21. La Mensajera

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Tifón

- El hombre de allá adentro vive enojado es parte de, pero si no quieren que sus extremidades aparezcan por toda la casa entonces pónganse a hacer su trabajo.

!No quiere escuchar los lamentos de quién ya no es ni será jamás el jefe.

Habló con severidad apuntando a los pocos hombres que quedan bajo la órdenes directas de Benjamín Zerboni, quienes lo acompañaron para ir a ver la masacre que hubo en esa casa y ahora tiemblan porque el Satán ha dado una orden, su padre será servido por supuesto pero ya nadie mueve un solo dedo en la organización sin que él lo sepa.

- Ahora te pones en mi contra - escucho la voz del padre del diablo.

- ¡Perro traidor!, fui yo quien te puso aquí y ahora haces esta basura, mi hijo muerto, quien pensé era mi hombre leal dándome la espalda y mi orgullo, mi creación robándome a mi nieto. ¿Dónde está mi nieto?.

- En la habitación - respondo viendo que está casi perdido. - Gianna...

- !¡Cállate! - saca el arma apuntando a mi cabeza y puedo decir que me da hasta pena. - Esa niña no es mi nieto - tiene los ojos llenos de lágrimas.

- ¡Quiero a mi nieto!.

- La tienes adentro - da un paso Maximilian. - Gianna está descansando.

- ¿Gianna? - se ríe su padre de forma casi histérica bajando el arma. - Le pusiste nombre. ¿Por qué me robaste a mi nieto Max? - grita con fuerza - Me quitas a mi hijo y ahora a mi nieto.

La guerra entre padre e hijo está aquí y no llueven balas ni insultos, son solo miradas, las dagas frías del Satán observan la decadencia de un hombre poderoso como Benjamín que ahora asegura que la criatura no es una Zerboni, comprendo el shock de todos, lo que ha pasado ha sido un infierno tras otro y se supone que hombres como nosotros no perdernos la cabeza, sin embargo, siempre supe que la guerra entre hermanos sería la ruina de alguno.

El padre súplica que le den al heredero, que la tradición es una, que Antuan le dijo muchas veces que esperaba a su hijo con ansias, que Max mató a su hermano y mierda que ya sabemos, Sarah Miller es un nombre que se repite demasiado en la boca de quién era mi ex jefe, el nombre está maldito para él y su histeria es algo que aburre con facilidad a su hijo que estira la mano para que se levanté.

- Hijo - se pone de pie - Por favor - está destruido y es penoso - El bebé.

- Papá - es la primera vez que escucho la voz de Max tan tranquila.

- Te juro por mi alma que si no te callas me olvidaré de quién eres y tú cabeza va a adornar todos mis trofeos - la tranquilidad se esfuma cuando habla con frialdad y ordena que lleven a Benjamín a la habitación.

- ¿Qué haces? El no la quiere.

- Nadie necesita quererla, con que sepan quién es y tengan claro cuáles son las consecuencias de sus actos es suficiente. Háganle la puta prueba de ADN.

Da la orden, la habitación está en silencio absoluto y me preocupa ver a la niña que no se mueve por lo que me acerco a la incubadora y respiro cuando veo que está descansando, increíblemente creí que esté mundo te arrancaba el alma me doy cuenta que no es así pues la fragilidad de Gianna te parte el corazón y al mismo tiempo me hace sentir enorme porque su pecho está lleno de chupones y cables que estabilizan su presión, sus piernas tienen las marcas de los pinchazos que aún la van a acompañar por la saturación, el balón de oxígeno es grande para sus pequeños pulmones, el morado que tiene su brazo no lo puedo entender está una bebé pero aquí está y todo me lleva a recordar la única vez que Max se enfermó y fue muy malo.

Huyendo de Italia el niño de 3 meses de vida recibió una bala, esa fue su primera marca, la que tiene en el mismo lugar que tiene Gianna el morado.

- Haré esto con mucha tranquilidad porque sé cuál será el resultado - habla Benjamín poniendo el brazo para que le saquen la sangre. - ¿Más agujas para la niña? - pregunto y veo que solo toman unos mechones de su fino cabello.

- ¿Qué te dije? - escucho a Max que parece que le molesta la herida pero ni se inmuta - No quiero que te hagas ideas estúpidas, no habrá nada a su alrededor que la haga débil - espeta molesto.

- ¿Cuánto demora está estupidez?

- Una semana - responde el biólogo.

- Prepara todo, nos vamos en una semana a New York, se están haciendo más de una prueba genética para que certifiques que Gianna - habla Max - es una Zerboni - el orgullo me llena - tu mismo puedes quedarte aquí todos esos días pegado a esas máquinas si te da la gana - se sigue dirigiendo a su padre.

- Creeme que lo haré.

- Bien, no voy a seguir perdiendo mi tiempo. ¡Tifón! - ordena y Gianna se despierta pero no llora.

- Regresamos en una semana a la hermandad, quiero la cabeza de los Jones, Nevada arderá por su cobardía y me importa una mierda todo.

- El pacto de no ataque - interrumpe Benjamín.

- Fueron ellos los que decidieron romperlo, ahora yo romperé su mundo como me dé la gana.

- Me quedaré aquí - habla el papá.

- No en esta habitación.

- Yo soy tu padre, no uno de tus enemigos. No me puedes tratar así. !No sabes nada de esa niña!

- Se que es la nueva integrante de la hermandad, que es una Zerboni y mientras yo lo vea bien así se tiene que quedar.

- Si llegará a serlo - se ve la decepción en sus ojos.

- Ella sería la hija del hermano al que le quitaste la vida. ¡Suya!

- Eso es una gran idea papá, me dijiste que le robe el futuro al mismo imbécil que tú mismo hiciste mierda, me acusas de ser un traídor cuando el único cobarde fue ese imbécil, ahora resulta que porque el jugo a ser mejor que yo es más importante - el sarcasmo y la molestia es notoria. - Que más da que le robe algo más.

- Ya no tienes nada que robarle a tu hermano.

- Claro que si - los ojos marrones del gigante sin alma arden y no puedo creer lo que me estoy imaginando.

- No te atrevas, Maximilian.

- Se que su nombre tiene un significado, la Nana lo eligió para ella, Gianna "mensajera de la paz".

- Gianna Zerboni, "la mensajera del infierno".

El monstruo de dos mundos (TERMINADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora