𝕽𝖊𝖕𝖚𝖙𝖆𝖙𝖎𝖔𝖓 (Pedro Pascal) [PAUSADA]

27. TELEVISIÓN

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Miraba la televisión, sin interés alguno. Pedro se encontraba en una reunión, por lo que la soledad podía sentirse con tan solo tocar los dedos.

❝ Y estos últimos años, Pedro Pascal ha arrasado, acaparando la pantalla grande con su increíble actuación❞.

Escuchar el nombre de mi prometido hizo que casi saltara del sofá, prestando atención a las positivas opiniones de los presentadores.

❝ Estoy segura que con esta película, más de una quedará anonadada, no solo por su peculiar belleza, si no por su figura formidable.❞

Aquella presentadora rió, casi ruborizada, por lo que, sin poder evitarlo, entrecerré los ojos.

❝ Tenemos en exclusiva el trailer de la más reciente película de Paul Mescal y Pedro Pascal ❞.

Tan pronto la pantalla cambió. Se podía distinguir el rostro de Paul, no se podía negar que había tenido un cambio formidable pero tan pronto el rostro de Pedro apareció, sentí la electricidad recorrer por mi espina dorsal.

Removiéndome ligeramente en mi asiento, no dudé en sentarme sobre una pierna.
Mi hombre se miraba jodidamente apetecible, poniéndome un tanto celosa sobre los posibles comentarios a mi futuro marido.

Pedro había llegado de su viaje, hacía una semana, sin embargo, parecíamos casi invisibles ante sus múltiples reuniones, y es que en parte, podía comprender, llevar aquella vida, podía resultar desgastarte para cualquiera.

El aliento se escapó de mis labios al mirarle con aquel traje blanco, por lo que no pude evitar sentir un extraño calor comenzar a expandirse a lo largo de mi cuerpo.

¡Dios! Lucía tan diferente pero jodidamente guapo, incluso con el sudor y la tierra en su cuerpo.

La puerta se abrió, sin embargo, no moví ni un solo músculo,  posterior se cerró a los segundos pero yo solo podía contemplar a mi hombre en la pantalla.

— ¿Cómo estás, preciosa? — preguntó antes de besar mi mejilla — Luzco fantástico — alardeó su propio trabajo. No pude evitar sonreír, mirándolo rápidamente antes de centrarme en la televisión. Y, es que, sí, tenía a Pedro Pascal a un costado mío pero algo en aquel corto de la película producía una fascinación en mi, en especial cuando salía con aquel jodido traje — ¿Quieres algo de almorzar? — preguntó, luego de que la pantalla regresó a los conductores.

Salí de aquel fascinante trance antes de dirigirme junto a él en la cocina.

En mi camino, no pude evitar mirar un portatrajes en la silla del comedor, con delicadeza acaricié la suave tela antes de llegar hasta Pedro, quien me miraba con una sonrisa mientras bebía agua.

— ¿Y eso en la mesa?— pregunté un tanto curiosa, Pedro simplemente rió antes de encojerse de hombros — La película... te ves increíble — expresé torpemente.

Pedro rió, de nuevo, ante mi actuar antes de caminar hasta mí y besar mis labios. Cuánto lo extrañaba.

Sus manos poco a poco se deslizaban por lo largo de mi espalda, justo hasta llegar al borde del inicio de mis glúteos.
Ambos nos separamos ante la falta de aire.

— Es un pequeño regalo — por fin reveló. Mirándolo confundida, este caminó hacia el comedor — el rodaje por fin terminó pero, nos permitieron quedarnos con un objeto de la película. Así que... — este tomó el portatraje con delicadeza y abrió con lentitud — no podía irme sin llevarme esto.

Abrí la boca sorprendida al notar  los ligeros tonos dorados.

— ¡Pruébatelo! — expresé con ansia, provocando que Pedro riera y me mirara  extrañado.