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-¡Hasta que por fin llegas! Creí que habías asesinado a Zayn y escapado a otro país –bromeó el ojiazul, acostado en la cama de Liam, quien lo fulminó con la mirada al verlo.

Louis siempre había sido confianzudo, pero a veces se excedía.

-¿Qué haces en mi habitación? –Preguntó, dejando su chaqueta en el sillón de su cuarto, Louis sonrió resplandeciente.

-Estaba esperándote. He estado intrigado toda la tarde –respondió, estirándose sobre las sábanas azules y blancas de la cama de Liam.

-¿...Y para qué? –Volvió a interrogar el ojimarrón, sentándose a un lado de la cama y deshaciéndose de sus zapatos.

-¡Pues porque te extrañaba! –Dijo con ironía, Liam volteó a mirarlo con una ceja enarcada-. Se supone que quiero saber cómo te fue con Zayn, ¡duh!

-Normal. –Se encogió de hombros.

Él sabía que la palabra normal no era la indicada para describir su tarde. Había sido diferente, pero de igual manera agradable. Y la había pasado bien.

Y tenía años que no la pasaba realmente bien.

-Ujum –murmuró Louis-. Apuesto a que llamo a Zayn y no me dirá que la pasó "normal" –Liam se volteó a ver a su primo, incrédulo. ¿Por qué no le creía? Eran contadas las veces que Liam la pasaba bien, no sería tan difícil de creer que ese día la pasó igual que siempre.

-¿Qué quieres decir con eso? –Preguntó.

-Que sé que la pasaste bien, pero tienes miedo a decírmelo. ¡Tranquilo, no le diré a Zaynie! –se burló. Liam achinó sus ojos y negó levemente, dejando de mirar a su primo.

-No seas tan idiota Louis. Espero que estés feliz, todo esto ha sido tu culpa –murmuró. El ojiazul enseguida se puso de pie y caminó frente a su primo, con gesto indignado.

-¡¿Mi culpa?!

-Sí. Tú y tu estúpido empeño en que me disculpara con Zayn ha causado que me invite a salir –rodó los ojos mientras hablaba, Louis sonrió.

-Yo no te he obligado a aceptar su invitación –levantó las cejas una y otra vez. Liam rodó los ojos una vez más-. ¡Acepta que no pudiste decirle que no!

-Sí, lo acepto. Pero fue sólo porque me sentí muy mal después de decirle eso... que le dije –admitió. Su primo volvió a sonreír.

-¿Cuándo Liam Payne se arrepiente de lo que dice? –Canturreó.

-Pues ayer, ahora jódete. –Se puso de pie y lo corrió de su habitación-. Buenas noches, Louis –ironizó y trancó la puerta en la cara sonriente de su latoso primo. Suspiró y masajeó sus ojos.

Louis no podía ser más intenso.

...

La mañana siguiente amaneció lluviosa. Ahora era tiempo de acostumbrarse al nuevo clima nublado y frío. Aunque tampoco era muy diferente al de todos los días. Tampoco es que fuese un problema. A Liam no le molestaba. Y a Liam le molestaban muchas cosas.

Se peinó el cabello y cogió su teléfono para salir. La luz parpadeaba, solía activar el modo silencio en la noche. Así evitaba cabrearse si un idiota le fastidiaba sus horas de sueño.

Había un mensaje, el identificador decía "Zayn" y puso los ojos en blanco a la vez que lo abría.

"De veras la pasé muy bien, espero que podamos repetirlo :) xx"

Guardó el móvil en su bolsillo luego de leer el mensaje y salió de su habitación. La chillona voz de Louis se escuchaba parlotear en el primer piso y supuso que ese día tampoco tendría calma, justo como solía ser antes de que el castaño llegara a Londres, nuevamente.

Se despidió de su mamá a la vez que le indicaba a Louis que se les hacía tarde, señalando el reloj en su muñeca. Louis corrió detrás de él, y al salir de la casa, se encaminó hasta su auto.

-¿Qué tal? –Miró a su primo, quien tenía cara de descansado-. ¿Dormiste bien?

-Sí. –Respondió Liam y se subió a su auto. Louis se encogió de hombros y bajó la ventanilla luego de que ocupó su asiento-. Pasaré por Harry, su auto se averió.

-Está bien –dijo un desinteresado Liam, arrancando y perdiéndose en la calle, conduciendo a toda velocidad hasta su universidad.

Llegó más tarde de lo habitual, aunque tampoco era de preocuparse. No era de real importancia la clase que tenía a esa hora.

Apagó el auto y notó que otro más se estacionaba a su lado. Lo había visto antes, y de inmediato lo reconoció como el de Zayn. Susurró algo internamente y bajó del coche, topándose con el moreno bajando del suyo y mirándolo por encima del techo, le sonrió abiertamente.

-¡Hey, Liam! –Liam hizo una mueca similar a una sonrisa y asintió, al parecer, Zayn había llegado sin sus amigos, y para la mala-buena suerte de Liam, seguro se le pegaba como un chicle.

-Hola –cerró la puerta del auto y salió del atasco, encontrándose con un feliz Zayn, caminando a su lado, sin siquiera haberle pedido si podía ir junto a él.

-¿Qué tal? –Preguntó Zayn-. ¿Tienes clases ahora?

-Uhm... sí –respondió, Zayn rio encantado. Tenía que controlarse, tenía que ir con calma, pero cuando tenía a Liam cerca, era casi imposible hacerlo.

-Claro, que tonto. Se supone que tienes clases –se golpeó de manera teatrera la frente, intentando, de algún modo, hacer reír a Liam. Tan sólo consiguió una mirada rara por parte él-. Es sólo que ahora, justo ahora, no tengo clases, y pensé, que quizás... tal vez, podríamos...

-Lo siento Zayn, eso fue ayer –trató de sonar amable, Zayn se calló y bajo de pronto la mirada. Liam lo notó y se aclaró la garganta, pensando en qué decirle para que no creyera que estaba evitándolo de nuevo-. Si no entro a esta clase, seguro logro que me pongan una sanción, o lo que sería peor, perderme algo importante y reprobar un parcial, supongo que nos podemos ver después.

Y enseguida se arrepintió de eso.

-¡¿En serio?! Eso quiere decir que tienes la tarde libre, ¿no? –Sonrió anchamente. Liam se apuntó con un arma el cráneo, mentalmente. No podía ser más tonto-. ¡Podríamos salir de nuevo! Digo... si es que quieres.

Liam soltó un suspiro amargado, pero al ver la cara completamente feliz de Zayn, algo en su interior le advirtió que sería un ogro si le rechazaba, así que juntando todas sus fuerzas, movió apenas su cabeza en un asentimiento. La sonrisa de Zayn se volvió aún más gigante, si era posible, y Liam le correspondió curvando la comisura de sus labios.

Zayn podría acostumbrarse a verlo sonreír.

-¡Bien! Nos vemos a la salida, y esta vez no me hagas esperar tanto, por favor –rogó el pelinegro, Liam volvió a asentir, pero al parecer del castaño, Zayn no tenía intenciones de separarse de su lado todavía, de modo que continuó caminando hacia su destino, con los pasos del morocho siguiéndolo-. ¿Y a dónde iremos? ¿Qué vamos a hacer? ¡Mi hermana me dijo que hay una peli en el cine muy buena! O también podríamos ir al zoo, ¿te gustan los animales? ¡A mí me encantan! Sobre todo los perros grandotes, cuando era pequeño tenía uno, pero lo atropelló un auto, ¡lloré por una semana entera!

-Zayn... -lo detuvo Liam, evitando no reírse en la cara del azabache. Zayn se sonrojó de pies a cabeza y tapó su rostro avergonzado-. Respira. No sé a dónde iremos, pero tienes toda la mañana para pensarlo.

-Lo siento –murmuró, apenado. Ahora sí que parecía una quinceañera enamorada.

-No hay problema –le aseguró el castaño. Zayn, aún con las mejillas rosadas, subió su mirada hacia la avellanada de Liam, y sin esperárselo, el castaño le regaló una preciosa sonrisa, mostrándole sus blancos dientes. El corazón de Zayn retumbó en sus oídos y le dolió el pecho.

Aquello era lo más perfecto que sus ojos habían visto jamás.

Stand Up // ZiamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora