DESDE HACE MUCHO

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MAXIMILIAN

—¡Metan a esa mierda en el calabozo!.

Doy la orden sintiendo que la bilis se me revuelve por todos lados, los negocios no podrían ir mejor y tener está oportunidad me debería hacer sentir grande pero no es así, a los japoneses, a los Jones y a cualquiera los cazo yo, no estoy acostumbrado a que está basura pase y esa mujer ha venido a joderlo todo.

—Deja de jalarme— la escucho y veo que casi se mata por esos tacones que tiene— definitivamente hay peores armas que las que tenemos… Ven aquí.

La jalo y siento en el mueble de mala manera aunque se queje porque no me interesa ser un caballero ni nada parecido mucho menos sabiendo quien es y lo que su presencia significa.

—Voy a matar a todos tus hombres hasta que me digas que pasa aquí.

—No hay necesidad de eso— responde haciéndome señas de que le suelte las manos pero no lo hago— yo no me he negado a decirte nada pero no me quieres escuchar.

—¡No me tutees!.

—No me jodas, yo soy tan importante como tú así que no pienses que me vas a dominar de ninguna manera porque si he cruzado más de un jodido continente no ha sido por miedos— responde apretando los dientes— por el contrario, si estoy aquí es porque quiero algo— la miro impaciente porque la sensación de haberla visto antes no me deja en paz— quiero venganza.

—¿Y yo que tengo que ver en eso?— Me enfoco en sus ojos que destilan una rabia que yo reconozco porque muchas veces me he sentido así— ¡Habla!.

—La Tríada— habla y con solo decirlo tiene más que mi atención— Akiro mató a mi papá, se lo que hizo mi hermano y ¿Sabes que?— me acerco más cuando casi susurra mientras escucha que sus hombres están siendo golpeados— me cansé de huir— se aleja y le quitó las esposas.

—¿Qué tanto miras?— pregunto cuando me fijo que sus ojos no dejan de mirar todo— de ser hija de William Jones, un mundo como este no es nada extraño.

—Lo es— se soba los brazos— lo es, porque yo me la pasé huyendo de un lado a otro mientras mi hermano recibía todas las atenciones por ser hombre.

—Tu hermano fue un traidor maldito igual que tu padre— le increpó— ellos me quisieron destruir.

—Y ahora uno está muerto y el otro es un estropajo humano que da lástima— resopla molesta— papá me quería proteger pero fue demasiado, se muy bien que Pavel se puso de acuerdo con tu hermano.

—No tengo hermanos.

—Ya no, pero antes sí, que ese hombre este muerto no cambia que hayan llevado la misma sangre— dice y se atreve a caminar mientras estoy sentado— Antuan Zerboni quería el poder que era tuyo, ahora yo quiero el poder de Nevada— me levanto observando que parece más que decidida— pero a diferencia de él, yo no apuesto al bando perdedor— admito que me infla el ego y me rió cuando salta al escuchar los gritos de las empleadas.

—Gianna está jugando con su mensajero— me sirvo un whisky mientras sus ojos se abren— te estoy escuchando y pocas personas en el mundo tienen esa ventaja.

—Pavel no es nada, él ya me dió el poder de Nevada— los gritos la aturden pero respira y sigue— ya no quiero huir, papá está muerto, fuimos por años supuestos aliados de la Tríada pero eso ya no vale… ¿Por qué esas mujeres gritan tanto?— se distrae y me quita el trago que se toma en un segundo— ¿Qué pasa?.

—Gianna está jugando, simplemente eso, ellas son unas cobardes que no están listas para tanto— respondo quitándole el vaso— ¿Sabes que te puedo matar en cualquier instante verdad?.

—Por supuesto— responde segura— pero no lo haz hecho porque sabes que no te miento— sus ojos me miran con desafío y creo que está loca no sabe que realmente la puedo terminar en un segundo— necesito apoyo, Nevada está dispuesta a reconocer como único líder de la Hermandad al Satán— el poder de apodera de mi— estoy dispuesta a presentar mis disculpas aún cuando yo no te he hecho nada— sus labios rojos se mueven con seguridad— libera a Sánchez, es mi mano derecha.

—¿Me pides por él y no por tu hermano?.

—Así es, resulta que estudiando la historia he descubierto que tú y yo tenemos algo más en común— juraría que me quiere seducir si no viera tanta decisión en su cara— no queremos a nuestros hermanos— dice la verdad— mi hermano no tiene voz ni voto, su debilidad hizo que mi padre muera, la debilidad y no ponerle un alto hicieron que Pavel destruya no sólo su vida— pasa saliva y me mira sin dejar de hacerlo— te ofrezco la única exacta de Akiro y la Tríada a cambio que me dejes entrar nuevamente a la Hermandad.

—Nevada no volverá a pisar mi organización nunca más.

—Yo estoy pisando tu casa— me vuelve a desafiar haciendo que me irrite más— escúchame muy bien— mi mano envuelve su cuello viendo cómo se agita— ni tú ni nadie me dice que hacer ni como hacerlo— me vas a decir dónde está Akiro.

—No— apenas puede hablar y la suelto cuando aquella fastidiosa toca la puerta— ¡Mierda Gianna estoy ocupado!— Me ofusco por esa tóxica que saque del fuego.

—¡Papá el mensajero quiere jugar!— sigue y ahora el gato, araña la puerta del salón— maldita sea.

—¿No la quieres verdad?— escucho la voz de la intrusa que mira la puerta que está siendo tocada— la has puesto en el ojo de la tormenta por nada, Akiro me mandó por ella— suelta y definitivamente es sentencia de muerte.

—Quiero la cabeza de Akiro— la jalo y la empujó en la puerta que no se abre pero han dejado de tocar— y luego tendré la tuya para diversión de mi hija— pongo el arma en su cabeza y aunque diga que no tiene miedo se que es así— estás muerta Brooke Jones.

—Desde hace mucho, Maximilian Zerboni.

El monstruo de dos mundos (TERMINADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora