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Liam abrió los ojos abruptamente, jadeando. Pensaba que tan sólo estaba teniendo un sueño jodidamente caliente cuando despertó por completo y sintió los gloriosos labios de Zayn envolviendo su polla.

Tan sólo se movió un poco hacia arriba, buscando una mejor posición y los ojos color miel del moreno se posaron sobre los suyos propios. Una sonrisa traviesa recorrió los labios ocupados de Malik, y sin parar ni un segundo, continuó chupando. Liam, en un gemido desesperado, desvió la mirada hacia el cuerpo del pelinegro, tirado de medio lado sobre la cama. Su mano subía y bajaba apresuradamente sobre su propia erección, ocasionando que Liam dejase caer la cabeza, gimiendo y cerrando los ojos a su paso.

Definitivamente, no había una mejor manera de despertar.

-Uhm –gruñó Payne, cogiendo la cabeza de Zayn, quien volvió a sonreírle-. ¿A qué se debe... esto?

El moreno tomó un momento, sacando el pene de su boca, se relamió los labios y sonrió resplandecientemente-. Sólo he amanecido caliente.

-Pues deberías amanecer caliente todos los días –gimió Liam, observando la erótica escena de Zayn lamiendo su falo.

Metiéndoselo una vez más en la boca, aumentó el ritmo que llevaba su propia mano, gimiendo en silencio y cerrando los ojos con fuerza. Estaba a punto de correrse y quería que Liam igual lo hiciese. Ocasionándose arcadas, intentaba introducir toda la polla del castaño en su boca, quien de momento se desesperó y cogió el cabello azabache con fuerza, gruñendo, jadeando.

Malik sintió como su orgasmo explotaba, derramándose sobre su mano y las sábanas, aquello fue un incentivo poderoso para el ojiavellana, quien no despegó los ojos de la acción, y sintiendo como la boca de Zayn lo succionaba una y otra vez, estalló en la boca del moreno. Sin avisar, sin arrepentirse. Tan sólo gimiendo de placer absoluto.

Creyó que era el fin, que era imposible excitarse tan pronto nuevamente, pero la imagen de Zayn lamiendo y derramándosele el semen de la boca lo hizo perder el aliento. Si aquello no era lo más jodidamente excitante que había visto jamás, no sabía qué lo sería.

-Bebé... creo que debes dejar de hacer eso –gimió Liam, Zayn alzó una ceja provocativo y pasando la lengua por toda la longitud, tragó demasiado fuerte. Liam casi pudo escuchar como su esencia bajaba por su garganta.

-¿Me llamaste bebé? –Preguntó, riendo. Liam se sonrojó, observando como el moreno intentaba tenerlo completamente duro de nuevo, masturbándolo lentamente-. Si no dejo de hacerlo, ¿qué pasa?

-Te follo ahora mismo –murmuró, extasiado.

-¿Y qué esperas para hacerlo? –Cuestionó atrevido. Aquello fue suficiente para Liam quien, de un salto se sentó, cogiendo al pelinegro por los brazos y besándolo fieramente. Peleando con su lengua, probando un poco de su propia crema.

Liam pasó sus manos por la espalda de Malik, acariciando, bajando lentamente y apretando sus nalgas. El moreno jadeó entre sus labios, ansioso, cogiendo la polla de Payne y tocándolo descaradamente, queriendo que éste, de algún modo perdiese el control.

-Estás jugando con fuego, Zaynie –gruñó, separándose de él y mirando los ojos cristalinos de Zayn. Sus labios rojos e hinchados, demasiado excitado para ser real.

-Quiero quemarme –susurró, cerrando los ojos para volver a besarlo.

No pudo.

El teléfono de Liam comenzó a sonar, atormentante, inoportuno. Como sólo en las películas ocurría. Zayn sintió la furia dominándolo, eso tenía que ser una broma.

Saliéndose de encima de Liam con brusquedad, cogió el aparato, ¡nadie le jodería su polvo mañanero!

Gruñendo, observó el identificador de llamadas, se rabió aún más.

Stand Up // ZiamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora