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La sombría tarde caía en la ciudad, malintencionada y pensativa, como la pequeña castaña recostada en su cama. Había pasado el día entero allí, sin salir ni un segundo de su encuevada habitación, pero a nadie le importó mucho aquella novicia, realmente.

Los días habían transcurrido rápido, demasiado para su antojo, y éstos se habían convertido, por consiguiente, en semanas. Semanas desde la última vez que habló directamente con Liam y Zayn, cuando prometió hacerles daño de alguna u otra manera, donde se prometió a sí misma vengarse de ellos. Y aún no lo había hecho.

¿Se habría rendido?

Por supuesto que no.

Simplemente, su desquiciada mente estaba carente de buenas ideas. El haberse alejado notoriamente de ellos le complicaba mucho las cosas.

Aquellas semanas las había pasado centrada en su trabajo, hablando más de lo habitual con sus viejas amistades del colegio, y aunque éstos intentaron presentarle algunos chicos, Kathryn se negó rotundamente a la idea.

Estaba resentida, cada segundo que recordaba las palabras dichas por Liam sentía un puñal atravesándole el pecho, un fuego quemarle viva y la rabia dominándole, pero a pesar de ello, sentía aún más resentimiento por su hermano.

Zayn había logrado conseguir algo que ella luchó, y lo odiaba por ello. Antes dijo que no quería causarle dolor a su hermano, cuando éste estaba deprimido y destrozado, le afectaba verlo así, pero ahora había cambiado de perspectiva. Ahora tan sólo quería verlo sufrir, quería vengarse, de los dos. La habían lastimado, ella se sentía realmente herida. Cualquiera que fuere su plan, Liam y Zayn la pasarían realmente mal.

De eso estaba completamente segura.

Entrometiéndose en la habitación de su hermano mientras éste estaba en el baño, Kathryn rebuscó en el móvil del susodicho un contacto en especial. Al obtenerlo volvió a su habitación, y sentándose en la cama, marcó.

-¿Hola? –Se escuchó en la otra línea, Kathryn sonrió con sagacidad.

-Hola Lou. Soy yo, Kath.

-¿Kath? –Preguntó, pensativo. La castaña, con cara de pocos amigos rodó los ojos.

-Kathryn Malik, la hermana de Zayn –murmuró.

-Ah, ya. Kath, jeje –se rió teatreramente. Él no había tenido ningún tipo de inconveniente con ella, pero que a todos le cayera mal, ocasionaba que él sintiese lo mismo-. ¿Y qué se te ofrece? Es muy raro que me llames ya que nunca hemos hablado, sólo una vez, cuando fui a tu casa. Eso fue hace mucho tiempo.

-Tan sólo quería saber si podrías darme la dirección de tu casa –respondió, la línea quedó en silencio-. Necesito hablar con Liam.

-¿Y por qué no se la pides a él? –Preguntó, tratando de no ser grosero.

-Liam y yo no nos hablamos, quiero ir para arreglarlo. No sé si me entiendes.

-Uhm... no sé si sea correcto –negó para sí mismo Louis, recordando todas las cosas que le contó Zayn sobre ella.

-¿Por qué lo dices? Si es por todo lo que pasó, no debes preocuparte. En todo este tiempo he estado pensándolo y me comporté como una estúpida, Liam merece una disculpa. –Acotó, pareciendo sincera. Louis volvió a dudar.

-Antes de disculparte con Liam deberías hacerlo con Zayn, me parece que él es mucho más importante en tu vida que mi primo –dijo Louis, suspirando-. ¿Ya lo hiciste?

-Claro, ¿quién crees que me ha dado tu número? –Se rio internamente-. Ya está todo bien entre mi hermano y yo, no te preocupes. Lo quiero, estoy muy arrepentida.

Stand Up // ZiamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora