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El día en el que tuvieron que partir de regreso a la ciudad y sus problemas, Zayn estaba literalmente cagado, pero aunque Liam le insistió en acompañarlo a su casa y por ende, hablar con sus padres evitando la muerte de Malik, el moreno se negó rotundamente. Dejando a Liam en su casa, observó cómo, enfadado, el castaño azotaba la puerta del auto y entraba a regañadientes. Sin siquiera decirle adiós o darle un beso de despedida.

Zayn hubiera querido estar con Liam al momento de confesarle a sus padres sobre su actual relación, y también para que juntos explicasen la repentina fuga que improvisaron, pero, por otro lado, también deseaba evitar introducirse en más problemas, problemas que él sabía, dañarían todo lo que habían logrado construir en aquel tiempo. Por ejemplo, que sus padres pensasen que Liam no era bueno para él.

Y tratando de evitar aquello, reveló a su madre, luego de una ardua discusión en el momento que pisó su hogar, lo que estaba pasando últimamente. Él confiaba en su madre, y esperaba que Liam también pudiera hacerlo. Trisha sollozó de tristeza y abrazó a su hijo, pidiéndole disculpas y prometiendo no volverse a enojar con Liam, y también, con unas tremendas ganas de buscar al muchacho y abrazarlo igualmente.

Zayn sonrió, limpiando las mejillas de su mamá, y con una voz suave susurró-: Ahora Liam está conmigo, ya nada malo le pasará. Quédate tranquila, yo lo cuidaré.

Esa noche, el moreno encendió su teléfono, observando las muchas llamadas perdidas que de pronto aparecieron, de su madre, su padre y entre ellas, de Liam. No tardó en marcarle, y el escuchar la voz de Payne murmurando su nombre lleno de preocupación, lo llenó de extraña emoción. Así Liam hubiera estado molesto con él esa tarde, sabía que ya había pasado. Y sin poder evitarlo, el castaño salió disparado de su casa, trepando hacia la ventana de Zayn cuando estuvo abajo, como ya se había acostumbrado a hacer cada noche.

Sollozando, Zayn le confesó que le había contado a Trisha sobre su violación, pero en vez de molestarse, o incluso llorar, Liam sonrió, abrazando al azabache y besando su frente, afirmando que aunque pareciera increíble, aquellos maravillosos días junto a él hicieron que aquello ya no le afectara tanto.

Los días siguientes fueron monótonos, Liam, luego de una insufrible semana, aceptó las incontables disculpas de Louis, con un poco de resentimiento, pero aun así, con una sonrisa tintada en el rostro, y aunque pareciera improbable, se dejó abrazar por su primo y estrechó la mano de Harry, quien también le rogó por un poco de atención.

Parecía absurdo lo rápido que Liam había cambiado de humor, y definitivamente él también estaba sorprendido. Zayn permanecía feliz por el semblante de su novio, y agradeció a Niall y Harry por ayudar a sacarlo de sus problemas por unos días. Y el ánimo de Payne había logrado buenas reacciones a las personas que lo rodeaban. Ahora sus padres tampoco estaban tan deshechos.

Y como si fuera poco, luego de que la tensión se desvaneciera, Zayn y Liam hablaron con Louis y Harry, los cuales avergonzados, admitieron que se gustaban, y que tal vez, sólo tal vez, podrían llegar a intentarlo. Malik elevó una ceja, y negando con la cabeza se propuso lograr aquello, echándoles un empujón a los dos, por supuesto, con ayuda de Niall y Liam. Sus mejores aliados.

Metida en sus asuntos, Kathryn había dejado pasar muchas oportunidades las cuales estaban malditamente a su favor, pero ya se había cansado de siempre hacer lo mismo. Acusar a su hermano no estaba separándolo de Liam, más bien, lo había unido más, tanto así que ahora eran "novios". Ardió en cólera al escuchar esa palabra, era desagradable al vincularla con ambos chicos, y ella estaba comenzando a sufrir de migraña.

Se negaba rotundamente a rendirse, pero sus ideas comenzaban a escasear. No sabía qué podría hacer para separarlos, finalmente. O quizás, para tan sólo lastimarlos. Ella quería meterse en sus mentes y lograr algo impactante, que la convirtiera en un vil monstruo, en una bruja, le valía mierda. Si no podía separarlos, tendría que tomar otras medidas y hacerlos sufrir.

Y no podía estarse quieta hasta lograr su cometido. Tendría que hacerlo lo más pronto posible.

Marcó el número de su mejor amiga, y media hora después ésta estuvo sentada en la cama con funda rosa. Mirando a la castaña de ojos verdes tremendamente manipuladores, escuchando el silencio y sintiendo la maldad reinante en aquella habitación. Presentía que de su visita no saldría algo bueno, Oriana lo sintió en el tono de voz que utilizó su amiga al teléfono, y ya se estaba cansando de aquel absurdo juego de niñas.

-¿Para qué llamaste? —Preguntó la más alta, observando con semblante serio como Kathryn revisaba su teléfono, sonriendo pérfidamente.

-Necesito que me ayudes con algo —respondió, desviando la mirada hacia su amiga, quien suspiró pesadamente.

-No te ayudaré en nada que tenga que ver con tus planes psicópatas para destruir la felicidad de Zayn, nunca lo haré, lo sabes.

-Igual no es eso —trató de ser obvia, rodando los ojos ante la actitud de su amiga. No le gustaba que estuviera en su contra, y menos aún, del lado de su hermano-. ¿Puedes conseguirme una charla con Marcus Reynolds?

-No veo a Marcus desde hace años, Kathryn, él ahora está en la universidad. No veo cómo podría ayudarte en eso, además, ¿para qué quieres hablar con él? —Confundida, la pelimarrón disparó sus cejas hacia arriba.

-Es... algo que no te incumbe. ¿Aún mantienes contacto con Sarah? —Oriana asintió-. Bueno, ahí lo tienes, ¿ellos son hermanos, no? Pídele su número y me lo pasas, yo conseguiré la charla por mi misma —bufó.

-¿Y por qué no hablas tú con Sarah? ¿Por qué me metes en esto? Ni siquiera estoy segura de que quieras hacer algo beneficioso, ¿por qué habría de ayudarte?

-¿Qué de malo podría hacer con Marcus, Oriana? —Preguntó, sabiendo ella misma la respuesta a su pregunta. Negó con la cabeza-. Deja de ser tan paranoica, no mandaré a matar a Zayn ni nada de eso. Es más, él no tiene nada que ver, si eso te tranquiliza.

-No confío en tu juicio, Kath. Últimamente has estado haciendo unas cosas que te disocian por completo de lo que alguna vez fuiste. —Resignada, la más alta se puso de pie, mirando desde arriba el ceño fruncido de su mejor amiga-. Y yo no quiero seguir siendo tu amiga, no si sigues convirtiéndote en una bruja.

-Por todos los infiernos, Oriana, ¿qué te pasa? Decidiste esto en un mal momento puesto que ya Zayn y Liam no me importan, que hagan lo que quieran, sólo te estoy pidiendo un maldito e insignificante favor y sales con esto. ¡No puedo creerlo! —Alzó las manos teatreramente, notando el gesto compungido en la cara de Oriana, quien parecía debatirse internamente.

-¿Me prometes que no harás nada perjudicial con esta extraña petición? —Preguntó, cautelosa. Kathryn suspiró, y sonriendo asintió.

-Te lo prometo, Ori. Créeme, ya superé mi etapa neurótica.

-Está bien, te conseguiré el número de Marcus esta noche... confío en ti, Kath —murmuró, caminando hacia la puerta y echándole un último vistazo a la castaña, quien le regaló una sonrisa agradecida. Y cerrando la puerta a sus espaldas, Oriana se mordió el labio, dudosa, pensando en cómo rayos se había dejado convencer.

En la habitación, Kathryn jadeó de satisfacción. Si su memoria no fallaba, Marcus Reynolds por un poco de dinero, hacía cualquier cosa.

Stand Up // ZiamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora