30, parte I

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Era un día soleado, de los que rara vez ahora se miraba, pero aun así, la brisa reinaba en la ciudad de Londres. Los árboles comenzaban a quedar calvos gracias al otoño, pero aquella era la estación preferida de Zayn, al cual le encantaba el chirrido de las hojas secas al pisarlas, y debido a esto, no dudaba en saltar sobre ellas cual niño pequeño.

Liam se reía de ello mirándolo tan emocionado, ambos caminaban por el patio de la universidad, entre clases. Decidieron que ese día en específico, ninguno tenía ganas de sentarse en un pupitre y escuchar a un viejo profesor, tampoco querían estar separados por mucho tiempo, y en estos días, las clases resultaron ser un problema para ellos.

Ahora estaban dando vueltas alrededor de la universidad, hablando incoherencias y riéndose de todo. El moreno casi sentía ganas de llorar, sus chistes no eran tan buenos como para sacarle tanta risa a su amigo, pero el hacerlo lo regocijaba de felicidad.

-Oye Li –canturreó el pelinegro, echando un vistazo atrás y esperando a Liam, el cual lo seguía con paso tranquilo-. ¿No nos meteremos en problemas por saltarnos las clases?

Liam se rio de nuevo-. Ya no estamos en el colegio, Zaynie. Acá al único que le importa si te saltas las clases o no, es a ti mismo –respondió, encogiéndose de hombros.

-Pero... -Zayn se detuvo, pensativo. Luego de unos segundos se cruzó de brazos y miró con mala cara al castaño-. La segunda vez que íbamos a salir, ¿recuerdas? Te pregunté si podíamos y respondiste, cito: "Si no entro a esta clase, seguro logro que me pongan una sanción", ¿eso quiere decir que me mentiste? –Preguntó ofendido-. ¡No querías salir conmigo!

El castaño abrió los ojos como plato, ¿cómo podía Malik acordarse con exactitud de algo que había dicho hacía meses? Estaba completamente loco, pero aquello no evitó que sus mejillas se sonrojaran con vergüenza.

-Sí quería, por algo te dije que..., después!

-¡Pero...! ¡No! –Indignado, le dio la espalda y continuó caminando. Liam soltó una risilla y apresuró su paso, alcanzando al moreno y rodeándolo de la cintura. Apoyó su quijada en el hombro de éste y dejó un sonoro beso en su oído-. ¡Liam! ¡Te odio!

El susodicho soltó una carcajada estruendosa mientras un Malik muy enfadado se alejaba de él a paso presuroso. Odiaba esos besos con su vida, aunque provinieran de Payne.

-¡Zay! –Gritó el ojimarrón, comenzado un ligero trote hacia su objetivo, que, aún permanecía con los brazos cruzados y, bajo el pensamiento de Liam, haciendo pucheros-. ¿De verdad estás enfadado?

Silencio.

-¡Zayn! –Se burló el menor, llegando a su lado y metiendo su brazo por el hueco que dejaba el de Zayn. El moreno gruñó-. Lo siento, no creí que te molestarías tanto. Para empezar, ¿por qué estás bravo? ¿Por el beso o por lo otro?

-¡Sabes que odio esos malditos besos! –Gritó-. Y por lo otro... me siento herido.

-En ese entonces no me caías muy bien, pero ahora sí. Eso es lo que cuenta, ¿no? –Sonrió, mirando con insistencia al pelinegro, el cual no evitó sonreír también.

-¡Estoy enojado, no hagas eso! –Se alejó nuevamente, causando que Payne riera una vez más.

-¿Hacer qué?

-¡Eso! Hacerme sonreír, cuando estás enojado no sonríes. Eso te enoja más –murmuró, mirando con un desdén falso al castaño y juntando demasiado sus negras cejas, pareciendo éstas una línea oscura sobre su frente.

-Eso es simplemente estúpido.

-Todo yo soy estúpido, si no te gusta, eres libre de irte –soltó el pelinegro, indiferente y retomando su caminata.-¿Qué tengo que hacer para que te desenojes? –Preguntó Payne, caminando con parsimonia unos pasos por detrás de Malik, éste no respondió-. Zayn...

Stand Up // ZiamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora