Capítulo 36

304 39 16
                                    

Chuuya no podía evitar sentirse inquieto, sabía que Dazai había pasado su celo con Fyodor, pero también sabía que no han llegado a nada demasiado lejos, solo abrazos, no fue la gran cosa, ¿por qué se se tía inquieto? No es como si la relación de ambos fuera a mejorar drasticamente de la noche a la mañana, aunque no es que se llevarán mal antes, solo que Dazai se negaba a cambiar sus planes, miro fijamente el arma sobre su mesa de noche, solo había una bala, demonios, se supone que algún día debera matar a Dazai, pero no lograba reunir el suficiente valor, ni siquiera ante la idea de Dazai con otro alfa.

Suspiro dejando caer su cabeza contra la mesa, ¿que se supone que haría? ¿Dazai le recibiría el arma de querer devolverla? Lo dudaba, ya antes se negó a aceptarla.

—¿Aún estas pensando en eso?

Se sobresalto ante la voz que repentinamente apareció en su habitación, levantó la cabeza sólo para notar a Dazai colgando de una soga en su ventana.

—¿Qué mierda? ¡Dazai, idiota! ¿¡Qué mierda estas haciendo!?

—¡Vine a disculparme por las molestias! Ese día no estaba en todos mis sentidos y puede que te allá molestado.

—¿Eso que importa? Sal de allí, entra, si te ven podrian dispararte pensando que eres un intruso.

—¡Lo dudo! Además, Dosty me está esperando abajo, ¡oh~! ¿Podrías hacerme el favor de ocultar la soga?

—¿Dosty? Dazai, deja de jugar, podrías caerte.

Advirtió al ver a Dazai tan tranquilo, el menor se encongio de hombros, sus menos eran cubiertas por guantes negros, aquello era curioso pues a Dazai no le gusta usarlos, según él, lo limitaban.

—Volveré antes de que anochezca, pasaré a recoger la soga en ese momento, por ahora guárdala, no la jales demasiado o podrías arrastrar mi cama y ropero.

Advirtió antes de hacer un gesto de despedida y dejarse caer, Chuuya nunca había corrido tan rápido en su vida, corrio hacia el marco de su ventana, dispuesto a saltar del décimo piso para salvar a Dazai, pero se congelo al ver como Dazai bajaba entre risas y antes de que tocara el suelo era atrapado en brazos de otro sujeto, apretó con enojo el marco de su ventana.

—Maldito Dostoyevsky...

El mayor sostuvo un largo rato a Dazai, él no pareció molestarse y eso sin duda lo inquietaba, Dazai odiaba que lo levantarán.

Dazai miró a Fyodor entre risas, había tardado en convencerlo de que bajaran de esa forma, pues según Dostoyevsky, era demasiado peligroso, y lo era pero sabía que con o sin él, Dazai bajaría de esa forma, así que prefirió bajar él primero para asegurarse de atrapar a Dazai.

—¿Estas bien? Tardaste demasiado allá arriba.

—¡Estoy de maravilla! Fue divertido, quizás deberíamos hacer esto más seguido.

—¿Escaparnos para tener una cita?

—Eso también, pero no cambies el tema, me refería a saltar de la ventana.

—Eso no es seguro, y la verdad preferiría que no lo vuelvas a hacer, al menos no sin mí.

—Es un trato justo, ahora, ¡bajame! Sería sospechoso si nos ven.

—¿Te molestaria?

—No soy omega, no me trates como uno.

Fyodor todo los ojos al entender, aun debían mantener esa mentira.

Baji a Dazai quien apenas toco el suelo se apresuró a arrastrarlo hacia una salida oculta, por donde normalmente Chuuya y él se escapaban para salir a los árcades a jugar.

Tras salir de la seguridad de la port mafia se apresuraron en salir de su territorio, ya fuera pudieron caminar con más tranquilidad.

—Realmente no pensé que serias tú quien invitaría la primera cita.

—¡Tú pagaras! Además, esto es solo una prueba, no quiero salir con un zombie aburrido, si todo sale bien entre nosotros, puede que en unos meses te presente a Oda y a Ango, ¡Ellos serán malos contigo en un inicio, pero son encantadores!

—¿Eso no son tus amigos? Pensé que lo común era presentar a tu pareja a tus padres.

—Si, bueno, ellos juegan ese papel en mi vida, pero por los problemas de los últimos meses no he podido reunirme con ellos.

Dazai tomó la mano de Fyodor para volver a arrastrarlo a un super mercado, según Dazai, no había lugar más divertido para tener su primera cita oficial.

—¿Te subirás a un carrito?

—¡Sip! ¿Me ayudas?

Fyodor sonrio mientras se acercaba a ayudarlo, lo tomo de la cintura y lo levanto con una facilidad que lo sorprendió, debía asegurarse de que Dazai se alimente mejor. Lo dejo en el cerrito y luego comenzó a empujarlo por los pasillos, quien lo diría, un terrorista y un mafioso teniendo una cita en un super mercado.

—¿Qué compraremos?

Dazai terminó de acomodarse en el carrito, le daba la espalda a Fyodor para poder guiar el camino.

—No lo sé, ¿helado quizás, o prefieres pollo?

—Compremos ambas cosas.

Con una mano revoloteo el cabello del menor, estaban tranquilos y en paz, debía asegurarse que esa paz sea duradera.

Dazai se recostó y levantó su cabeza para poder verlo.

—¿Chocolate o fresa?

—Amo el chocolate.

Dazai sonrio y recibió con gusto el beso que Fyodor dejó en sus labios antes de devolver su atención al frente, Fyodor habrio el refrigerante y sacó un bote de chocolate que dejó en el carrito.

Luego siguió empujando, tomando una que otra cosa para dejarla en el carrito y comprarla, ese día descubrió lo fácil que era emocionar a Dazai.

Entre risas piso unos ganchos de estrella en el cabello de Dazai, el dorado adorno su cabello, mientras él se aseguraba de guardar el paquete de estrellas usadas para pagarlas luego.

No pensó que algún día Dazai y él podrían pasar una tarde tranquila como esa, casi no parecía que eran un terrorista y un mafioso, ni que habían matado a muchas personas, o que no eran buscados por la ley únicamente por que no se conocían sus rostros.

Pensó en eso último, podria dejar el terrorismo con facilidad, Dazai podria dejar la mafia en algún momento y ambos podrían estar en paz después de eso, él podría trabajar de maestro, pues antes de ser terrorista logro ejercer, Dazai podría estudiar algo en alguna universidad, era inteligente y podria con facilidad en poco menos de dos años, como lo hizo él.

Si, ese sería un buen plan. Siguió empujando el carrito con eso en mente, será una buena idea, pero debia hablarlo con Dazai, aunque no se apresuraria en mencionarlo, pue aún tenian tiempo para vivir al otro antes de apresurarse a pensar en un futuro demasiado complicado.

𝗈𝗆𝖾𝗀𝖺 𝖺𝗅 𝗆𝖺𝗇𝖽𝗈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora