Activados

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ANTUAN

—Te dije que vivirás el verdadero infierno— escucho a mi papá hablarle a ella que parece muerta en vida y no se defiende— y tú no vas a lastimar a tu hermano, me lo juraste.

Dice mi padre y le reafirmó la mentira, si él quiere creer que mi plan de toda la vida no es acabar con esa mierda es su problema, espero con ansias el momento en que esa basura se pare frente a mí, creyendo que es mejor y mostrando que soy yo el verdadero ganador.

El vendrá por la niña que le ha dado más poder del que ha obtenido, creyendo que puede recuperar algo pero a su muerte segura.

—Se va a demorar, no te preocupes, claro que nos encontrará pero no tan rápido.

—¿Cómo lo sabes?— pregunta y me mira— ¿Que te hace creer que no nos encontrará antes?.

—No deje rastros, no me encontró una vez hasta que yo lo quise, ahora será igual— tocó su mejilla y bajamos del auto.

—!No me toques!— me hace la mano a un lado— dame a mi hija.

—Nuestra hija.

Sujeto su cara con fuerza y le doy un beso intentando que abra la boca, no se que diablos le dieron a esta mujer pero me muerde y me repite que no la toque.

Recuerdo cuando la conocí, me encantó desde el primer momento, nunca fue restringida con el sexo, siempre ardiente hasta me pedía que me la coja embarazada por cualquier lado pero claro que nunca lo hice creyendo que cuidaba como oro al heredero que resultó ser la insoportable niña que no ha dejado de hacer pataletas desde que llegó.

Haber perdido el control me llevo a estar en coma muchos años y ya no será igual, ya no tengo a un idiota como Pavel de socio y Nakamura admito me ha hecho un favor al no dejar que pruebe la cocaína, me rio saboreando el sabor de mi sangre y le exijo a mi mujer que se calme y camine pero no quiere, no se que carajos le pasa pero empiezo a cansarme por lo que hago que traigan a la niña que a penas la ve estira sus brazos.

—Mi bebé— la toma como si no la hubiese visto nunca— mi niña— hace lo que no ha hecho en todo el camino, llora cuando la tiene en sus brazos.

—Mami— se pega a ella— la nana es mala, mi Tifón tenía sangre— se agita— le daré al mensajero la cabeza de esa vieja.

—Ella crio a tu padre— le grita su abuelo.

—Que me importa, lastimo a mi tifón.

No deja de berrear y veo que mi papá tenía razón, el imbécil de su hijo ya sabe quién son madre e hija y aún así la ha seguido teniendo en su casa, eso hace que lo odie más porque todo lo hace por joder queriendo tener lo que es mío pero no va a pasar.

—Quiero a papá— exige.

—!Aquí estoy y haz silencio!— le ordenó y me mira de la peor manera para una mocosa de su edad— deja de llorar.

—El hombre del retrato— me mira— a mi que me importa dónde estás tu— se pone roja— mamá trae a papi— agarra su cara con sus manos pequeñas— vine sin mi corona, el mensajero no comió, no hay trono, esta casa no es grande, creo que no tienen dinero— gesticula todo con asco.

—Todo está bien mi amor tranquila— papá interviene diciéndole que es una malcriada— ¡Cállate!— grita Sarah— tu experiencia y razonamiento es una mierda, empiezo a entender mejor a tu mujer— no comprendo— eres tan imbécil y poca cosa, por eso nunca te amo— el está rabioso— esa mujer supo lo que es tener un hombre de verdad y por eso William Jones siempre fue mejor que tú.

—¡Puta!.

Le grita e intenta darle un golpe pero intervengo, me mira molesto, ella no baja la cabeza y la niña le dice que no toque a su mami, papá está rabioso y Sarah sigue hablando de algo que no tenía idea, mi madre estaba enamorada de William Jones por eso y mucho más siempre se odiaron, me sorprende mucho pero no me importa, a decir verdad desde ahí empieza mi odio por el maldito Satán, él pudo disfrutar de mi mamá, yo no, ella murió para que yo nazca y ahora pretende quitarme a la familia que yo cree por pura envidia.

—!¡Ya basta!— grito— no la vas a lastimar, te recuerdo que es mi esposa.

—Está borracho— se mete la niña— mi papi es el esposo de mi mami, ellos fueron novios— la intenta callar— yo soy su heredera, el abuelo es un tonto que no sabe nada— mi papá la detesta— y no le hago caso a imbéciles, papá te va a cortar las bolas por esto— sonríe y le quiero cocer la boca pero su madre interviene.

—No se te ocurra tocarla— se coloca delante de mí— eres un fantasma para todos y ella tiene otra vida, pedirte paz es inútil pero no eres el infierno— me enfrenta y sonríe— mientras tú hermano exista, tu— hunde su dedo en mi pecho— seguirás siendo un pobre y patético intento de pesadilla cuando no eres nadie.

Las palabras me joden más que cualquier cosa, estoy buscando a mi mujer, a la de siempre pero me estoy topando con una desconocida que no grita piedad como esa noche en Canadá, está insinuando que mi peor enemigo es mejor que yo y eso no lo tolero.

Sarah me grita que soy un animal, un imbécil que le da asco y le quiero arrancar la lengua.

—¿Te doy mucho asco?— la tomo del cuello y la mocosa grita— te recuerdo que este parásito es tu marido y el padre de tu hija— la besó y Gianna me bota el bastón que me hace casi perder el equilibrio— ¡Aten a esta niña de una maldita vez!.

Me harté, si quieren jugar a esto lo haré a mi manera, la mocosa por la que no siento nada de cariño se queja cuando uno de los hombres la carga y me pudre que llame a Maximilian, Sarah cree me puede ordenar diciendo que no la toquen pero esta muy lejos de eso, la tomo fuerte del cabello y todos entramos a la casa, efectivamente no es el lujo al que estamos acostumbrados pero en un lugar así ese maldito demorará en llegar.

—¡Calmen a esa mocosa!.

Sigo dando órdenes y mi mujer pelea por lo que le doy una bofetada haciendo que la mocosa por fin se calle, cae al suelo y desde ahí me mira, es una estúpida que se siente poderosa por tener el apellido Jones pero eso no va a resultar, se pone de pie sola y su sorpresa es grande cuando ve la casa llena de hombres que sirven a California, ellos ahora son mi gente y mi papá me ordena que la mate.

—!No!, mami no, por favor abuelo, dile a ese hombre que no lastime a mi mami— Sarah tiene el pómulo hinchado— !Papi ven!.

—¡Cállate!— la gritó y voy hacia ella.

—¡Déjala maldito!, no toques a mi hija.

—Quiero que se lo digas— sostengo del brazo a la niña que se queja— ¡Dile!— grito— dile quien soy— ella está siendo sostenida por mis hombres— dile que no hay más papi que yo.

—¡Vete!, eres horrible— grita, la pellizco y Sarah súplica porque la dejé— ¡Papi!.

—Te juro que si no le dices la voy a ahogar en este momento, después de todo necesito un varón no a esta malcriada, a decir verdad ni siquiera te pareces a mi— veo sus ojos llenos de lágrimas— ¡Dile!.

—¡Ya basta Antuan!— se mete Nakamura— no maltrates a la niña, es tu hija— aprieto su brazo y Sarah gritando que la suelte— ¡Déjala!.

—Antuan, nana, abuelo— hace un puchero.

—La encierran y tu— jalo a Sarah del cabello— empezarás por llamar a los de Nevada, decirles que abandonen a ese imbécil y ser lo que eres— la beso y resiste— mi mujer— le arrancó ese maldito rubí que tiene en el dedo y tiene los ojos llenos de rabia y lágrimas— mía.

—¡Dame a mi hija, por favor no me hagas esto otra vez!— me harta pero así la quería escuchar— ¡Gianna!.

—¡Mami!— cada una van a cuartos diferentes— ¡Mamá!

*

*

*

—¡Señor!— escuchó a Sánchez con desespero— se activó el gps.

—¿De qué hablas?— lanzó las granadas que destruyen la última propiedad de los Parker— ¿Qué pasa?— veo su cara de horror y miró como los ojos de la calavera que tengo el cuello se encienden— mi mujer.

El monstruo de dos mundos (TERMINADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora