𝕽𝖊𝖕𝖚𝖙𝖆𝖙𝖎𝖔𝖓 (Pedro Pascal) [PAUSADA]

40. SUCIO SECRETO

Para más deleite (e), les recomiendo también leer el One shot beautiful liar de Pedro, en el libro Dilf II de mi bella espose Fearless05.

(Por fin se hizo el crossover)

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Una sonrisa se plasmaba en mi rostro. Mi propia seguridad y vanidad destacaban en el lugar.
La cautivadora fragancia del Channel N°5 en mi cuerpo parecía cautivar a más de uno, podía sentir su ansiedad y necesidad por mirarme, sabiendo que nunca podrían tenerme pero que a simple vista era un deleite.
Mis ojos se encontraban puestos en un hombre, al final de la barra. No tenía que pensar mucho, aquella espalda bien trabajada y aquel cabello de ensueño, era sin duda el hombre que tanto deseaba.

— ¿Puedo sentarme junto a ti? — susurré, lo suficiente para que este escuchara.

Sus brazos cruzados, permitían deleitarme de sus músculos tensos, debajo de la tela. El, leve, vello facial, enmarcado sus facciones, haciéndolo lucir extremadamente varonil. Y, sin duda, aquella nariz aguileña me hacía tener pensamientos tan indecentes con tan solo mirarlo.

— ¿Por qué no? — preguntó, mirándome a los ojos, aquel destello resplandeciente y las pupilas dilatadas. Este, gentilmente limpio sus labios ante ligeras gotas de su trago. Burlándose cruelmente de lo que su simple acto producía en mí. Simplemente sonreí antes de sentarme junto a él.

Levemente hice a un lado mi cabello, permitiendo que este presenciara la desnudez  cubierta por un sutil vestido. Como un acto de respuesta, este mordió ligeramente sus labios, analizando detalladamente cada centímetro de mi piel, hasta situarse en mi rostro. Sonreí con cierta superioridad antes de notar de reojo cómo llamaba al barman.

— ¿Puedes traer dos más? — preguntó. El hombre detrás de la barra simplemente asintió mientras se disponía a preparar las bebidas.
Intentando controlar mis impulsos, me abstuve de mirarlo, intentando no caer en mi propia trampa.
Tan pronto, dos vasos de Whisky en las rocas se encontraban en la barra, lo miré mientras este me entregaba uno de estos.
Sus dedos rozaron con los míos,  una extraña sensación recorrió mi cuerpo, una mezcla de electricidad con excitación, segura de que él también podía sentirlo.

— Gracias — pronuncié cortamente mientras acercaba el vaso a mis labios. Su mirada estaba concentrada en mi boca, podía notar la tensión por ello, y, tan pronto un poco de alcohol escapó de mis labios, este aterrizó en el valle de mis senos, produciendo un ligero placer.

El hombre a mi lado se removió incómodo, mirando en dirección contraria, provocando que sonriera ante mi hábil movimiento.
Con cierta delicadeza, con lentitud limpié el alcohol con mis dedos, hasta lamer cuidadosamente.
Lo miré tensarse ante ello, aferrándose contra su vaso. Ahora, él era quién evitaba mirarme y aquello me fascinaba.

— Gracias por el trago — agradecí, luego de beberlo de golpe, a pesar de saber que aquello era incorrecto. El fuerte impacto del alcohol en mi sangre me hizo sentir más despierta y vivaz — Te veo luego, Pedro — incluso pronunciar su nombre, hacía que cada centímetro de mi cuerpo se sintiera vulnerable, y aquello me encantaba.
Este simplemente miró mis labios antes de sonreirle y comenzar a alejarme.

Mis tacones resonaban contra la madera, golpeando con sincronía y habilidad. Una sonrisa traviesa se apoderó de mi rostro al escuchar un par de pasos, seguirme.
Dirigiéndome hacia la salida, pude identificar mi auto.
Me despedí cortesmente de los meseros mientras escuchaba la alarma del auto. Mis pasos se hicieron más grandes y rápidos al salir de aquel establecimiento ante el frío de la noche que impactaba contra mi piel descubierta.