Lo que es para siempre - Chaelisa/Jenlisa

Capítulo 23

POV. JENNIE

-¿Qué haces aquí? -Digo con reproche

-Oh vamos, ¿no puedo visitar a mi preciosa hija?-Dice suavemente mientras me hace a un lado y entra al departamento.

Me quedo ahí un momento; tratando de procesar que la persona que más me ha lastimando está de nuevo en mi casa; a lo largo de los años he intentado alejarme de mi padre, pero jamás lo logro, de una forma u otra el siempre vuelve; justo como ahora.

-Parece que sigues siendo modesta. -Dice mientras ve alrededor con una mueca de disgusto en el rostro.

-Veo que sigues siendo un superficial; solo que un poco más anciano, que ha pasado padre, ¿demasiado estrés en tu negocio? Tienes las arrugas suficientes para ser abuelo de dos niños.

Ríe cuando menciono que parece un abuelo quisquilloso y amargado. No sé que le causa tanta gracia, tal vez sea el hecho de que estoy muy lejos de tener hijos, soy su única hija, así que no tiene muchas esperanzas de ser abuelo.

-¡Querida, siempre tan divertida! Solo hay una verdad en todo lo que acabas de decir. Me sorprendió que seas tan perspicaz, creí que no se me notaban las arrugas. -Dijo con diversión.

-¿Sohee te dijo dónde estaba? -Amo a Sohee, pero es fácil de manipular y se le escapan cosas que no debería decir. Me extraña que no haya llamado pidiendo perdón porque cree que metió la pata.

-No seas tan mala con la anciana; le dije que si no me daba tu dirección haría correr el rumor de una negligente y alcohólica maestra llamada Jennie Kim. Ella sabe que puedo hacerlo, conozco muchas personas Jennie, entre ellos varios trabajadores de la educación.

-¿¡Cómo serías capaz de hacer todo eso?! Soy tu única hija; no entiendo como serías capaz de arruinar mi carrera profesional. Eres un maldito despreciable, me das asco. -Respondí con repugnancia.

-Bueno Jen; ya sabes, siempre quise que te dedicaras al negocio familiar; así que no me molestaría que te corrieran de tu estúpido trabajo de niñera y te involucraras en la profesión que en verdad te traerá éxito y reconocimiento; orgullo para la familia...

-Deja esas estupideces por la paz; sabes que nunca me gustó la abogacía; no debo dedicarme a lo que toda la familia ha hecho; ni siquiera los conocí. Hago lo que amo, es mi vida y yo decido que hacer con ella. ¡Tú no eres nada para mí! Quédate con tu éxito, dinero y lujos; pero también con la soledad y con todo mi resentimiento, me das lástima.

-¡Vaya! Parece que la estúpida, ilusa y sumisa Jennie Kim está dejando de existir; hace cuánto que no nos veíamos en persona, desde que tenías ¿18? ¿Casi 19? Bueno no importa, si que has progresado y superado tus traumas de infancia. -Dijo con una sonrisa mientras aplaudía. -Pero odio tu estúpida insolencia; lo quieras o no, por desgracia soy tu padre; y a mí nadie me insulta, mucho menos una insulsa como tú. Debería alegrarte que nadie en la familia te conozca, te comerían viva. ¡Te hubiera presentado ante ellos si fueras digna de llevar nuestro apellido! Prefiero decir que no tengo descendencia a aceptar que alguien tan insignificante como tú es mi hija. -Dijo con rencor.

-¡Puedes meterte tu estúpido apellido en el culo! No me importa una mierda lo que una escoria como tú opine de mí; apuesto a que todos en tu familia son un montón de ratas de cuello blanco. Soy demasiado para pertenecer a ese nido de lacras. -Respondí con cólera, la mandíbula apretada y lágrimas retenidas en el rabillo del ojo.

Años atrás lo que dijo mi padre me hubiera destrozado; siempre quise más de él, más tiempo, más amor, más reconocimiento; pero nunca fui suficiente.

Tenía 13 cuando le pregunté por qué nunca había conocido a mis abuelos, primos, tíos o algún familiar; le pregunté también por su constante negativa en conocer a mis amigos o amigas. No conoció a Lisa, a ninguno de mis compañeros en Seúl y mucho menos a Jisoo, siempre que ella venía cuándo papá estaba en casa él salía o volvía a su trabajo en el extranjero. Y él simplemente respondió: no estás preparada para conocer a tu familia, aún no tienes lo suficiente. Y digamos que no me resulta divertido conocer a tus amigos. Pero ánimo hija, si sigues así pronto conocerás a tu familia, sé la mejor y te recompensaré. Tenía 13 años cuando empecé a sentir que no valía nada, por más que me esforzaba nunca conocí a mi familia y nunca gané más interés de mi padre, así que di por hecho que nunca fui suficiente. Hasta que un día decidí que era hora de dejar de pedir más de alguien que no tenía nada para dar; cuando cumplí 18 mi padre dejó las visitas navideñas, así que a sus espaldas me inscribí en una universidad para estudiar pedagogía y educación infantil. El dejó de preguntar lo que hacía y yo dejé de buscar su aprobación, acudí a terapia psicológica y con tiempo y dedicación logré sanar viejas heridas.

Un día mi padre volvió esperando verme convertida en abogada como él; en cambio descubrió que me había graduado de pedagogía. En la universidad que el había escogido para mí, ahí estudié lo que anhelaba y no lo que el quería; era tan ridículo todo, le importaba tan poco que a pesar de que fue el quién pagó cada colegiatura no supo que carrera estaba cursando.

-¡Maldita sea Jennie, me sacas de quicio! Por qué no puedes ver que todo lo que he hecho ha sido buscando lo mejor para ti. Hasta tu amiguita Jisoo estudió leyes; por qué tú no fuiste como ella.

-Te he contado de ella unas cuantas veces; no sabes ni siquiera quién es. Hay miles de abogados en este país; simplemente acepta que yo no lo soy; incluso Lisa estudió abogacía; pero yo no soy ninguna de ellas. Yo soy Jennie. -Dije con seguridad.

-Y la idiota de Lisa entrando de nuevo en escena; dime Jen, tuve razón, ¿ya te olvidó? ¿Acaso tiene novia? ¿Esposa? -Dijo con una sonrisa altanera.

No pude responder; me quedé en blanco por varios minutos.

-Vaya, vaya... Debido a la cara que pusiste y a tu extenso silencio es deducible que tiene esposa. ¿Te acuestas con ella, pequeña zorra?

No contesto, ya son dos personas las que insinúan eso; y me llena de vergüenza.

-El silencio puede traducirse cómo confirmación. -Dice seriamente cuando sigo sin contestar.

-No tengo nada inmoral con Lisa; apenas y nos hemos visto. No permitiré que me sigas insultando, no soy una zorra; creo que tu sabes mejor que yo como son; son con las que te acuestas cada fin de semana, no me compares con ese tipo de personas. Lárgate de mi casa. -Digo lo último caminando hacia la puerta y abriendo la misma.

-Tal vez no lo hayan hecho; pero estoy seguro de que por lo menos tú deseas hacerlo. Te daré un consejo, aléjate de las personas casadas, no quieres ser vista como una puta rompehogares, y yo no deseo ser el padre de una. Si llegas a tener algo con Lalisa, no tendré compasión y a la primera muestra de desafío te destruiré.

-Deja tus amenazas estúpidas para los policías corruptos; sé perfectamente que hacer y distingo mejor que tú el bien y mal. No te necesito; nunca te tuve y no te quiero ahora. Sal ahora. -Dije señalando la puerta.

Caminó hacia la puerta, salió y cuando estuve a punto de cerrar interpuso su pie.

-Si hubieras actuado diferente, tu hubieras sido la elegida; que lástima. Esta no será la última vez que nos veamos hija, estaré más cerca de lo que puedas llegar a pensar.

Quitó el pie y cerré la puerta fuertemente.
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POV. DESCONOCIDO

-Vi a Lalisa cuando salía del edificio.

-¡¿Qué?! Y no te reconoció.

-Por supuesto que no; todavía sigue siendo una estúpida en algunas cosas, cuando vi su auto a través de los cristales de la entrada del edificio aproveché la lluvia y abrí mi paraguas, cubrí mi rostro con él cuando Lisa pasó a mi lado. Sentí su mirada, tal vez le parecí familiar o extraño en un barrio tan común como ese.

-¡No deberías arriesgarte así, podrían descubrir todo!

-Tranquilo, Lalisa no sabrá quién la golpeó ni siquiera cuando ya esté en el suelo; es inteligente, pero no más que nosotros.

-Debemos mantener todo esto entre tú y yo. De lo contrario ambos sabemos quién podría contarle todo.

-Tranquilo Vic, esta parte del plan solo la conocemos tú y yo.

-¿Y qué pasa con tu hija? ¿Por qué ella y Lalisa se frecuentan?

-Se conocen desde niñas, siempre tuvieron algo especial. Solo es cuestión de tiempo para que esas dos ilusas se enamoren y se conviertan en amantes. Nos facilitarán aún más el trabajo.

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Agradezco que hayan esperado por este capítulo.

-S