CAPÍTULO 45

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𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟎𝟎𝟔

「𝓔𝓵 𝓓𝓮𝓶𝓸𝓷𝓲𝓸 𝓮𝓷 𝓵𝓪 𝓒𝓪𝓼𝓪 𝓒𝓻𝓮𝓮𝓵」

—A ver si entiendo... el tío de Eddie, Wayne, cree que Victor Creel se escapó del manicomio Pennhurst y es el que está cometiendo estos crímenes.

—Básicamente.

Las tres chicas nos encontramos caminando hacia la librería. Minutos atrás, Nancy nos contó el por qué estamos aquí y eso es porque tuvo una conversación con Wayne Munson y él aseguró que un hombre llamado Victor Creel asesinó a Chrissy, ya que años atrás su familia apareció asesinada exactamente de la misma manera.

A ver, entiendo que Nancy quiera investigar esto y también entiendo que la similitud en ambos casos es bastante sorprendente, pero no estoy muy segura que la muerte de la familia Creel esté relacionada con Vecna.

—Pero Victor cometió los asesinatos de los ojos en los años cincuenta —continúa Robin.

—Cincuenta y nueve —corrige la castaña.

—¿Así que estos asesinatos preceden a Eleven en el Upside Down por unos treinta años?

—Sí.

Llegamos hacia el mostrador de la biblioteca y Nancy toca la campana para que la bibliotecaria venga a atendernos.

—Vamos, estamos hablando de un hombre que tiene ¿cuánto? ¿Setenta años? —pregunto, frunciendo el ceño— ¿Asumes que es un abuelo asesino que se vuelve invisible y hace levitar a la gente?

—No tiene sentido, lo sé —responde la rizada, volviendo a tocar la campana— Por eso dije que era como un tiro en la oscuridad.

—Lo sé, pero pensé que estabas siendo modesta —contesto, apoyándome en el mostrador para mirarla.

—Sí, o que tenías un as sólido bajo la manga con el que nos ibas a sorprender —agrega Robin— Pero esto es una posibilidad ínfima, es decir, tenemos, no lo sé, una posibilidad entre cien de encontrar una coincidencia más allá del modus operandi de los asesinatos.

—Es literalmente un tiro en la oscuridad —digo, incrédula de lo que estamos haciendo— Es como acertar un tiro con los ojos vendados después de girar cincuenta veces.

Nancy comienza a tocar la campana repetidas veces, pareciendo harta de la situación y Robin y yo compartimos una mirada, sabiendo que somos nosotras las causantes de su estrés.

—¡Ya voy! —grita una voz desde la habitación detrás del mostrador.

Una señora de cabello corto y sonrisa dulce se acerca a nosotras, llevando algunos libros debajo de su brazo.

𝙋𝙧𝙚𝙩𝙩𝙮 𝙄𝙣 𝙋𝙞𝙣𝙠 || Steve HarringtonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora