban, ¿entonces eran novios? –Sonrió con malicia. La mirada de Kathryn se convirtió en fuego, el cual pronto calcinó a su mejor amiga.

-¡Se besaron una sola vez! Fue un error...

-Un error que le gustó a los dos...

-Muérete, Oriana –chilló la jovencita, lanzándole una almohada con rabia-. Eso nunca volverá a pasar, Liam no estará de nuevo con Zayn. Yo misma me encargaré de eso... Así tenga que hacerle daño a alguien, Liam será sólo mío.

...

El dolor de cabeza lo azotó un día más, no sabía si era porque pensaba de más o porque, simplemente, sus neuronas estaban dejando de funcionar. Él apostaría por lo primero, Louis, sin duda, por lo segundo.

La batería de su auto se había dañado de modo que, tenía que irse con Tomlinson a la universidad, aunque todavía estaban cabreados. Liam sentía el karma actuar sobre él.

Desde aquel día tan tenso, Liam comenzó a sentirse incómodo delante de Louis, aún más cuando por sus recuerdos pasaban las frías y calculadoras palabras de Tommo "alguien te hizo algo, y voy a averiguarlo". Era inevitable no sentir escalofríos corroyéndole las entrañas.

No quería que Louis se enterara..., que nadie se enterara. Pero a la vez, sentía aquel impulso de desahogarse con alguna persona, alguien que lo pudiera comprender. Zayn, quizás.

No, por supuesto que no. Zayn sería el último en saberlo.

Al pisar el suelo de la universidad, divisó una conocida cabellera rubia caminando, indeciso, hacia él. Miró hacia sus costados, incluso echó un vistazo hacia atrás, pero al no ver a nadie más, supo que el destino de Horan, era él mismo.

Suspirando con pesadez y sin ganas de pelear tan temprano, dejó caer los hombros y se recostó de una pared, esperando que el duendecillo irlandés llegase hasta él.

-Payne. –Saludó al posarse en su frente, con un ligero asentimiento de cabeza que lo hizo parecer nervioso. Liam le respondió imitándolo.

-Horan...

-¿Podemos hablar? –Preguntó, aclarándose la garganta y presionando la libreta que llevaba en manos, contra su pecho.

-¿No estamos hablando ya? –Trató de bromear, más bien, ambos hicieron una mueca incómoda-. Habla.

-Verás... Es sobre Zayn –murmuró el ojiazul, mirando como Payne de pronto se ponía rígido.

-¿Le pasó algo? –Preguntó, nervioso. Ahora que lo pensaba, no se lo había cruzado desde aquel día, con Kathryn, en el estacionamiento de la universidad.

-No..., bueno sí.

-¿Sí o no? –Dijo, cruzándose de brazos, tratando de que su preocupación no fuera tan obvia.

Aquella migraña era por culpa de Zayn. Todo lo que le sucedía era por su culpa. Desde que habló con Louis, no dejó de pensar en lo que estaba haciendo, en que debería dejar la falsa relación con Kathryn, y lo más importante, en que debía disculparse con Malik lo más pronto posible. Lo extrañaba y ya no iba a negarlo más.

Si le había pasado algo... estaría realmente jodido.

-Él... el otro día me llamó... a media noche. Llorando –dijo con lentitud el rubio, sin parpadear y mirando cada gesto en la cara del castaño, quien trataba de no encogerse de culpa-. El caso es que... está muy triste por algo que le pasó. Temo por su salud, se está volviendo loco, Liam. Sólo tú puedes repararlo... por favor.

...

La casa Malik se veía siniestra, Trisha y Yaser estaban en un viaje de trabajo, Kathryn permanecía en su habitación, invisible a todo y todos, y Zayn volvió a aquellos días en los que estaba acurrucado entre cobijas, pero esta vez no lloraba. Esta vez tan sólo permanecía en blanco, sin ganas de hacer nada más que dormir, sin ganas de estudiar, sin ganas de ver la luz, sin ganas de vivir.

Sólo con ganas de una cosa.

Ver a Liam.

El sonido del timbre lo hizo cerrar un ojo, le dolía el ruido tanto como le dolía la claridad. Oyó, segundos después, los apresurados pasos de su hermana corriendo por el pasillo y bajando las escaleras, deseó por un momento que se cayera y quebrara una pierna, las dos si era posible. Luego se rio de sí mismo, no podía ser más inmaduro.

Un grito de emoción provino de la planta baja, rodó los ojos y envió odio eterno a Kathryn por ser tan escandalosa. Seguro era Oriana de nuevo, o alguno de sus otros amigos que no veía desde hace años. No le importó nada, trató de volver a su estado vegetal, pero sus oídos no le hicieron caso e independientemente quedaron despiertos, escuchando todo lo que sucedía en la planta de abajo.

Sintió dolor en el pecho. El que causó su propio corazón al rebotar contra la piel.

-¡Liam! –Gritó la castaña emocionada. Malik abrió los ojos con sorpresa, y más rápido que un rayo, se sentó en la cama y pasó las manos por su cabello, acomodándolo-. Creí que te habías olvidado de mí.

-Uhm..., con respecto a eso –la voz de Payne sonaba más gruesa de lo normal-. Tenemos que hablar, pero será en otro momento.

-¿Eh? ¿Por qué no ahora? ¿Acaso no has venido para eso? –Preguntó confundida, aunque sin abandonar su tono coqueto.

-No... la verdad he venido a ver a Zayn. Tengo muchas cosas que decirle... ¿se encuentra en casa?

Stand Up // ZiamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora