[TEMPORADA 2, 3 y 4]
Luego de la desaparición de Will hace un año, Alex comenzó a sentirse perdida y alejada, alejada de su mejor amigo, de su hermano, incluso de los Byers quienes eran como una segunda familia para ella, no sabía si ellos la alejab...
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𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟎𝟎𝟖
「𝓜𝓪𝔁」
Tarareo al ritmo de "Hard Feelings" de AI Kerbey mientras el auto de Steve entra al parque de tráilers, ya que Max nos pidió hacer una parada en su casa antes de ir hacia su destino final.
Tamborileo mis dedos contra mi asiento, moviendo mi cabeza de arriba a abajo. Lo bueno de la música es que es lo único que puede distraerme de todo lo que está pasando, al menos momentáneamente.
El BMW estaciona a unos metros de la casa de la niña y el conductor pone el freno de mano.
—Más vale que te apures, Mayfield —advierte.
—Veinte segundos —responde ella, bajándose del auto.
Suspiro e imito la acción de la niña, solo que no no entro a su casa, simplemente doy unos pasos para poder apoyarme contra el capó del auto. Fijo mi mirada en el bosque en la distancia, no sé por qué me llama tanto la atención ahora, es decir, estuvo aquí toda mi vida, pero no lo sé, cada vez que miro en esa dirección siento como si estoy siendo espiada o algo.
Alguien se sienta a mi lado y muevo un poco mi cabeza para encontrarme a Steve con su mirada fija en el lugar donde la niña desapareció hace un minutos. Puedo notar el nerviosismo en su semblante por la manera en la que se remueve incómodo y tiene su mandíbula tensada.
—Hey, estará bien —digo suavemente— Podremos salvarla, ya hemos salvado a personas antes, ¿no?
—Sí, no pudimos salvar a Hopper —murmura— Ni a Billy.
—Hopper tuvo que sacrificarse, Steve —suspiro— Y con Billy... ni siquiera lo intentamos.
Él asiente lentamente y dirige su mirada hacia mí, sorprendiéndome por un segundo. Su mano se desliza por el capó hasta quedar sobre la mía, su suave piel rozando el exterior de mi mano.
—Sé que es el peor momento para decir esto, pero... lo siento, Alex.
—¿Qué? —frunzo el ceño.
—Por cómo me comporté contigo, fui un completo idiota y no supe apreciarte, ya sabes lo que dicen, uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde —hace una mueca— Nunca te pedí perdón y te mereces una disculpa.
Tomo aire profundo, moviendo mi cabeza de arriba a abajo mostrando que comprendo sus palabras. Muerdo el interior de mi mejilla, pensando en qué decir, pero no tengo tiempo de responder ya que Max vuelve corriendo con una expresión de miedo en su rostro.
—Oye, esos fueron más de veinte segundos —dice el chico a mi lado, pero la niña lo ignora, caminando rápidamente hasta la puerta trasera— Hey, ¿estás bien?
