Capitulo 41

58 8 0
                                    

A la mañana siguiente, me desperté sintiéndome renovado y totalmente relajado. Ni siquiera estaba tan relajado el primer día que dormí en una cama muy cómoda por primera vez en 8 años. Era como si me hubiera quitado un peso de encima.

Me estire y me dí cuenta de que estaba completamente desnudo. Desnudo como el día en que nací. Me sentí confundido por un momento antes de que los recuerdos de la noche anterior volvieran a mi.
Enterré la cabeza en la almohada y grite.

¡Oh dios mío! ¿Que voy hacer? ¿Cómo me enfrentó a el? ¿Por que me deje llevar tanto por mis emociones y necesidades? Culpo a Xiao Zhan.

Oye, fuiste tu quien le rogó que te llevará. Yo no controlaba tu cuerpo. Sin embargo, no puedo decir que no disfrutaba de los momentos, aulló alegremente en mi cabeza y volví a enterrar la cara entre mis manos.

Tenía razón. Con gusto volvería a pasar por todos los dolores si eso significara que volviera a experimentar lo de anoche. Está vez grité contra la almohada con el culo al aire. Recordé las sensaciones que despertó en mi cuando me tocó entre las piernas.

Arrastre lentamente los dedos hasta el mismo lugar y donde el había puesto las suyas la noche anterior y frote mi miembro que estaba allí. Me sentí bien, no tanto como con los dedos de Wangji, gemì un poco.

¿Cómo es que nunca lo había hecho? Pensé mientras frotaba arriba y a bajo con un poco de fuerza, provocando la misma sensación extraña que me había invadido el estómago cuando Wangji me había tocado en la noche. Imaginando que eran sus manos las que estaban sobre mi. Y me vine como la noche anterior, jadeando cuando por fin baje de mi subidon.

La voz de Wangji llegó ronca desde la puerta y gire la cabeza tan rápido en su dirección que creo que me rompí algo en el cuello.

Wangji, buenos días, tartamudie, claramente por envolver el edron alrededor de mi cuerpo. Ayer por la noche te vió entero, ¿Por qué te molestas en ocultarle tu cuerpo? Deja que te devore como lo hizo por la noche. No tienes por qué ser tímido, ronroneo Xiao Zhan en mi cabeza y me puse rojo de vergüenza.

Cierra el hocico, zorro cachando, le grite en mi cabeza mientras intentaba manter un rostro neutro.

Lan Wangji sonrió satisfecho mientras se acercaba y yo me moví hacia atrás en la cama tanto como pude. Buenos días, cariño. Espero que hayas descansado bien. Pregunto y yo asentí.

No queriendo ser grosero, le pregunté si el también había disfrutado de su noche. ¿Que tal tu noche también? Le pregunté en voz baja. Sus ojos se iluminaron con picardía mientras se sentaba al borde de la cama.

¿Y eso por qué? Pregunté con curiosidad, pero me arrepentí casi de inmediato. Tu cuerpo no me dejó dormir en toda la noche. No podía sacarme tus gemidos de la cabeza y el modo en el que tú cuerpo reaccionaba a mis caricias puso a prueba mi paciencia toda la noche, dijo mordiendode suavemente los labios inferiores mientras me miraba fijamente.

Enterré la cara en el edron y el se echó a reír. Tengo que admitir que su risa era tan masculina y sexy que me dieron ganas de saltarle encima.

Deja de meter e esos pensamientos en la cabeza, Zhan. Chico ¿Hasta me has bloqueado y es culpa mía que te has esos pensamientos? Admite que tú eres más cachondo que yo.

Tenía razón. Todo era culpa mía.

He hecho el desayuno, puse cara de sorpresa por esa frase. No me mires así, se hacer desayunos sencillos, dijo antes de reírse.

Para ser sincero, me sorprendio que Wangji me hablara tan despreocupadamente. Me gustaba, pero tenía la sensación de que aquello ni iba a durar, pero me la sacudí. Vivamos el momento.

Un lobo en la oscuridad 🌑🐺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora