Me acosté en la cama, pero no podía dormir. Mi mente estaba llena de los recuerdos del día, y aunque estaba cansada, no lograba encontrar el sueño.
Después de dar vueltas en la cama durante un rato, decidí salir de la habitación. Necesitaba aire fresco y un poco de tranquilidad para calmar mis pensamientos. Salí del cuarto y caminé hacia la habitación de Ian y Fede, esperando que alguien estuviera despierto.
Golpeé suavemente la puerta y, para mi sorpresa, Fede abrió casi de inmediato. Parecía que tampoco había podido dormir.
Como iba a poder dormir si el flojo se durmió en la tarde.
—¿Qué haces despierta? —preguntó en voz baja, tratando de no despertar a Ian.
—No podía dormir —respondí
—Y...¿Quieres que te cante una canción de cuna para dormir? - dijo riendo
Uhmmm ok, pense que me iba a proponer unos besos o algo asi, ok Federico, entiendo.
—¿Y tú por que estas despierto?
—No me gusta dormir en otro lugar que no sea mi cama, aparte de que me da un poco de miedo - respondió Fede
—¿Miedo? —pregunté, sorprendida— ¿De qué tienes miedo?
—De lo desconocido, supongo —dijo, rascándose la nuca— Las sombras se ven diferentes en un lugar extraño, los ruidos son más intensos. Es una tontería, lo sé.
—No es una tontería, Fede —respondí, con una sonrisa comprensiva - Pero eso te pasa por comprar payasos diabolicos en la deep web
Fede se rió, sacudiendo la cabeza.
—¡SI SE VAN A BESAR QUE SEA EN OTRO LUGAR, DEJENME DORMIR BOLUDOS LA CONCHA DE LA MADRE! - gritó un Ian enojado desde la habitación.
Fede y yo nos miramos y nos reímos en silencio, tratando de no hacer demasiado ruido.
—¿Te gustaría dar un paseo por la playa? —sugirió Fede—. Quizás el aire fresco nos ayude a ambos a relajarnos.
Sonreí, aliviada por su propuesta.
—Me encantaría.
Salimos del hotel y nos dirigimos a la playa. La noche estaba tranquila y el sonido de las olas rompiendo en la orilla era relajante. Caminamos en silencio por un rato, disfrutando de la calma del entorno. La luna brillaba sobre el agua, iluminando el océano con una luz plateada.
—Es hermoso —dije fascinada por la vista — La luna esta super linda - dije mientras la señalaba con emoción, como si fuera una niña pequeña.
—Tú estás más hermosa que la luna —dijo Federico suavemente.
Sentí que mi corazón daba un vuelco y mis mejillas se sonrojaban, pero traté de no demostrarlo demasiado. A pesar de mis intentos, no pude evitar sonreír.
—Gracias, Fede —dije, bajando la mirada tímidamente.
Caminamos un poco más antes de decidir sentarnos en la orilla de la playa. El agua nos rozaba suavemente los pies y el aire fresco de la noche nos envolvía.
—¿Cuándo vamos a volver? —le pregunté, rompiendo el silencio.
—En la mañana —respondió Fede— Pero antes de irnos, tengo una sorpresa para ti.
—¿Una sorpresa? —pregunté, intrigada— ¿Qué clase de sorpresa?
Fede sonrió misteriosamente.
—Si te lo digo ahora, no sería una sorpresa, ¿verdad?
Suspiré, pero no pude evitar sonreír.
—Está bien, esperaré.
Nos quedamos en silencio por un momento, simplemente disfrutando de la tranquilidad de la noche.
—Además, también tenemos que volver para recibir al chupa pijas Parce —añadió Fede.
—Tienes razón —dije riendo.
Nos quedamos sentados en la orilla, hablando de todo y de nada, compartiendo recuerdos y risas. La conexión entre nosotros se sentía más fuerte que nunca. Finalmente, cuando el frío de la noche comenzó a ser más notorio, decidimos regresar al hotel. Caminamos de regreso en silencio, pero con una sensación de paz y gratitud.
Esa noche, mientras me acomodaba en la cama, sentí una profunda calma. Sabía que momentos como este eran los que realmente importaban, y me sentí agradecida por tener a Fede e Ian en mi vida. Con una sonrisa en los labios, finalmente me quedé dormida.
...
El nuevo día comenzó. Me desperté temprano, sintiéndome emocionada por lo que el día tenía preparado. La luz del amanecer se filtraba suavemente por las cortinas del hotel, pintando el ambiente con tonos dorados y cálidos. Sin perder tiempo, me levanté con energía y decidí ir a despertar a Ian y Fede para empezar el día juntos.
Caminé hacia la habitación de los chicos y, sin pensarlo dos veces, entré sin aviso.
—¿Qué pasa, Fede? —pregunté con preocupación al verlo tomar medicinas— ¿Estás bien?
Fede se giró hacia mí, sonriendo gentilmente.
—No te preocupes, Yas. No es nada grave.
Asentí, aliviada de escuchar eso.
—Bueno, asegúrate de descansar y tomar agua —le aconsejé, antes de salir para evitar que la incomodidad comenzara.
Decidí animar el ambiente y evitar cualquier tensión futura, así que agarré una almohada y la lancé suavemente hacia Ian, que aún dormía profundamente en su cama. Ian es conocido por ser bastante gruñón cuando lo despiertan, pero esta vez la almohada no fue suficiente. Fede y yo nos miramos con complicidad y comenzamos una batalla de almohadas para despertar a Ian de una vez por todas.
—Son unos hijos de puta - dijo Ian mientras se tapaba el rostro con la sabana
Entre risas y protestas de Ian, finalmente logramos que se levantara y nos unimos los tres para ir a desayunar. El ambiente en la mesa era alegre y bullicioso. No pude evitar preguntarle a Fede repetidamente sobre la sorpresa que tenía preparada para mí.
—Vamos, Fede, cuéntame, ¿qué es esa sorpresa? —pregunté emocionada, mientras servía jugo de naranja en mi vaso.
Fede solo sonreía enigmáticamente y se negaba a revelar cualquier detalle, lo que solo aumentaba mi curiosidad y entusiasmo.
Después del desayuno, decidimos ir a la playa. El sol brillaba alto en el cielo y el día prometía ser perfecto. Caminamos por la arena, disfrutando del sonido de las olas y la brisa marina. Mientras tanto, yo no dejaba de especular sobre la sorpresa de Fede.
—¿Todavía no me dirás qué es? —pregunté, haciéndome la intrigada.
Fede se detuvo de repente y sacó algo de su bolsillo.
—Bueno, Yasmin —comenzó Fede, con una sonrisa nerviosa— Aquí está la sorpresa....
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En mi próxima vida ; Fede Vigevani
Fanfic¿Crees en las vidas pasadas? Hay cosas que pasan por algo, hay otras que por algo no pasan. Una mesera, un youtuber famoso y una futura historia de amor. ¿Que podría salir mal?