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El moreno permanecía boca abajo en su cama, mordiendo su labio inferior con fuerza para contener su rabia. La habitación estaba a oscuras, pero podía escuchar con claridad los gritos de su mamá y su hermana en la planta baja. Veinte minutos y no habían parado de discutir.

Sentía que iba a explotar, nunca en su vida había estado tan cabreado con Kathryn, era una puta sinvergüenza. Aún no entendía cómo había podido actuar de aquella manera frente a Liam y frente a él. Descarada.

Aunque ella no sabía lo que Zayn sentía por Liam, pero seguro que debía suponerlo.

Malik sintió sus ojos aguarse repentinamente en cuanto una imagen real se recreó frente a sus ojos, entrometiéndose en su mente, en sus pensamientos.

Su hermana follando con Liam.

Cerró los puños con intensidad, sintiendo como sus uñas cortas se le clavaban en la carne. Una lágrima de puro enojo se le soltó del ojo, caliente y salada. Odió a Kathryn, la odió con toda su alma. Pero era su hermanita...

El sonido de su teléfono lo hizo salir de su burbuja de furia y lo cogió. La pantalla alumbraba la oscuridad, y el nombre en ella le hizo tragar en seco. Sintiendo el corazón palpitante en el cuello.

Liam.

Uno, dos, tres mensajes había recibido, pero los ignoró. Estaba colérico y no quería desahogar su rabieta contra Liam. No al menos si no quería que todo se fuera a la mismísima mierda.

Pero ahora Liam lo estaba llamando, y no sabía muy bien qué sería lo mejor para hacer, pero de lo que si estaba seguro era que aquello no pasaría siempre, y que no podía desechar la oportunidad como lo haría con una bolsa de basura. De alguna manera, él reunió todo el coraje que a su cuerpo le faltaba, y exhalando con fuerza, llevó el teléfono a su oreja.

-¿Sí? –Dijo tímido, tratando de que no le temblase la voz y manejando calmar su reciente rabia.

-¡Hombre, Zayn! –Exclamó Liam. El cuerpo del moreno dio un tirón al escucharle, cerrando los ojos y deleitándose con aquella cautivadora voz-. Creí que tampoco me ibas a coger la llamada.

-Lo siento -se disculpó.

-¿Por qué siempre te disculpas? Creo que yo soy la persona que menos disculpas merece –dijo, con un tono relativamente serio. Zayn tragó saliva y dio vuelta en la cama, apoyando su espalda en ésta.

-No lo sé. Supongo que es la costumbre –murmuró-. Pero esta vez sí que te mereces mis disculpas. Una por el espectáculo que di en la cena. Dos por haberte ignorado.

-No hay cuidado –soltó Liam, con una apenas audible risa para los oídos de Zayn, quien sonrió por pura inercia-. Sólo quería saber que estabas bien. Estabas tan cabreado que podrías haber hecho una locura.

-Y casi la hago.

-¿Qué? –Le preguntó, riendo otra vez. Zayn se estremeció y suspiró.

-Casi bajo y le arranco la cabeza a mi hermana –susurró con saña.

-A todo esto, ¿qué demonios fue eso? –Interrogó el castaño. Zayn negó, sabiendo que él no podría verlo y sabiendo, también, que no podía decirle la verdad.

-No lo sé... sólo me molesté –dijo con simpleza.

-Ajá –Liam incrédulo, soltó un suspiro demasiado fuerte.

-De verdad... uhm... -dijo Zayn, pensativo-. Digamos que soy un poco celoso con mis amigos. Ella siempre quiere hacer lo mismo –mentira.

-¿Hacer qué?

Stand Up // ZiamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora