𝕽𝖊𝖕𝖚𝖙𝖆𝖙𝖎𝖔𝖓 (Pedro Pascal) [PAUSADA]

12. TONTO POR TI

TONTO POR TI
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PEDRO PASCAL

Y, es que no podía comprender en qué momento habías acaparado mi mente, tan de prisa y salvajemente que ni siquiera tuve tiempo de pensar que caer en tus brazos sería mi completa perdición.
Me gusta cuando estamos juntos pero, a veces sé que te sofoca un poco mi compañía, trato de darte espacio pero, de nuevo, pides mi afecto, dejándome completamente confundido, sin embargo, aún así, voy por tí.

Amas la forma en que procuro besarte, cuidarte y protegerte pero odias los pequeños rastros en tu rostro, la manera tan agresiva en la que, en ocasiones suelo abrazarte y la sobreprotección cuando salimos un día cualquiera, sin embargo, cada que lo pides, estoy ahí, para ti.

Te gusta el sexo por la mañana, me calientas en la tarde y, si es posible, terminamos en la cama durante la noche pero odias cuando lo hacemos más de tres veces durante el día, en especial, cuando de noche, la escena de sexo demora más y arruina tu pequeña rutina, sin embargo, ahí me tienes, entre tus piernas cuando estás en aquellos días donde todo parece incendiarse en tu interior, solo por ti.

Llevamos toda una rutina y aunque parezca cansado y me lleve justo al punto de quiebre, lo respetaría al pie de la letra, solo por ti.

Ahora nos encontramos a mitad de una cena con nuestras familias, la forma en la que estas congenian, me hace considerar visualizar un futuro más comprometedor.
No puedo evitar dejar de mirarte, en especial cuando aquel vestido entallado en color negro parece acaparar el lugar. Aquel sutil maquillaje, que, sin pasar desapercibido te hace lucir radiante y, ni hablar de aquel labial rojo, descansando en aquel par de suaves labios.

— ¿Qué opinas, Pedro? — preguntó tu padre, un tanto interesado.

No pude evitar mirarle algo confundido mientras plantaba una sutil sonrisa.

— ¿Hombre, qué te tiene tan distraído? — este soltó burlándose, propiciando que todos le siguieran.

"Tengo dos buenas razones, señor" pensé mientras me aclaraba la garganta, tomando un poco de agua.

Sin embargo, estos mantenían su mirada en mí.

— ¿Han pensado en dar el siguiente paso? — preguntó abruptamente — aunque me agradas, no puedo evitar sentirme molesto al saber que mi hija comparte la cama contigo.

— ¡Papá! — recriminaste con molestia. Pero aún podía notar el ligero rubor en tus mejillas.

— No quiero sorprenderme y pronto tengamos la noticia de que esperan un hijo — simplemente lo miré, no estaba de más decir que mi familia se mantuvo en silencio, mientras mi padre bebía, como si se encontrara acalorado.

— Hemos hablado tantas veces de ello con (t/n), y acordamos que aún no era el momento. Al menos a que ella estuviera lista — me miraste con una sonrisa — aún tiene muchas metas por alcanzar, no quiero ser quien se lo impida.

Tu mano descansaba sobre la mía pero aún podía notar a tu padre al  borde del colapso.
Sin embargo, eso fue suficiente, pues, no se volvió a tocar el tema, y, entre lo que cabe, la cena terminó mejor de lo que esperaba.

Tan pronto llegamos a casa, tus manos se apoderaron de mi camisa, intentando, racionalmente, liberar los botones para tocar mi piel. Ante las múltiples fallas, no pude evitar reír, propiciando que golpearás levemente mi hombro.
Mientras nuestros labios se mantenían unidos, aproveché para deshacerme de aquella estorbosa prenda.
Mis manos se guiaron hacia la cremallera de tu vestido.
Gemías ante la desesperación por liberarte, sin embargo, me detuve al mirar la hora.