𝕽𝖊𝖕𝖚𝖙𝖆𝖙𝖎𝖔𝖓 (Pedro Pascal) [PAUSADA]

29. NUEVA VIDA

Este es continuación directa del 28. PROMETIDA.

#Trato de hacer los shots largos para no publicar tantos de ellos, así que prepárense algo de comer.

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El dolor parecía interminable mientras el imperio Romano se había convertido en cenizas. Los pájaros dejaron de cantar y una espesa nuble  melancólica se respiraba.

La joven se encontraba en la habitación que habían designado temporalmente, en compañía de su propia soledad mientras miraba por la ventana y recordaba lo que alguna vez fue Roma, lo que alguna vez amó.

Tres golpes a su puerta bastaron para que se abriera.

— Lamento interrumpir — pronunció Lucio, aquel hombre que había luchado por última vez en la arena. La chica, de inmediato se levantó de su asiento, antes de sonreír débilmente — ¿Ha pensado en mi propuesta? — preguntó, adentrándose aun más a la habitación.

Al escuchar aquello, un ligero escalofrío recorrió por el cuerpo de la joven. Como si con aquello, toda esperanza de volver a ver a Marcus se hubiera extinguido.

— ¿Es la única manera? — preguntó esperanzada, intentado guardar aquel amor, exclusivamente para Acacius.

— Su hermano está muerto — aclaró Lucio — Estoy seguro que toda Roma aún desea su cabeza — al ver la expresión de la chica, este se maldijo a sí mismo  — No porque haya hecho algo malo. Solo por tener su sangre.

El acercamiento repentino del hombre, provocó que la joven diera dos pasos atrás.

— No lo deseo así. Pero es algo que nos beneficia a ambos. Necesito una esposa y usted, necesita la seguridad y bienestar, ambos lo necesitan — mencionó antes de mirar el pequeño bulto que comenzaba a formarse.

— ¿Lo mataste? — preguntó, con la voz entrecortada. Lucio no tuvo qué pensar mucho de quien se trataba.

Este, simplemente negó con la cabeza.

— Antes de que por fin terminara el combate. Todo comenzó a demoronarse.

— Eso significa...

— ¡Hubo una guerra! —respondió levemente exaltado — Con suerte, pude salir vivo y pude encontrarle, no podía abandonarla ahí.

La joven sollozó ante ello.

— Podríamos casarnos aquí. Ahora mismo. Al llegar al pueblo, podremos mentir sobre nuestro casamiento y el bebé estará asegurado. No habría dudas de que sería mío.

Con un último suspiro, la joven se aferró a su vientre antes de mirarlo y aceptar lentamente.

Lucio sonrió ante ello,  extendiendo su mano hacia ella, quien miró por última vez hacia la ventana y se aferró a él.

Traicionando por completo a sus ideales matrimoniales pero sobre todo, al profundo amor que decía sentir por Marcus al besar a otro hombre.

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Se encontraba de regreso al lugar que alguna vez fue su hogar. Lucio había sido un apoyo fundamental, pero no podía evitar sentirse atemorizada ante la expectativa, en especial, con un vientre aún más abultado.