Capítulo 6

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POV. ROSÉ

—¡Vas a convertirla en socia!, como es posible, soy tu hija maldita sea, el legado de los Park. Como demonios pensaste en regalarle tu puesto a mi esposa; yo soy la Park aquí, me esforzado más que nadie por esto y así de la nada me vienes con esta estupidez. He sacrificado mi vida familiar por complacerte, por demostrarte que soy capaz de llevar las riendas de este despacho. ¿Qué ha hecho Lisa por este despacho? Si se la pasa siendo la mejor madre del mundo; Dios santo, hoy ni siquiera fui a dejar a mi hijo a la escuela por venir a verte padre, ¿esta era tu emergencia? Decirme que prefieres a tu nuera antes que a tu propia hija—Dije entre gritos y con la respiración agitada.

Me alegra que Lisa sea cada día más exitosa, pero no me causa gracia que lo haga a costillas de mí. Cuando Luca nació tuve que dejar de ejercer como abogada mientras Lisa subía como espuma en el trabajo, todos la elogiaban. Lalisa Manobal, la jóven abogada penalista que aparte de encerrar peligrosos criminales también tiene tiempo de cuidar a un recién nacido; eso es una sarta de mentiras y estupideces, Lisa tenía tiempo de encerrar criminales porque su estúpida esposa se quedaba en casa a cuidar a su hijo no planeado.

Los primeros meses de vida de Luca fueron los peores; peleas, reclamos, llantos, reproches, desvelos y más peleas. No podía estar más de 10 minutos cerca de Lisa sin echarle en cara lo imbécil que era al no ocuparse de su hijo como era debido.

Estuve a punto de pedirle el divorcio, pero Lisa se me adelantó cambiando su actitud y ayudándome con la crianza de Luca; establecimos rutinas y pronto olvidamos esa terrible crisis matrimonial.

Y ahora después de 8 años de casadas siento que otra crisis se aproxima; sí, en efecto nos casamos a los 21, éramos jóvenes, ilusas y muy estúpidas. Lalisa y yo hacemos bromas acerca de que pudimos ir a más bares y acostarnos con más personas si no nos hubiéramos casado tan pronto.

Pero en realidad, no me arrepiento de casarme con ella, de casarme tan jóven sí, pero de estar con ella jamás. Es guapa, con facciones delicadas, es como una diosa para mí y para muchos, increíblemente sexy con sus trajes para el trabajo, sus pantalones de chándal y camisetas largas, con el flequillo siempre estable o despeinado después de tener sexo toda la noche; amo pasar mis dedos por su suave y largo cabello negro.

Pero es también dulce y tierna, comprensiva y la mejor esposa de todo el mundo; es lo que cualquiera podría desear y lo que solo yo tengo.

Amo pasar tiempo con ella de cualquier manera, su sola presencia me tranquiliza; sencillamente la amo.

Lo que no amo es en lo que me convierto cuando nos enfrentamos en el plano laboral, odio esta parte egoísta y competitiva de mí; y odio aún más que Lisa sea tan implacable y competitiva también, puede ser una dulzura en casa; pero fuera de ella es una perra insensible, como la llaman nuestros contrincantes.

-Escucha hija, si nombramos a Lisa como socia tendremos más contactos, nuestro despacho crecería. Sabes que su padre es dueño de una empresa de seguridad y tu esposa es amiga de muchos de sus clientes; clientes poderos, CEO de empresas y políticos que también necesitan representación legal. Nos daría la oportunidad de expandir nuestros horizontes y conseguiríamos más clientes; además siempre es bueno tener amigos que sepan usar armas-Dijo papá con un sonrisa leve, como si viera en Lisa el futuro del despacho -Además, es tu esposa deberías alegrarte por ella, aprovecha esta oportunidad para que trabajen juntas; además Kim y yo ya somos viejos, pronto dejaremos el despacho; el no tiene a nadie que continue su legado, así que tu y Lisa quedarán al mando. Que importa si una de ustedes llega primero a la presidencia del bufete, solo asegúrense de que lleguen las dos.

