48, parte II

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-Tienes que estar bromeando, Zayn. ¡No puedes ir tan lento! –Se quejó Liam, unos pasos por delante del moreno, quien intentaba descifrar el caminar rápido con muletas-. No puede ser tan complicado.

-¿Alguna vez las has utilizado? –Preguntó el azabache, fulminando con la mirada a su novio-. Se me cansan los brazos, sí es difícil.

-Hubiera sido mejor llevarte cargado, así no tardábamos tanto –gruñó, rodando los ojos. Zayn se rio.

-Yo fui el de la idea, pero no querías llevarme cargado, así que no estás en posición de reclamarme nada –lo regañó-. Además, debería estar enfadado contigo por negarte a cargarme, se supone que tú haces todo lo que yo te pida.

-¡Já! –Sarcástico, continuó caminando hacia la heladería, aunque con unas tremendas ganas de reírse-. Zayn, no tengo toda la tarde. ¡Si no llegas en cinco minutos a la puerta, no habrá helado!

-Yo puedo comprármelo, no me importa –contestó, apurando el paso-. Y en lugar de estar diciendo todas esas estupideces deberías estar aquí, ayudándome. ¡Eres el peor novio del mundo!

-¡Bien, puedes comprártelo tú, pero luego verás como llegas a tu casa porque yo me voy! –Dijo Liam, cruzándose de brazos y sacándole la lengua de manera aniñada, Zayn negó con la cabeza y miró a los lados, topando su mirada con un chico cruzando el estacionamiento.

-Ya sé cómo lo haré, ¿ves a ese chico precioso que va allí? Se llama Tyler y es mi ex. Creo que aún le gusto, y definitivamente él está buenísimo. Podríamos incluso divertirnos un poco de regreso a casa –sentenció el moreno, notando como la cara de Payne se mostraba completamente seria, riéndose internamente miró en dirección al chico nuevamente-. ¡Tyler. Hola Tyler!

El rubio de ojos castaños volteó hacia la figura del moreno, quien no tardó en alzar la mano en modo de saludo, escuchando como seguidamente resonaba la muleta al impactar contra el piso. Las mejillas rojizas de Zayn lograron que el muchacho se riera, y subiéndose a su auto, negó con la cabeza. Nunca faltaba un loco en la calle.

-Maldito Tyler, ¡jamás regresaré contigo! –Gritó Zayn, moviendo su puño cerrado en el aire. Escuchó la carcajada de Liam detrás de él y se volteó, mirando como su novio aún permanecía con los brazos cruzados y una ceja en alto-. Él... creo que se puso nervioso, ya sabes, ha sido mucho tiempo sin vernos.

-Eres tan estúpido –negando con la cabeza, se acercó al cuerpo del moreno, y agachándose para recoger la muleta, se volvió a reír-. ¿No estás cansado de pasar tanta vergüenza en la calle?

-Cállate –murmuró el ojimiel, arrebatándole de las manos la muleta a Liam y reanudando su camino-. Tyler me ha roto el corazón.

-¿De verdad se llama Tyler? –Preguntó Liam, sonriendo y caminando al paso de Zayn, quien esta vez, iba más rápido.

-¡Y yo qué sé! ¡Nunca en mi vida lo había visto!

-Ya –susurró Liam, negando levemente con la cabeza-. ¿Nunca cambiarás, cierto?

-Por supuesto que no –y guiñándole un ojo, logró llegar hasta la puerta de la heladería, pasando antes que Liam, quien le sostuvo la puerta como un caballero lo haría con su damisela-. Recién ahora me entero que yo soy la mujer de esta relación.

-¿Si no eras tú, quién más lo sería?

Riéndose de su propia broma, Liam observó como Zayn puso los ojos en blanco, y curioseando como éste se dirigía a una mesa, caminó hacia la caja para así, poder pedir los helados.

Había ido esa mañana a la clínica, sin importarle mucho lo poco que había logrado descansar esa madrugada. Luego de unas horas le dieron de alta a Zayn, y diciéndole a Trisha que ellos estarían en casa un rato después, esperó pacientemente que Zayn llegase hasta el auto para salir disparados a la heladería, como había prometido al moreno.

Stand Up // ZiamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora