𝕽𝖊𝖕𝖚𝖙𝖆𝖙𝖎𝖔𝖓 (Pedro Pascal) [PAUSADA]

07. PÁGINA EN BLANCO

PÁGINA EN BLANCO
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PEDRO PASCAL

Estar rodeada de una multitud parecía uno de los conflictos más grandes de mi vida, en especial cuando todos parecían tan concentrados en destruir tu vida con preguntas incómodas sobre tu vida amorosa.

❝ ¿Para cuándo la boda? ❞,  ❝ Oh, cariño, no sabía que habían terminado ❞ cuando claramente sabían ❝ encontrarás a alguien mejor ❞,  ❝  verás que el amor golpeará a tu puerta, que ni siquiera te darás cuenta ❞.

Aquellas palabras de consuelo, solo servían para evidenciar mi gran fracaso amoroso, de estar rumbo al altar hasta convertirme en una "solterona" potencial.

Y no podía negar que, mirar a las personas a mi alrededor, solo me hacía sentir celosa de no poder tener lo que muchos de ellos tenían.

Asentí con una sonrisa fingida, había dejado de escuchar a la tía Margaret desde hace tiempo y no era por maleducada, o tal vez un poco pero, mencionar la cantidad de veces que ha mirado una película romántica, enfatizando lo mucho que desea que tenga un hombre a mi lado, apagó todo interés por ello.

—  Hola, preciosa — mencionó mi padre antes de envolverme entre sus brazos — ¿Cómo ha estado todo en el intercambio?.

Agradecía que no hablara de lo último trágico en mi vida.

— ¿Cómo te sientes luego de...? — retiro lo dicho.

— Ha estado increíble — mencionó con firmeza antes de beber la mitad del champagne en mi copa — regreso en un momento — de nuevo, una falsa sonrisa se planta en mi rostro antes de caminar lejos de aquel interrogatorio.

❝ Vaya, debe estar demasiado afectada... ❞

No puedo evitar apretar los puños a medida de que las voces de mi padre y tía se pierden, ¿cómo podía estar afectada, mi ex prometido había tenido un pequeño desliz, palabras de él, con una de sus compañeras de trabajo, en su despedida de soltero? Claro, demasiado afectada. Y, sí, sin duda, había sido una prematura decisión casarme.

Sabía que, después de todo, no era culpa de mi familia que mi ex prometido resultara un idiota, pero tampoco era culpa de mi hermano y su prometida, no podía echar a perder el ensayo de la cena de bodas.

A diferencia de mis anteriores sonrisas, al mirarlos, no dudé en regalarles una genuina, antes de dirigirme a la barra de cócteles. Un punto a mi favor.

— Un shot de tequila, por favor — aquella noche, apenas inciaba, así que necesitaba una muy buena razón para sobrellevarla.

— ¿No crees que es un tanto fuerte? — preguntó una voz, a mis espaldas.

Pedro me miraba con una sonrisa de oreja a oreja, luciendo un corte recién hecho y un vello facial perfectamente cuidado. Solté una sonrisa antes de encoger los hombros.

— Que sean dos, por favor.

Este se posicionó a mi lado antes de sentir su fragancia embriagadora, no pude evitar respirar con profundidad antes de golpear suavemente la barra, al ritmo de la música.

Conocía a Pedro desde que tenía memoria, en especial porque era el mejor amigo de mi hermano desde que eran unos pubertos.
No podía negar que, muy en el fondo, mi adolescente de quince años, se enamoró perdidamente de él, a pesar de tener casi diez años de diferencia.
Sin embargo, nunca sucedió nada, primero porque sería legal, segundo porque simplemente me miraba como una hermana más. Por lo que, con el pasar del tiempo, aquel amor, poco a poco se fue apagando.