-Por Dios papá, como puedes insinuar eso de las armas; si Lisa supiera la escoria en la que te conviertes cuando estás a punto de perder un caso, si ella se enterara de tus alcances para salir bien librado en un juzgado Lisa dejaría de idolatrarte y saldría corriendo de tu lado, te delataría.

-¡Basta Roseanne!-Dijo golpeando el escritorio de su oficina. -Soy tu padre, y no consiento que me hables así. Guarda tus insolencias para el juzgado y para tu esposita; que te crees maldita sea, este es mi despacho, yo lo fundé y lo hice crecer cuando tu todavía ni siquiera eras concebida. Crees saberlo todo ¿no princesa?, no sabes nada Roseanne eres solo una estúpida jugando con fuego, no me tientes, soy tu jefe aún y si quiero ahora mismo ya estarías fuera buscando otro trabajo; eres buena abogada; pero niñas ambiciosas y descaradas como tú las hay en cualquier parte. No eres una santa hija, tienes tus propios secretos sucios; no me conviene que Lisa sepa mis métodos para lograr el éxito. Pero a ti tampoco te conviene que sepa quien es en realidad su linda Rosie.-Dijo firme y lo último con una sonrisa maliciosa.

Lo que dijo mi padre me descolocó, sé que no soy la mejor persona, pero que mi padre me echara en cara lo que he hecho mal me dejó sin habla por un momento; hice cosas de las que me arrepiento todos los días.

Pero rápidamente recuperé mi postura y volví a hablar.

-Tú y yo sabemos que aún no está lista para tomar el mando; frente a un juez es la mejor, implacable y sin escrúpulos; pero que pasará cuando su despacho tenga que defender a un político corrupto, o cuando una pobre alma sin recursos necesite un abogado y Lisa se los facilite. Es la mejor padre, yo lo sé, pero aún le queda algo de bondad, todavía tiene esperanza en el mundo y las personas. Aún no está lista.-Dije suavemente, no quería hacer enojar a la única persona que conocía lo peor de Roseanne Park.

-Entonces tu deberás hacer que Lisa deje ser tan sentimental Rosie, sabes que es por su bien, llegarás lejos hija, solo ten paciencia, ya llegará tu hora de brillar. ¿Entendido? -Mi padre se acercó y me dio un ligero apretón en el hombro.

-Calro padre, trataré de hacerlo lo mejor posible; por ahora debo checar unos archivos de caso Williams. -Dije acercándome a la puerta de la oficina.

Cuando tenía la mano en la perilla de la puerta me giré hacia mi padre y agregué. -Espero que mi tiempo de brillar llegue pronto, si no tomaré yo misma lo que me corresponde.

Mi padre rió ligeramente-No esperaría menos de mi hija.

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Y ahora voy tarde a recoger a mi hijo; lo que me faltaba, solo espero que el preescolar no haya llamado a Lisa para decirle que pasaron 10 minutos de la hora de la salida y nadie ha pasado a recoger a Luca.

Bajo rápidamente del auto y me dirijo a la entrada del preescolar, veo a Luca sentado con una mujer joven riendo, supongo es su maestra.

Cuando estoy cerca de ellos muestro una sonrisa amable a la maestra, ella se levanta y me responde con una sonrisa gomosa que abulta sus mejillas, es más bajita que yo, cabello castaño oscuro y ojos de gato.

-¿Es usted la Señora Park?-Pregunta la mujer frente a mí, que toma la mano de Luca protectoramente; me extraña ese comportamiento de mi hijo, suele ser tímido con personas nuevas, y nunca deja que alguien que acaba de conocer lo toque.

-Soy yo, Roseanne Park-Digo extendiendo mi mano para mostrarle mi identificación.

-Soy Jennie Kim, la nueva maestra de su hijo-Dijo ensanchando su estúpida sonrisa, siempre he dicho que las personas en extremo amables ocultan algo; o tal vez la tal Jennie simplemente es una dulce maestra.
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Voten por favor, muchas gracias por leer. Espero les esté gustando la historia. Muchas gracias MarianelaSilvas por votar en todos los capítulos publicados ❤️

Lo que es para siempre - Chaelisa/Jenlisa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora