Capítulo 1

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POV. Lisa

LOS ÁNGELES

Hoy mi mami me trajo al parque, y dijo que por la noche cuando papá llegue del trabajo cenaremos y comeremos las galletas de chocolate que haremos más tarde.

Estoy muy feliz, las galletas y los dulces siempre alegran mi corazón por eso Navidad y mi cumpleaños son mis días favoritos.

Mientras juego cerca de un arbusto escucho unos pequeños sollozos, dudo en acercarme pero al final lo hago y alcanzo a ver a una niña de cabellos castaños más pequeña que yo, llorando hecha bolita.

-¿Qué tienes pequeña?- Digo con un poco de timidez, tratando de imitar la dulce voz que usa mi mamá cuando estoy triste, siempre logra calmarme.

La niña frente a mí se asusta un poco cuando me ve de pie junto a ella; tiene una lindas mejillas regordetas con un ligero toque rosado y los ojos más hermosos que he visto, parece un tierno gatito; pero sería aún más tierna y linda si las lágrimas no ensuciaran sus mejillas.

-Estoy triste y M-m duele mi Cor-corazoncito- Responde entre sollozos con un puchero que indica que se está esforzando por no llorar mientras habla.

Me siento a su lado y me presento.

-Soy Lisa, y creo que una niña tan linda como tú no debe estar triste y solita; toma un dulce, te hará sentir mejor- Digo acariciando su espalda, y extendiendo una chocolatina hacia ella.

Trato de ver si hay algún adulto cerca que pueda ser el papá o mamá de la castañita, pero no hay nadie cerca. Solo mi mami que está en una banca frente a nosotras.

-Soy Jennie, y tú Ta-también eres Li-linda- Dice con su cara rojita y tomando rápidamente la chocolatina que extiendo hacia ella.

-Y dónde están tus papás, eres aún más pequeña que yo, no debes andar por ahí tu solita- Digo sorprendida y un poco molesta porque sus papás deben estar al pendiente de ella, eso dice mamá, que los papás deben cuidar y proteger a sus hijos.

Pero entonces Jennie parece recordar algo y su carita se vuelve a poner triste, no lo pienso y la abrazo; no me gusta ver como sus lindos ojos parecen perder su brillo y en su lugar se inundan de lágrimas que no tardan en ser derramadas.

-Hoy es mi cumpleaños pero nadie me ha dado un regalo y creo que mi Ma-mami no me quiere, no me da besitos como las demás mamis, no me cree cuando le digo que hay Mon-monstruos debajo de mi cama, y no me deja comer Galle-ga-galletitas de nuez porque dice que si como de más un día mis cachetitos explotaran; no quiero explotar, pero es que las galletitas Me-me gustan mucho. Mi mami se fue, no me quiso llevar con ella así que la seguí, pero me perdí- Dice mi pequeña Jennie que ahora se encuentra acurrucada contra mí, soltando lágrimas e hipidos descontrolados.

Qué mamá tan mala, como puede hacer y decir todas esas cosas feas a Jennie; si ella es tan dulce, podría pasar todo mi día acariciando sus tiernas mejillas y dando besitos en todo su rostro, incluso miraría bajo su cama para ahuyentar a los monstruos y que no le hagan daño.

-No debes volver a escaparte Jennie, muchas cosas feas pueden suceder, ¿Y tu papá?- Le pregunto apegandola más a mí, si es que Jennie no tiene a nadie quien la proteja lo haré yo, lo he decido; seremos amigas para siempre y no dejaré que nadie la haga llorar de nuevo. Y de ahora en adelante haré que cada cumpleaños de Jennie sea especial.

-Papi si me quiere, ayer vino para festejar mi cumpleaños me dio muchos besitos, comimos pastel, jugamos, y vimos películas. Aunque papi no vive conmigo, pero si cerca de aquí, viene a verme todos los fines de semana y por las noches cuando sale temprano de su trabajo- Contestó ya más tranquila.

Me alegró escuchar que el papá de Jennie es bueno con ella, ahora va a tener a dos personas que la cuiden. Aunque no entiendo porque el papá de Jennie no vive con ella.

-Tu mamá es una tonta, no sé porque hace todo lo que me dijiste, pero está mal y es solamente culpa suya, no debes sentirte triste por lo que hace tu mamá, mejor cuéntale a tu papá y deja que los adultos resuelvan sus cosas de adultos, tú solo preocúpate por mantener estas lindas mejillas, jugar mucho, aprender en la escuela y ser muy, muy feliz. ¿Entendido? - Dije con una gran sonrisa.

-Entendido Lisa, ¿podemos ser amigas?- Dijo tímida y con una sonrisa gomosa.

-Claro Jennie, ahora juguemos. Y después le pediremos ayuda a mi mami para llevarte a tu casa, y tal vez compremos un helado por tu cumpleaños, y la chocolatina que te di es tu primer regalo de cumpleaños- Dije sonriendo en grande, tenía a la amiga más linda de todo el mundo.

Lo que es para siempre - Chaelisa/Jenlisa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora