𝕽𝖊𝖕𝖚𝖙𝖆𝖙𝖎𝖔𝖓 (Pedro Pascal) [PAUSADA]

06. LOS EMMYS

LOS EMMYS
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PEDRO PASCAL

Los Premios Emmys edición 2024 había iniciado ya hace dos horas y se transmitía a nivel internacional, podía sentir los sentimientos despavoridos de mi muy apuesto novio.
Este mantenía su mano entrelazada con la mía, podía sentir el nerviosismo correr por cada hebra y no podía negar que yo también lo estaba.

Los flashes no se hicieron esperar y, las constantes voces gritando su nombre me hacían sonreír, pues, todos pedían a gritos su atención  pero yo era la única que recibía todo de él.

Ambos nos encontrábamos en la misma mesa, sabía que tales eventos podían agobiarlo, en especial cuando la atención se centraba en su brazo adolorido. En ocasiones acariciaba su pierna para intentar calmar un poco la ansiedad, Pedro simplemente me sonreía antes de regresar a su postura inicial.

— Respira un poco, cariño — murmuré cerca de su oído, lo cual hizo que se sobresaltara.

— Lo siento, nena — se disculpó — solo estoy algo nervioso — confesó mientras tiraba de su suéter.
Simplemente acaricié su cabello, acomodándolo en el proceso antes de, sutilmente besar sus labios.

Podía escuchar a la gente murmurar, en especial cuando sabía que todos hablaban sobre ambos, ser la novia joven controversial, me hacía estar en el ojo del huracán, pero para tal altura, estaba ya lo suficiente acostumbrada.

La categoría de Pedro comenzaba a anunciarse, este entrelazó mi mano con la suya, a lo cual, respondí con una sonrisa.

— Y el ganador es... — si dicen su maldito nombre, de nuevo, lo golpearé. Aquella pausa parecía irritar a todos mientras la pantalla grande enfocaba a Pedro y Kieran —  ¡El ganador es Kieran! — todos aplaudieron mientras ambos dejábamos salir un suspiro de decepción.

— Todo está bien, cariño... — murmuré
— estos premios son demasiado para tí.

Pedro simplemente asintió, tal vez por compromiso, por lo que no pude evitar sentirme mal.
Aunque este no lo dijera, se encontraba decaído y molesto, sabía que no era conmigo, pero sí consigo mismo.

El evento continuó, pero todo empeoró cuando uno de los presentadores hizo un chiste de mal gusto refiriéndose a las múltiples nominaciones de Pedro pero ninguna ganada, pude notar su mandíbula tensa y puños apretados.
Incluso aquello había sido demasiado incómodo para los presentes, por lo que agradecí que nadie de haya reído.
Y en menos de quince minutos, Pedro se encontraba abrumado.

— ¿Qué pasa? — pregunté con preocupación.

— Quiero irme.

Asentí antes de tomar mis pertenencias mientras este se disculpaba por abandonar el evento antes de terminar.
Sus compañeros simplemente parecieron comprender mientras intentaban animarlo.

El silencio a casa era abominable, podía sentirse la tensión mientras Pedro parecía respirar con dificultad.

— ¿Quieres hablar de ello? — pregunté una vez dentro.
Este negó con la cabeza, sacandose el cabestrillo con rudeza — ¡Hey!, ¡Basta!
— intervine preocupada, al notar su rostro contraído,  por el dolor — No puedes hacer eso.

Y, aunque faltaban días para su operación, no podía empeorar más la situación.
Este bufó, un poco más calmado, antes de sacarse con cuidado el suéter. Su camisa blanca adornada con aquella corbata lucían estropeados por el movimiento.

— Solo quiero que te relajes, cariño — Pedro cerró los ojos al sentir mis manos en su pecho.

— ¿Y si no soy lo suficientemente bueno? — preguntó con temor.