8. Juego caliente

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Sarah

— Tal vez nunca pueda hacerlo entender cuánto lo amo y admiro.

Porque creo que ni las palabras ni los actos le hacen justicia al amor que siento por Antuan, sé que no hay persona perfecta en este mundo, en el transcurso de nuestra relación hemos tenido diferencias y discusiones como cualquier pareja pero hemos sabido superar muchas cosas y es que como no, me voy a casar con un ser humano hermoso y un profesional que por su carrera lo da todo.

Han pasado ya 3 meses desde que llegamos a este país y no recuerdo ninguna cita donde el matrimonio Roquette no haya salido triste del consultorio pues la esperanza de tener familia siempre les había sido nula, había hasta que hoy de una manera preciosa ambos franceses está vez abrazan a mi novio llenos de emoción confirmando que gracias a la ciencia, a los esfuerzos de Antuan y a Dios, hoy saben que esperan un bebé de pocas semanas que les ilumina la vida como jamás lo imaginaron.

— Toutes nos félicitations — los felicitamos y me emociona no solo su felicidad si no también la de mi futuro esposo que se siente más que orgulloso de sus alcances.

— Serán unos excelentes padres, nos vemos pronto. — nos despedimos de ellos sintiendo que Antuan me abraza como un niño y le correspondo igual.

— Lo lograste, una vez más le regalas alegría a la vida de los demás.

— Una familia mi amor, tu hogar me enseñó que no hay nada mejor que eso en el mundo.

Me abraza y me besa sintiendo la gloria de todo en sus manos y en las mías, definitivamente esto no es lo más ético del mundo pero la emoción es enorme y el papel de enfermera y sexy doctor es un juego que me encanta.

Me siento perdida en el espacio que tenemos a solas, afortunadamente mis días difíciles de mujer ya no están presentes y podemos darle rienda suelta al gusto que sentimos el uno por el otro, Antuan abre con delicadeza mi uniforme mientras yo le retiró la bata y la camisa dejándome ver su dorso delgado pero bien trabajado, mi hombre disfruta del ejercicio y yo de él por lo que la pasión me hace querer tenerlo todo, sus manos amasando mis senos con ganas y sus labios en mi boca me hacen sentir única y las ganas de más me hacen sobar su entrepierna haciéndolo jadear.

— Me encanta.

Gimo excitada cuando estoy casi desnuda ante él viendo la lujuria en sus ojos observando mi intimidad como el mejor ginecólogo metiendo sus dedos en mi interior logrando que me arquee de placer y con un par de movidas los saca y mira con tanta atención que no lo soporto, quiero más y bajo yo misma para probarlo sacando su miembro erecto y pasar la lengua en la punta pero sus ganas de cuidarme me dicen que eso no es necesario, en realidad quiero pero amo que me trate con delicadeza cuando me carga y besando muslo a muslo juega con mi clítoris húmedo metiéndose en mi interior haciendo que grite mientras nos besamos y reímos locos el uno por el otro.

— Estás perfecta Sarah — lo escucho jadear ronco y eso es delicioso.

— Dame más — casi suplico aferrada a su espalda levantando mi pierna pero él toma el control y me cambia de posición con movimientos ondulantes que nos llevan al clímax absoluto cuando nos venimos al mismo tiempo, su lengua repasando el sudor de mis pechos y sus palabras es lo que me hace saber que no me equivoqué cuando acepte entregarle mi corazón, mi cuerpo y mi alma.

— Te amo bonita — me susurra con la frente pegada a la mía.

— Te amo mi amor.

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New York

— ¿Qué novedades hay sobre mi hijo? ¿Qué dice Max sobre eso? — interrogó al jefe de seguridad quién me tiene al tanto de lo que mandó a buscar mi hijo mayor lo cual me tiene muy intranquilo pues no es normal

— ¿Antuan?

— Usted entrenó muy bien a sus hijos señor, si bien es cierto el joven Antuan no eligió este mundo, sabe y ha sabido esconderse muy bien y lamento si sueno muy atrevido pero como usted siempre lo dijo, si un Zerboni quiere ser encontrado, el solo dará la cara mientras tanto.

— Nadie nos caza — finalizó mi propio dicho y tiene razón.

Aunque Maximiliam reniegue, si la búsqueda de Antuan no da frutos es porque él no quiere ser encontrado. ¿Qué planea el Satán?

— Siempre negocios señor, al rey nunca le falta una mujer que le caliente la cama pero lo que más le importa son los negocios y la gran manzana ha quedado pequeña para su infierno.

— ¿Lo consiguió? — pregunto intrigado porque esto era absolutamente difícil.

— Lo consiguió, el gobierno finalmente trabaja con nosotros, el Satán lo logró y con eso no es solo New York, es todo el país.

De lo único que tenemos que tener cuidado es de los de las Vegas, son muchos negocios de ahí pero ahora mismo el Satán lo ha logrado.

— Por mi hijo — celebro la noticia de saber que el mundo que quiero sigue siendo mío y de mi legado.





El monstruo de dos mundos (TERMINADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora