UN NUEVO ESPECTÁCULO

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MAXIMILIAN

—Una mujer hermosa, joven y con poder… se que hay gente con suerte en esta vida pero tú eres privilegiado.

Escuchó al hombre de Texas quien choca su copa con la mía celebrando mientras vemos de lejos como esa serpiente se mueve como una maestra entre los demás, muy bien puesto tiene ese símbolo de los de Nevada, siempre encontrando la forma de meterse donde no los llaman, con piel escamosa pero llamativa como si carácter y sus acciones, confiar en ella no es una opción porque en algún momento como todo reptil puede descansar y atacar, estaré listo para ello mientras tanto veo como ríe con todos, mi organización la ha recibido y eso es un problema con esta gente, veneran lo que no conocen y nunca podrán tener.

—La niña está muy aburrida— escucho la voz de Paulette que tiene unas ojeras terribles— me la voy a llevar.

—No quiero irme— la voz viene de abajo porque el bicho aparece siempre de la nada— quiero pastel.

—Mi niña aún no es hora— me mira y me hartan sus lágrimas— los señores— se nota el sarcasmo— aún no parten el pastel— ni siquiera sabía que había uno.

—Papi quiero pastel.

—Gianna— la corrige la rubia.

—Pues vamos a comer pastel— la voz de la mujer con la que me he casado aparece detrás de la otra mirándome molesta pero sus ojos siempre cambian cuando ve a la niña— tendrás la primera tajada.

—Pero…

—Bueno— acepta la interesada mirando la torta— quiero una de las rositas— señala la decoración del pastel y la rubia se va indignada.

El día más extraño de mi vida se está desarrollando con normalidad para la gente que no imaginó que las víboras estas regresarían sin embargo lucen satisfechos y no dejan de felicitarme por la alianza además de mi romance secreto como le llaman, me río porque no me queda de otra y el Tifón me da los informes de Singapur y de mi padre que está encerrado en su despacho y no por su gusto si no por la orden que di, el inútil de Pavel no habla con nadie más que con la mujer que es enfermera y ese idiota no va a vivir demasiado mucho menos bajo mi techo, las coordenadas del cargamento que yo mismo voy a entregar me son entregados y me jode que me interrumpan porque esas dos quieren tragar pastel.

—¿Creen que mi tiempo es un puto juego?— reniego mientras el estúpido que tengo por mano derecha se ríe— me vas a hartar tanto que me voy a cortar la mano solo.

—Después, por ahora usa esa mano para ir al lado de tu esposa y tu hija a cortar ese pastel— dice burlón— es lo que ellos esperan no solo de ti, de ustedes, hay que hacer sacrificios por el poder— continúa— aunque no veo muchas quejas cuando le tienes que meter la lengua a esa mujer.

—Eres insoportable— me irrita y finalmente tomó el cuchillo que ridículamente debo sostener al mismo tiempo que ella.

—Quizá es aún temprano— habla para la jauría que se ha formado ante nosotros— pero está nena tiene hambre— dice melodiosa y sonriéndole a la vendida que mira la torta sabiendo que tiene prohibido el dulce.

—Increíblemente estamos aquí— escucho al de Washington— es una pena que la edad esté aquejando a tu padre pero estoy seguro que está feliz de ver esto, siempre supe que eras el elegido— dice uno de los hombres con más experiencia en la hermandad— y tú— mira a Brooke— que bueno saber que se encontraron en el camino, necesitamos buenos líderes, es obvio que no dejarás de lado tu origen— mira los anillos que tiene incluyendo a esa serpiente de swarovski en la otra mano— será un honor seguir en estas filas que algún día tendrá Gianna Zerboni Jones como cabeza principal— me atoró al escuchar el nombre completo mientras la niña me mira extrañada pero no deja de comer la torta y todos aplauden— ¡Salud!— nos toca brindar haciendo que mire a la mujer que actúa como dueña y señora de todo.

—Por nuestra alianza— sonríe y los ojos le brillan de una forma que se me hace conocida— por Gianna— enreda su brazo y el mío desatando los aplausos de estos monos y yo me siento en el circo— hay que darles el espectáculo que buscan.

—La mesa de los novios— grita la tal Dana haciendo que hasta su misma señora como la llama la mire y nos toca sentarnos como una familia feliz— quiero vomitar.

—¿Quieres pastel papi?— pregunta la garrapata sentándose en mis piernas— está muy bueno— Brooke se ríe y no puede parar cuando Gianna me mete la cuchara a la boca— ¡Joder!— reniego sintiendo el dulce— compórtate.

—Es solo un poco de pastel— la apoya la pelinegra pasando su dedo por la comisura de mis labios para quitarme eso— nada más— la mocosa se ríe de su travesura y se baja mientras la otra se limpia chupando delicadamente sus dedos.

Su sonrisa es estúpidamente hermosa y soy hombre, sus ojos resaltan en ese maquillaje oscuro y los labios rojos se ven demasiado bien como para no ensuciar aquello, la jalo sin aviso de la nuca y uno su boca a la mía viendo cómo se le abren los ojos, mi mano ejerce fuerza en su nuca y la otra en su pierna la hacen ceder cerrando los ojos y dejando que mi lengua y la suya choquen con gusto, con ganas, con deseo sin importar los demás.

—Supongo que el pastel se limpio muy bien— respira agitada y roja viendo a todo el mundo.

—Me gusta lo sucio a decir verdad— le aprieto es muslo desnudo por la abertura en la pierna— muy sucio— mi mano sube en su piel por debajo de la mesa mientras le regalamos las mejores y más falsas sonrisas a los demás.

—¡Hasta que lo lograste!— la voz de Pavel interrumpe todo y vemos al borracho que da lástima— la dulce heredera— sus ojos están sobre Gianna y yo ya estoy frente a él.

—¿Que mierda te pasa?— lo empujo y la niña es sacada por el Tifón aún cuando no se quiere ir y Brooke se pone a mi lado.

—Ni siquiera la mires— escucho a la mujer que lo mira juro que con más odio que yo— no hagas una estupidez— un nuevo espectáculo se ha formado y no puede ser nada bueno.

El monstruo de dos mundos (TERMINADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora