Capítulo 41

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POV. ROSÉ

-¡¿De qué estás hablando James?! ¡¿Cómo que esta mujer es tu hija?! -Dice mi madre histérica; es la primera en reaccionar.

Jennie y Lisa están congeladas en una esquina; yo sigo en shock en mi propia esquina.

Mi madre grita y golpea el pecho de mi padre; no hay más que furia entre ellos dos. Mi sentido del oído a dejado de funcionar, pero sé que ambos se insultan y reprochan cosas de hace 20 años; lo mismo de siempre.

Tengo una hermana. Jamás quise una, ahora resulta que de hecho la tengo; y es nada más y nada menos que la mujer que ocasionó que mi matrimonio terminara.

Jennie. Cómo es posible que sea mi hermana; somos completamente diferentes, no hay ninguna loca coincidencia entre las dos. No tenemos el mismo color de ojos o cabello, ella es bajita y yo alta, soy más delgada, sonrisas totalmente opuestas; y si de personalidad hablamos las diferencias se acentúan aún más.

Es improbable hallar una hermana perdida, es aún más improbable que esa hermana se enamore de tu esposa. Y aún así aquí estamos.

-Madre sal de aquí ahora. -Sentencio en cuánto salgo de mis cavilaciones.

-Pero Rosé, esa mujer puede quitarte tu herencia pie...

-Sal ahora.

Mi madre me ve con indignación pero al final sale de la sala. En cuánto está fuera de mi vista decido hablar.

-Jennie Kim es cuatro años menor que yo; lo cual indica que en una de tus tantas aventuras hubo un embarazo de por medio; no me importa saber nada de eso; sólo quiero saber una cosa. ¿Sabías de Jennie desde siempre? ¿Fingiste no conocer a la mujer que estaba destruyendo mi matrimonio?

-Por supuesto que sabía de ella; me guste o no es mi hija. Te advertí que la mantuvieras lejos Rosé, esto no estaría pasando si...

-¿Si qué? Si Lisa no me hubiera traído. Qué estupidez, las mentiras no se ocultan por siempre. Tarde o temprano nos habríamos dado cuenta; estuve tan cerca de todo. Por eso tu afán de mantenerme lejos de LA, de Lisa... Me mantuviste lejos de todo lo que amo porque no querías que descubrieran tu doble vida. Eres ruin, egoísta y un cobarde, te desprecio tanto. -Dice Jennie con repulsión.

Al menos no soy la única que odia a su padre.

-No me importa lo que pienses Jennie. Por algo tú no eres mi hija reconocida; siempre te dije que no merecías llevar mi apellido y jamás lo has llevado; Kim era el apellido de la zorra de tu madre; y veo que no sólo le heredaste el apellido si no también el gusto por las personas casadas. Estás aquí por que la puta de tu madre quiso amarrarme con un bebé, maldita idiota. Yo no tengo hijos de zorras, así que sí. Te alejé de mi círculo porque me causa repulsión ver a mi más grande error materializado, debí obligar a tu madre a abortarte; nada de esto estaría pasando. Siempre fuiste un estorbo, ni siquiera tu madre se quedó contigo y yo debí haberte dejado en un orfanato en cuanto tuve oportunidad, pero quise darte una oportunidad de demostrar que valías la pena; otro gran error, eres mi mayor vergüenza. -Dice con malicia y asco.

Jennie se descompone; supongo que es difícil escuchar como confirmas tus sospechas; eres un error y las personas que se supone deben amarte incondicionalmente te odian tanto como para desecharte cual muñeca vieja y usada. No vales nada para ellos.

Concuerdo en algo con mi padre; Jennie no tiene madera para ser una Park, no es como ninguno de nosotros. Pero reconozco que se excedió un poco con los insultos específicos.

-¡¿Cómo te atreves a hablar así de tu propia hija?! Maldito bastado poco hombre; el único adefesio y error de la vida aquí eres tú; tu existencia es un suplicio, eres un viejo egocéntrico que piensa que el mundo gira alrededor de él. Por favor James; eres un debilucho insecto que intenta parecer fuerte; solo eres una asustadiza rata que se esconde en las alcantarillas cuando sientes la soga al cuello. Abandonaste a Jennie porque no eras suficiente como para criar dos hijas, así de inservible eres; eres un cobarde. Dime querido suegro, porque lo sigues siendo ahora que estoy con Jennie. ¿Qué pasaría si ahora mismo corriera el rumor de que mi nueva novia es la otra hija de James Park?

-¡No te atrevas perra malagradecida!- Dice con desesperación.

Lisa ríe sarcásticamente.

-¿Lo ves? Eres un insignificante imbécil que le tiene miedo al que dirán. -Dice con una sonrisa. Pero luego la expresión desaparece de su cara y su mirada se endurece. -Si vuelvo a escuchar el nombre de Jennie en tu sucia boca todo el maldito estado sabrá quién eres realmente.

Jennie ve soñadoramente a Lisa y esta le devuelve la mirada. La gatita ataca ella sola, su noviecita le da valor.

-Tu estúpido apellido me importa una mierda. Cuándo era niña siempre quise más de ti; pero desde hace ya bastante tiempo he deseado no tener nada que me relacione a alguien tan vil como tú. Tienes razón al decir que no merezco llevar tu apellido; merezco más que el apellido de mediocres egoístas que no pueden lograr nada sin intimidar. Una bola de ratas cobardes, que le huyen a la gente para que no puedan percibir el hedor de su ropa cara. Asquerosos delincuentes de cuello blanco. -Dice mi querida hermana con aún más repulsión que en un principio.

No me importa que insulte a mi padre; se lo merece, pero está incluyendo a todos los Park; yo dentro de ese grupo y no pienso permitirlo. Estoy por decirle que se vaya a la mierda cuando recuerdo algo; Jennie llegó de repente a trabajar en la escuela de mi hijo, y su mejor amiga trabaja en el que alguna vez fue mi despacho. Demasiado sospechoso.

-Jennie. Creo que mi padre se merece cada insulto y todo eso. Pero de repente pienso; ¿en verdad nunca te diste cuenta de quién era tu padre? Porque llegaste tan de repente y te metiste en cada aspecto de mi vida con Lisa; algo así como el moho en las paredes, llegaste y te inmiscuiste en todo. Me pregunto si esto fue sólo un plan para cobrar venganza de tu insensible padre ausente y de la perra de tu media hermana que se casó con aparentemente el amor de tu vida. ¿Es así Jennie, o verdaderamente fue obra del destino?

-Si hubiera sabido todo esto habría venido mucho antes a recuperar a Lisa. No te equivoques Rosé, no te odio o te envidio porque tu si hayas tenido a este intento de padre en tu vida; de hecho agradezco que no me haya elegido a mí, de lo contrario sería cómo.... Como tú. Puede que te hayas casado con Lisa; pero no llegaste a su vida primero; y no te quedarás con ella. Yo soy su para siempre, no tú.

Tengo a la peor media hermana de todo el jodido mundo; maldita puta mustia. Lisa sonríe orgullosa en dirección a mi hermanita pequeña; la gatita se defiende bien, y Lisa está orgullosa de eso, Jennie le devuelve la sonrisa. Que asco.

-Se te olvidó mencionar que le di un hijo.

-Uno maravilloso por cierto; espero poder darle algunos hermanitos. -Dice con sinceridad, sé que aprecia a Luca como si fuera su hijo propio. Pero me dan arcadas al pensar en Lisa y ella siendo felices.

-Vaya, las hermanitas parecen llevarse bien. -Interviene mi padre.

Todas las presentes rodamos los ojos.

-Puedes largarte de una vez padre; tu presencia incomoda. Y queda de más decirte que te quiero fuera de mi despacho; no me busques si no quieres más problemas.

-No puedes correrme de ningún lugar.

-Ya lo hice. -Digo con desdén.

No hay más que furia en sus ojos.

-Maldita traidora.

Está por salir de nuestra vista cuando se detiene abruptamente y gira sobre sus talones; hay una sonrisa maliciosa en su rostro.

-Lisa, por qué no le preguntas a Rosie cuál es la verdadera razón por la que Luca está aquí. Y Rosie por qué no le preguntas a Lisa cómo es que arruinó tu vida a los 21.

En lugar del viejo decrépito el silencio se instala en el espacio.

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-S

Lo que es para siempre - Chaelisa/Jenlisa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora