EN SON DE PAZ

100 34 5
                                    

MAXIMILIAM

—Háblame de las novedades— le ordenó al Tifón mientras le sacó lustre a mi puntería— pásame el silenciador— le digo a Gianna que se trepa en la mesa y pone la mano en su mejilla pensando en cuál de todas las cosas que hay en la mesa es— Gianna.

—Un momento— responde sin despegar los ojos— cosita negra donde estas— canta con su voz chillona y giró los ojos porque está loca pero no es tonta— este es— me entrega lo que le pido.

—Excelente.

—Tenemos movimiento en el Sur, la mercancía ha llegado por las aguas de California pero— escuchar esa palabra me estresa— hay algo raro ese lado— habla y dejó de disparar viendo que la niña se levanta en la mesa.

—¿Que ha pasado mi tifón?— pregunta con el ceño fruncido y ambos miramos como pisa las balas con sus zapatillas tan rosadas que me duelen los ojos— bajate.

—No puedo, me voy a caer.

—Has subido sola, bajate— le ordenó— no puedo papi, me voy a caer, me tienes que cargar— estira los brazos y finge que no puede sola— me puedo lastimar— la tomó de mala gana y ahora se rehúsa a bajar diciendo que está cansada— !Que estresante eres!, habla de una vez— le exijo a Steven que se ríe cuando la ve que casi me ahorca cuando sus pequeños brazos se aferran a mi cuello— pareces una garrapata.

—Una hermosa niña— la consiente como siempre— pues pasa que hay situaciones que no me gustan, mientras has estado en Holanda me enteré que Ikaru Nakamura ha estado en América— menciona el nombre de uno de los hombres que hace muchos años perteneció a la Triada— no me es confiable.

—Definitivamente no lo es— reniego y veo que Gianna después de todo si estaba cansada pues se ha quedado dormida en mis brazos— ¿Que hace un hombre que desistió seguir con los japoneses para desaparecer por “amor”?. !¡Ella me está babeando!.

—Ya deja de renegar por eso hombre— se ríe e intenta cargarla pero aún dormida jode aferrada a mi— ella no se va a soltar, te adora— habla mi mano derecha mientras acomodo su cabello— es una pegajosa.

Bufo fastidiado y caminamos hasta su habitación viendo que son las 7 de la mañana, está despierta hace un par de horas y todo por la necesidad de seguirme, es que si está niña pudiera entrar conmigo al baño lo haría sin pensarlo y eso me hace sentir escalofríos porque me gusta mi independencia y Gianna está loca, su habitación ha sido remodelada y no me había dado cuenta el gusto que está presentando por lo felinos, es irónico porque ella no puede tener mascotas y menos granadas como la que acaba de descubrir el tifón asustado y sorprendido.

—Te lo digo, está demente— pongo mi mano en su cabeza y la acuesto con cuidado.

—¿Nunca te has preguntado cómo será su madre?— escucho al Tifón y lo miró de inmediato— si, pero no hay nada de ella, ese imbécil al que mi padre tiene en un altar la supo esconder muy bien— miro sus pestañas largas y su perfil pequeño mientras se mueve en la cama.

—Es increíble cómo te adora y a él— sabe que odio que se mencioné a mi hermano— el retrato de él no le gusta— se refiere al cuadro gigante que tiene papá en su despacho— esa mierda parece un altar de brujos, como esperas que le guste, es medio sádica pero no es para tanto— lo escucho reír y caminamos a la salida pero esa cosa de tres años y ojos claros me tiene rastreado y se despierta de inmediato diciendo que también quiere ir.

—No tienes idea de a dónde vamos— reniego diciendo que se duerma— llévame papá, no quiero estar sola.

Habla y está a punto de llorar y no pienso aguantar eso, la agarro y la subo a mi hombro mientras se ríe y ordenó que la cambien para irnos a dónde tengo que ir, yo no puedo esperar que la guerra venga hacia mi, si no ir a ella y buscar a Nakamura está dentro de eso, Paulette aún sigue molesta conmigo y creo que no entiende lo poco que me importa, no he esperado su buen humor y desahogo mi deseo dónde me dé la gana mientras ella se amarga la vida y termina de cambiar a la niña que no se sube a la camioneta sin antes darle de comer a su animal.

—Estoy siendo responsable papi.

—Como debe ser— nos subimos al auto y aunque se que nadie se va a atrever a ir contra nosotros en ese territorio nunca está demás prevenir— dame eso— abrocho su chaleco antibalas— vez porque no deberías venir.

—Es que yo siempre estoy muy sola, el mensajero se duerme cuando se cansa y tú no estás en casa— agacha su cabeza— no hagas eso, te he dicho muchas veces que tú nunca agachas la cabeza— levantó su mentón y sonríe mientras me dice que aprieto mucho su chaleco— tienes que acostumbrarte a no ser una persona dependiente.

—Si papá— dice y se apega a mi brazo haciendo mierda todo el discurso que le doy— avanzamos— doy la orden y los autos se mueven hacia Nakamura.

*

*

*

—Hemos llegado señor— me informan y veo la casa de los californianos que están en New York— ¿está vacía?— pregunto.

—No creo, hay un auto… creo que nos estaban esperando— dice el Tifón haciendo que sonría, prepare mi arma y sienta que me voy a divertir mucho.

—Ven aquí— tomó al hombre más grande que tenemos en la organización— tu vida por la de ella— miro a la niña que duerme agarrada de su felino de peluche y al tipo que se compromete a verla.

—Hay que sacarla de aquí— le digo al Tifón mientras avanzo al auto que se abre y solo me deja ver unos tacones.

—¿Qué diablos pasa?

—Vengo en paz— escucho una voz femenina— puedes contar con eso— veo a una mujer de cabello oscuro, con lentes negros, ropa de cuero y labios rojos que baja del auto con las manos en alto— vengo en paz.

*

*



Hola, gracias por seguir la historia, no olviden dejar sus comentarios y calificaciones así como seguir mi perfil si es de su agrado y agregar el libro a su biblioteca, gracias.

El monstruo de dos mundos (TERMINADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora