[TEMPORADA 2, 3 y 4]
Luego de la desaparición de Will hace un año, Alex comenzó a sentirse perdida y alejada, alejada de su mejor amigo, de su hermano, incluso de los Byers quienes eran como una segunda familia para ella, no sabía si ellos la alejab...
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𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟎𝟏𝟖
「𝓒𝓱𝓲𝓬𝓪𝓰𝓸」
Cuando llegamos al descampado donde habíamos estado esta tarde, todos nos reunimos en los asientos traseros del vehículo para organizar los últimos detalles del plan.
—Bien, quiero repasarlo una vez más —dice Nance— Fase uno.
—Nos encontramos con Érica en los juegos —responde Robin— Dará la señal por Max y Lucas.
La castaña asiente ante las palabras de la chica.
—Fase dos —pide.
—Max atrae a Vecna —murmura Steve— Él irá tras ella y entrará en trance.
Aprieto mis labios, aún disgustada con esa parte del plan, es como si algo dentro mío me dijera que es una mala idea someter a la niña ante ese riesgo.
—¿Fase tres?
—Eddie y yo distraemos a los murciélagos —contesta Dustin.
—Cuatro.
—Vamos a la guarida desprotegida de Vecna y... —sacudo el explosivo casero en mi mano— Flambé.
Nancy asiente una vez más, mirándonos fijamente uno por uno, debo admitir que, si algo me reconforta, es que ella sea la líder en todo esto, quiero creer que piensa lo mejor para el grupo y no pondrá a nadie en un riesgo innecesario.
—Nadie pasa a la siguiente fase hasta que todos copiemos —determina seriamente— Nadie se desvía del plan, pase lo que pase, ¿entendido?
—Entendido —respondemos todos.
Cada uno toma su armamento y nos bajamos del vehículo, caminando la poca distancia que tenemos hacia el tráiler de Eddie. Corremos la última parte, asegurándonos de no ser vistos por nadie y, una vez adentro, Steve se acerca a la soga que cuelga del portal.
—Sé cuidadoso —advierte Dustin.
—Gracias, amigo —responde el castaño.
Harrington comienza a trepar por la soga sin mucha dificultad, hasta que llega hacia el otro lado del portal, por un segundo pienso que caerá de una mala manera, pero para mi sorpresa, él da una pequeña voltereta y cae de pié. Alza la cabeza para mirarnos con una sonrisa orgullosa en su rostro.
—Woaahhh —exclama Robin, sarcástica— ¿Qué quiere, que aplaudamos?
La miro con una sonrisa mientras me encojo de hombros. Debo admitir que aquella acrobacia del chico me pareció bastante impresionante, es decir, yo no podría hacer algo como eso ni con todo el entrenamiento del mundo.
La cabellera pomposa del chico vuelve a hacer presencia, ya que él aparece arrastrando el asqueroso colchón de Eddie de la otra dimensión aunque, siendo sincera, no se diferencia mucho del de esta.
