𝐄𝐗𝐓𝐑𝐀 𝐔𝐍𝐎
「𝓔𝓵 𝓡𝓮𝓮𝓷𝓬𝓾𝓮𝓷𝓽𝓻𝓸」
Suspiro con mis ojos fijos en la pelirroja frente a mí, está toda entubada y enyesada, no parece la Max que conocí hace dos años cuando casi soy atropellada por su tonto hermano y ella salió disparada en su skateboard.
Es irónico que, en algún momento, haya sentido desconfianza ante ambos hermanos y, ahora sufro con todo mi corazón el que ya no estén con nosotros. Sé que Max todavía tiene una chance, pero no sé que tan grande sea.
Ayer se instaló esa nube gigante en Hawkins y lo único que hace es crecer y crecer, dejando el pueblo cada vez más a oscuras. Las familias se siguen mudando y cada vez queda menos gente que ayude a sobrellevar todo lo ocurrido.
Levanto mi cabeza del hombro de Lucas, solo para poder fijarme el horario en el reloj digital que se encuentra en la muñeca de mi padre. Jonathan aseguró que debía mostrarme algo, así que me dijo que pasaría por mí a las cinco de la tarde, osea, en cinco minutos.
Me levanto de mi lugar y busco mi chaqueta para abrigarme, ya que la falta de sol hace de Hawkins un lugar muchísimo más frío. Me giro a mirar a Lucas, quien se dedica a mirar fijamente a la chica en la cama.
—¿Seguro que no quieres que me quede? —pregunto, haciendo una mueca— Puedo decirle a Jonathan que mejor otro día.
—No, Alex, ve —responde el niño— De todos modos, papá y Érica se quedarán conmigo, ¿verdad?
Los dos nombrados asienten y yo suspiro, antes de saludarlos y salir del lugar. Camino por los pasillos del hospital, los cuales están llenos de gente. Muchísimas personas salieron dañadas de todo esto, me apena el no poder ayudarlas a todas.
Cuando llego a la salida, la camioneta de Argyle se encuentra estacionada a un par de metros. Voy hacia el vehículo, subiéndome en la parte trasera y los dos jóvenes adultos me saludan con pequeñas sonrisas.
En el camino me cuentan sobre la misma nube que ví yo, solo que, desde la cabaña de Hopper, se veía mucho peor. La tormenta que se acerca tiene rayos rojos como los del Upside Down y es como si la putrefacción del lugar avanzara lentamente sobre nosotros.
Yo les cuento un poco sobre el estado de Max y respondo sus preguntas sobre lo que sucedió en la pelea contra Vecna, ya que ayer en la noche nos reunimos en casa de Nancy para tener una charla en grupo.
—¿Entonces le lanzaste dagas y un machete? —pregunta Argyle, sorprendido.
—Sip —murmuro— No fue suficiente, por lo visto.
—Seguro te viste súper cool —responde él— Como una superheroína.
Daría lo que fuera por ser una superheroína, por hacerle un bien a este mundo, pero claramente no es mi fuerte. El mismísimo Vecna lo dijo, tuve la oportunidad de salvar a mis amigos y decidí ignorarla, me merezco sentirme culpable al respecto.
La camioneta estaciona a unos metros de la cabaña de Hopper, la cual todavía sigue hecha trizas por la pelea con el Mind Flayer, aunque realmente parece que la acomodaron bastante.
Me bajo del vehículo y el pelinegro rodea mis hombros con su brazo, comenzando a caminar hacia la puerta de entrada. La verdad es que quiero verla a Eleven, necesito saber qué es lo que vió en la cabeza de Max, ya que es algo de lo que no habló con nadie.
Estoy por abrir la puerta, pero ésta se abre primero, dejándome ver a Joyce, quien sonríe ampliamente en el momento que sus ojos se encuentran con los míos. Ella me atrae en un abrazo que yo correspondo y me siento aliviada al tener a mi segunda figura materna, la cual sí sabe realmente por todo lo que tuvimos que pasar.
—Es bueno verte, Alex —dice ella.
—También es bueno verte, Joyce —contesto, separándome— Te extrañé muchísimo.
Ella sonríe y pasa sus manos por mis mejillas, dejando pequeñas caricias. Cierro los ojos unos segundos, permitiéndome disfrutar el momento y luego vuelvo a abrirlos, intentando ver el interior de la casa.
—¿Está Eleven? —pregunto.
—En su habitación con Mike —responde y hago una mueca, haciéndola reír— De hecho, me alegra que vinieras, quería pedirte algo.
—Sí, claro, lo que sea.
—¿Podrías ayudarme a clavar unas maderas en el techo? —consulta y yo asiento rápidamente— Genial, los clavos están en la cocina.
Sonrío y paso por su lado, doblando en la esquina para poder meterme en la cocina. Sin embargo, me quedo petrificada al ver a un hombre de espaldas. Es extremadamente alto y delgado, aunque corpulento. Su cabeza está calva y parece estar preparándose algo para comer.
—¿Quién es usted y qué hace aquí? —interrogo, frunciendo el ceño.
El hombre se da vuelta y casi caigo al suelo cuando veo su rostro. Su bigote ya no se encuentra y su cara está mucho más chupada, bueno, todo su cuerpo para ser sincera, sin embargo, sigue teniendo el mismo brillo en sus ojos y la misma sonrisa acogedora.
—Bueno, es mi casa, niña —responde.
—Hopper —susurro.
Lo miro en estado de shock, como si fuera un fantasma o parte de una alucinación, por un segundo temo que se trate de Vecna jugándome una mala pasada, así que pellizco mi brazo para ver qué tan real es todo esto. Cuando siento el dolor en mi piel, abro mucho mis ojos, notando que todo esto es verídico, que realmente está sucediendo, que Hopper está vivo.
—Yo- tú- ¿cómo? —tartamudeo.
—Ven aquí, pequeña —dice antes de acercarse a mí y envolverme en un abrazo.
Rompo en llanto en el momento que mi rostro choca contra su pecho y rodeo su cintura con mis brazos, sintiendo que recuperé una pieza de mi corazón roto.
—Yo- no puedo creerlo —sollozo, aferrándome a él con fuerza— ¿Cómo es que tú- estás flaco, Hopper.
Jim suelta una carcajada, tomándome de los hombros y bajando su cabeza para mirarme. Lo miro con completa alegría, aún incrédula de que él sea la persona frente a mí.
—Bueno, puedo decir que no eres la única aquí que ha sido secuestrada y maltratada por rusos —comenta, bromeando un poco.
—Ugh, los odio —ruedo los ojos— Son todos una mierda.
—Sí... no todos, niña —sonríe de lado— Hay algunos que pueden ser bastante imbéciles, pero son buenos tipos.
—Huh, no solo te volviste flaco y calvo, sino que cursi —lo molesto— ¿Qué te hicieron esos rusos?
Él pone sus ojos en blanco, sin disimular la alegría en su rostro y yo vuelvo a atraerlo en un abrazo, sintiendo la mayor cantidad de serotonina que sentí en muchísimo tiempo.
Los chicos de California volvieron, Eleven recuperó sus poderes, Hopper está vivo, el resto estamos más unidos que nunca... sí, tal vez perdimos mucho en el camino, pero tal vez podamos hacer justicia, tal vez podamos ganar después de todo.
ESTÁS LEYENDO
𝙋𝙧𝙚𝙩𝙩𝙮 𝙄𝙣 𝙋𝙞𝙣𝙠 || Steve Harrington
Fanfic[TEMPORADA 2, 3 y 4] Luego de la desaparición de Will hace un año, Alex comenzó a sentirse perdida y alejada, alejada de su mejor amigo, de su hermano, incluso de los Byers quienes eran como una segunda familia para ella, no sabía si ellos la alejab...