Capítulo 18

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POV. JISOO

Odio este maldito despacho. En este instante odio a todos.

La idiota de Lalisa no vino a trabajar en su primer día a cargo del despacho.

La idiota linda, Roseanne, tampoco vino. Solo estoy yo con un montón de imbéciles aún más idiotas que las espositas.

Esas malditas creen que pueden hacer lo que quieran; maldita Lalisa se atreve a decirme que no la moleste y todavía me pide que le de su recado a Roseanne.

Y Roseanne esa irresponsable; soy su jefa, a su esposa podrá hacerla estúpida y sobornarla con sexo por faltar; pero a mí no me está dando nada de eso.

Son las 6 de la tarde y estoy en la estación de policía sacando al muchacho del caso de Lalisa; porque la muy imbécil cumplió su promesa y apagó su teléfono. Mientras a su cliente lo encerraban por supuestamente comprobar que el vendía las drogas la brillante abogada Lalisa Manobal estaba metida quien sabe donde.

No entiendo como Jennie pudo haber sido amiga de esa idiota egocéntrica. Lo bueno de todo esto es que Jennie no ha intentado acercarse a ella para recuperar su amistad de niñez o alguna tontería parecida.

Jack, el muchacho del caso y yo estamos saliendo de la estación; pude comprobar que todas las pruebas eran circunstanciales y con las pruebas que Lalisa tenía en su oficina pude demostrar que era inocente.

Justo en la entrada de la estación nos encontramos a una agitada Lalisa. Ignoró por completo mi presencia y se dirigió a Jack; le preguntó si todo estaba bien y si habían usado el material de su oficina para liberarlo de los cargos que le imputaban; el contestó todas sus preguntas y le agradeció por haberlo ayudado; ¡Por favor! Fui yo quien lo sacó de la celda en la que estaba, era a mi a quien debería agradecer; en cambio solo me dedicó una sonrisa sincera y se retiró del lugar.

Lalisa se acercó a mí y habló.

-Lo siento Jisoo; no tendrás que volver a dar la cara frente a uno de mis clientes; ahórrate el sermón de la ética y la responsabilidad; no se volverá a repetir. Gracias por ayudarme esta vez, pero no vuelvas a meter las manos al fuego por mí. -Dijo con seriedad

Wow, hasta para tratar de agradecer era estúpida.

Estaba a punto de decirle que era una hija de puta cuando un oficial nos interrumpió, recordándome que este no era el mejor lugar para insultar personas.

-Disculpe Señora Manobal, el oficial Robert Frank le entregará su teléfono a la salida. Y le ordeno que no vuelva a inmiscuirse en investigaciones en curso. Ocúpese en sus asuntos y meta las narices cuándo haya juicios; por lo pronto manténgase alejada de todo esto. De hecho hasta dónde sé está metida de lleno en el ámbito comercial; por lo general ustedes se encargan de defender a los acusados. Lárgate de aquí de una buena vez. —Dijo molesto

—Está bien, me voy Peter siempre es un placer verte. —Respondió sarcástica Lalisa

Después de decir eso empezó a caminar hacia la salida, así que la alcancé y la detuve en el estacionamiento.

—Lalisa espera. —Dije cuando vi que estaba por subir a su auto.

—Jisoo, llevo prisa, no tenías por qué meterte en mis asuntos, así....

—¡Cállate de una buena vez idiota! Ayudé a tu cliente, pero eres tan imbécil que no puedes simplemente agradecerlo; me meto porque tu caso es también un caso de MI despacho, NUESTRO despacho. Poco parece importarte que ahora lo diriges; actúas como una niña. Te crees mucho ¿no? Tal vez puedas ser una gran abogada; pero también eres la hija de puta más grande que he conocido en mi vida. Aunque tú y Roseanne compiten por el puesto.
Tu esposita tampoco fue a trabajar y ni siquiera dejó un maldito mensaje para justificarse. Son un par de idiotas; tal para cuál. —Dije con furia.

Lo que es para siempre - Chaelisa/Jenlisa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora