Capítulo 12

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POV. JENNIE

Tomé a Lisa de la mano y la llevé conmigo al segundo piso. Mientras subíamos las escaleras la música del segundo piso se intensificó, ahí estaba la verdadera fiesta. Después de escuchar a Lisa y beber algunos tragos mi inconsciente me pedía música más alta y no tan suave como la del primer piso. Hoy quería bailar y divertirme, y creo que a Lisa le vendría bien estar en otro ambiente.

Ninguna había bebido mucho, pero yo había bebido lo necesario como para no saber dónde se había metido Jisoo, vine con ella en su auto; así que más tarde tendré que buscarla para que me lleve a casa. Pero justo ahora solo puedo concentrarme en la calidez de la palma de Lisa contra la mía y en las ansias por bailar juntas y sentirla cerca.

-¿A dónde me llevas Kim?

-Al verdadero paraíso. -Dije con una sonrisa coqueta.

Cuando llegamos al segundo piso la energía ahí era totalmente diferente a la que había abajo. Todos bailaban en el centro de la pista, las luces neón rojas ahora eran un poco más intensas, había más reflectores; gracias a la acumulación de personas la temperatura pareció aumentar.

—¿En serio bailaremos aquí?—Dijo Lalisa incrédula

—¡Por supuesto! O ya olvidaste como bailar en una discoteca, hace cuánto que no entras a una, eres vieja, pero no eres una abuela.

—Soy mayor que tu sólo por 4 años, no es para tanto.

—Entonces demuestra que no eres una abuela Manobal. —Dije retándola y enseguida me adentré en la pista de baile.

Por el rabillo del ojo vi como Lisa me seguía; comencé a bailar suavemente, moviendo las caderas al ritmo de la música lenta y sensual que el DJ reproducía. Cuando el ritmo se volvió más rápido y movido fue que sentí dos manos posarse en mis caderas.

Giré rápidamente mi rostro y la vi, Lalisa me miraba con diversión y picardía desde detrás de mi espalda, nos acercamos y comenzamos a movernos en una misma sintonía; recargué mi cabeza en su pecho mientras seguíamos bailando, era como si en este preciso momento solo existieramos Lisa y yo, todo lo demás parece haberse ido, solo quedamos nosotras y la electricidad que nos atraviesa.

Estaba inmersa en la música y en Lisa estando tan cerca de mí, pero entonces sentí algo presionando en mi trasero, me separé un poco de Lisa y luego ella se separó abruptamente de mí. Me giré completamente y Lisa estaba totalmente sonrojada y con la mirada gacha.

—¿Qué acaba de pasar Lisa?

—Digamos que hay algunas cosas que aún no sabes de mí. —Dijo avergonzada.

Supongo que notó mi cara de confusión porque agregó:

—Escucha, tal vez podamos ir a un lugar más privado, después de todo le debemos una conversación a la amistad que tuvimos durante años. Ahora que estás aquí me gustaría que formaras parte de mi vida, fuiste muy especial para mí y no quiero perderte de nuevo qué dices ¿vamos? —Preguntó esperanzada

—Está bien. —Dije con una sonrisa tímida, yo también quería a Lisa en mi vida.

Salimos de la pista de baile, y cuando estábamos bajando las escaleras Lisa preguntó:

—Jen, crees que podríamos ir a tu departamento, es que bueno ya sabes Rosé y... —Dijo con vergüenza

Y entonces lo recordé ¡Maldita sea! Me olvidé por completo de que Lalisa estaba casada, que es madre de un niño precioso que además es mi alumno; me olvidé completamente del lugar que tengo ahora en la vida de Lisa, ya no somos mejores amigas, soy solo la maestra de su hijo.

¡Dios Santo! Qué estoy haciendo, beber y bailar con la madre de uno de mis alumnos no es ético ni profesional, como dejé que pasara esto. Puedo culpar al alcohol, pero bien se que todos los tragos de esta noche me dieron la valentía necesaria para tener lo quiero, me gusta estar con Lisa, disfruto su compañía y ansío cuestionar a Lalisa acerca del por qué nunca me buscó, necesito una respuesta para poder seguir, sin toda esa información siento que le falta una gran pieza a mi vida.

Deseo saber por qué no estamos casadas como tantas veces lo prometimos.

—Claro Lili, podemos hablar un poco en mi departamento. Pero, ¿estás segura de ir? después de todo no soy yo quién tiene una esposa en casa. —Dije entre molesta y esperanzada.

De verdad quería hablar con ella.

—Yo tampoco tengo a nadie Nini, ahora no hay nadie en esa casa. —Dijo con voz fría y muy segura.

Estábamos a punto de salir del bar cuando una voz gritó mi nombre, era Jisoo.

—¡JENNIE! ¿A DÓNDE VAS? Y CON QUIÉN. ESPERA AHÍ MANDU, NO TE ATREVAS A I...

No terminé de escuchar lo que dijo Jisoo porque Lisa y yo salimos rápidamente del bar. Jisoo no pudo ver con quién salí porque Lisa le dio la espalda todo el tiempo, y saber que Jisoo no tenía idea de con quien estaba me tranquilizaba.

Lisa me guió hasta su lujoso auto negro estacionado del otro lado de la calle. Cuando Jisoo estuvo fuera del local el auto de Lisa ya había avanzado así que nuevamente Jisoo no supo a dónde fui.

Por enécima vez éramos solo Lisa y yo.
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-S

Lo que es para siempre - Chaelisa/Jenlisa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora