MAXIMILIAM
—La niña ya se durmió— escucho a Paulette que besa mi pecho mientras mi erección sigue creciendo— lo último que quiero mientras estoy cogiendo es hablar de una niña.
Le digo a la institutriz que me mira sonriendo mientras soba de arriba hacia abajo mi falo erecto hasta meterlo a su boca, sus ojos verdes tienen ese tinte sucio que tanto me gusta disfrutando de los placeres de la vida, el sexo placentero y sin cuestionamientos es lo mejor y me agito un poco sintiendo que el pene se me llena de la carga que aún no quiero soltar, me pongo rápido el condón y con eso la llevo a la cama viendo sus pechos al aire que se toca mientras abre las piernas haciendo que me meta entre sus piernas escuchando que grita mi nombre y araña mi espalda entrando una y otra vez con la sensación no solo del placer si no del poder.
—¡Max!— grita y me mira mientras saco y lo vuelvo a meter— por favor no pares— respiro y la veo roja poniendo mi mano en su cuello— ¿así?— le exijo que me mire porque la veo llorosa pero no de mala manera y por eso deseche el drama teniendo la distracción en casa— así— gime— por favor así— abre más y se prende mi boca que le responde a la par de su pasión— estoy para servirte— se aprieta los pechos y jadea cuando me pongo detrás de ella y azotó su culo— eso es todo lo que debes hacer— me muevo más rápido, viendo desde la ventana como el trono es pulido e ingresado al salón— es todo lo que quiero— termino llenando el preservativo mientras la veo temblar de gusto viendo que moja la cama presa del orgasmo y como siempre, nos llevamos muy bien.
—Se que siempre me llamas porque no causó dramas— toma el cigarrillo que le doy después de varios minutos de refacción— si eso llega a pasar, sabes que te vas— le doy una calada a mi cigarro— lo sé, tengo muy clara la situación entre nosotros pero eso no quita que me preocupe— repasa la última cicatriz que tengo en el pecho— ¿porque te fuiste a Asia?— pregunta— por favor no te molestes, es solo que al estar aquí también soy una de tus empleadas, soy parte de la hermandad, del Inframundo y se que Asia no es tu territorio— sigue hablando y tiene razón pero no le importa— que seas la mujer a la que le pagó por educar a mi hija— me pongo de pie y pongo la ropa interior— no te da derecho a meterte en nada.
—Solo me preocupo— se defiende la mujer que se tapa con la sábana— pues nadie te ha pedido que te preocupes, en cuanto que eres parte de esta mafia es verdad pero no por eso debes saber que hago y que no, no te vuelvas a meter Paulette— éxito molesta viendo qué quiere llorar pero no lo hace— vete— ordenó viendo que me mira con molestia pero no dice más por lo que toma sus cosas y se va.
No ha nacido la persona que piense pueda tener relevancia en mi vida como para meterse en mis negocios, ser un Zerboni me dió un apellido y un cargo importante y aún así no me lo he ganado por ser un hijo de papi, mucho me ha costado ser quien soy hasta el punto que llamó hija a la niña que ese maldito creó para destruirme, así de mucho estoy dispuesto a hacer porque es lo único que me importa.
El gran día ha llegado y con eso hago todo lo de mi rutina, un buen baño con agua helada ayuda a despertar las mejores ideas, el ejercicio es infaltable para despejar la mente y camino por el pasillo chocando con Paulette que está molesta, apenas me dirige la palabra y no me podría importar menos, la casa está en movimiento a pesar de lo temprano que aún es y eso está bien pues quiere decir que están trabajando sin embargo no puedo dejar de renegar cuando escucho que mi papá pelea no se con quien mierda y miro mi rolex para darme cuenta que realmente son las 7 de la mañana y no entiendo porque Gianna ya anda jodiendo tan temprano.
—Buenos días Max— escucho a mi nana que suena tan seria como pocas veces la he visto o escuchado.
—¿Pasó algo?— preguntó mientras ve hacia afuera— si quieres decir algo, hazlo de una vez— exijo mientras reviso unos documentos y mapas que me dicen por dónde irán las metanfetaminas— ¿qué es lo que pasa?.
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El monstruo de dos mundos (TERMINADA)
Action*Sinopsis* Ella nunca imagino que amar sería su condena, la dulce enfermera se casó con él hombre perfecto, el mismo quien resultó ser un heredero de la mafia que necesitaba un hijo para tomar el poder, el mismo que al tener una niña la arrancó de...